Hacía frío en Miranda de Ebro, un frío húmedo de otoño. El río corría lento, entre aquende y allende, quizá corría por dentro, buscando ensimismado -desde tan lejos- desembocar en su mar.
Desconocía el significado de aquende, lo intuía por acompañar a allende.. Me gusta haberlo leído por primera vez, fijándome... seguramente sale en "nuestro Quijote"... Alumna con pronóstico: debe mejorar..
Por aquende o por allende, acabamos descubriendo nuestro mar soñado...seguro.
Me ha gustado lo de "aquende y allende". Muy cervantino. Las fotos, bueno, no, más bien el tema... que quieres que te diga que no te haya dicho ya... Besotes cercanos al mar, M.
En Miranda de Ebro tenían tanta nostalgia del mar que por eso por allí cerca trazaron el Canal de Castilla, imitando en modesta escala las grandes singladuras del mar infinito. un saludo.
el profesor Cantera Burgos, nacido el 21 de noviembre de 1901 en Miranda de Ebro, provincia de Burgos. Destacado humanista, hebraísta e historiador que obtuvo reconocimiento mundial por sus estudios sobre el Judaísmo Español
El Ebro tenía frío en su paso por la ciudad. Le quedaba un largo camino por recorrer, y sus aguas jóvenes tenían prisa por recrearse con las aventuras que surgirán, hasta mezclarse con la calidez de aquellas en las que dejarán su dulzor.
Saludos. Gelu
P.D.: 1.- Su fotografía es un tanto triste. Lo único que anima, un poco, son los rótulos con los nombres. 2.- Estupenda la foto de Miranda de Ebro. ¿Me equivoco, si digo que, lleva el sello de Vivanco?.
MIGUEL: gracias muy interesante el enlace. Al paso que voy en estos dos años de existencia bloguera creo que estoy a un tris de obtener un doctorado suma cum laude en estudios ibéricos por todo lo que aprendo.
Quien sabe si entre esos muros de casas viejas se encuentre un tesoro.
En mitad de camino de Burgos a Miranda, se haya Briviesca, y esto es lo que se encontró en una obras de 1938. Este plato, posiblemente utilizado en las celebraciones litúrgicas de la pascua hebrea y otras más cosas.
- Con su permiso, para Miguel Vivanco: Estupendos enlaces los que nos traes siempre. ¿Sabes?, mi abuela paterna era de Briviesca. Llevo cuarenta años recopilando datos e información de ella y de su familia y la relación con esta Ciudad. Aún sigo en ello, pues siempre hay personas que con su prepotencia caciquil, y el engaño, quieren conseguir que la historia sea como ellos pretenden. Y en cada casa vieja, siempre hay tesoros, al menos en lo sentimental, para sus dueños.
- Dos abrazos, uno para usted, y otro para Miguel.
¿Os dais cuenta? Todos los que nos acercamos a esta Acequia de nuestro querido profe ¡somos descendientes de judios conversos! y de Cervantes seguro... porque, seamos sinceros, la mayoría, de la religión católica, apostólica y romana nos la pasamos por el forro... y sin embargo vamos en busca de platos judios en Briviesca o ¡dónde haga falta! No faltaría mas... Besotes, M.
Me ha gustado "entre aquende (aquí) y allende". La humedad cala los huesos, las paredes, los cimientos y ayuda a vivir cada día, no se puede estar seco por dentro, hay colmarlo de gotas diferentes que enjugan los recuerdos y los mantienen frescos.
Como siempre, leer su aclaración es de los sugestiva para hacer volar pájaros...
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Bonita entrada Pedro. Todos de una u otra manera buscamos un lugar apropiado donde desembocar ¡¡quien fuera rio para llegar!!
ResponderEliminarDe una manera u otra, con mayores o menores obstáculos, con más o menos entusiamo, todos buscamos nuestro mar.
ResponderEliminarUn beso
¿Pero el mar de Jorge Manrique? Ojalá no llegara nunca, Pedro.
ResponderEliminarUn saludo y enhorabuena por esa fuerza que te permite mantenerte en pie después de tantas entradas (tiene mucho mérito).
A que la casa es un remanente de la época de Alfonso I de Asturias...
ResponderEliminarEntre aquende y allende... ¡seguro!, y el mar, recibe.
ResponderEliminarIgual se bifurcó por ambas y encontró diferentes mares que surcar.
ResponderEliminarBesos mi querido Pedro , buen fin de semana
Desconocía el significado de aquende, lo intuía por acompañar a allende..
ResponderEliminarMe gusta haberlo leído por primera vez, fijándome... seguramente sale en "nuestro Quijote"... Alumna con pronóstico: debe mejorar..
Por aquende o por allende, acabamos descubriendo nuestro mar soñado...seguro.
Un beso, Pedro.
buscar y encontrar
ResponderEliminarhe allí el horizonte
besitos Pedro
buen fin de semana Profe
El río corre, entre aquende y allende.
ResponderEliminarAcá, el barrio antiguo
Allá, el moderno
¿Veis el puente que los une?
Y yo arriba en el castillo sacando la foto
A vida , por vezes, também corre lenta à procura onde ter saída...
ResponderEliminarBom fim de semana, querido Amigo.
Me ha gustado lo de "aquende y allende". Muy cervantino. Las fotos, bueno, no, más bien el tema... que quieres que te diga que no te haya dicho ya... Besotes cercanos al mar, M.
ResponderEliminarPor cierto ¿dónde están esas calles? ¿en Miranda de Ebro? o ¿en Burgos y/o Valladolid? Necesitan una remodelación urgente. Besotes de nuevo, M.
ResponderEliminarEl río discurria lento, buscando unas cálidas caricias, que le hicieran más agradables el discurrir por el cauce frío de una noche de otoño.
ResponderEliminarCuando sentimos ese frio, todos necesitamos desembocar en algo o mejor en alguien, que nos dé su cobijo, hasta los rios. Besos cálidos.
ResponderEliminarEl ebro es bello en Miranda. El frio es a veces duro, pero las palabras lo superan.
ResponderEliminarsaludos
En Miranda de Ebro tenían tanta nostalgia del mar que por eso por allí cerca trazaron el Canal de Castilla, imitando en modesta escala las grandes singladuras del mar infinito.
ResponderEliminarun saludo.
el profesor Cantera Burgos, nacido el 21 de noviembre de 1901 en Miranda de Ebro, provincia de Burgos. Destacado humanista, hebraísta e historiador que obtuvo reconocimiento mundial por sus estudios sobre el Judaísmo Español
ResponderEliminarBuenos días, profesor Ojeda:
ResponderEliminarEl Ebro tenía frío en su paso por la ciudad. Le quedaba un largo camino por recorrer, y sus aguas jóvenes tenían prisa por recrearse con las aventuras que surgirán, hasta mezclarse con la calidez de aquellas en las que dejarán su dulzor.
Saludos. Gelu
P.D.: 1.- Su fotografía es un tanto triste. Lo único que anima, un poco, son los rótulos con los nombres.
2.- Estupenda la foto de Miranda de Ebro. ¿Me equivoco, si digo que, lleva el sello de Vivanco?.
MIGUEL: gracias muy interesante el enlace. Al paso que voy en estos dos años de existencia bloguera creo que estoy a un tris de obtener un doctorado suma cum laude en estudios ibéricos por todo lo que aprendo.
ResponderEliminarUn abrazo a tí y al dueño de casa. O sea, dos.
Quien sabe si entre esos muros de casas viejas se encuentre un tesoro.
ResponderEliminarEn mitad de camino de Burgos a Miranda, se haya Briviesca, y esto es lo que se encontró en una obras de 1938. Este plato, posiblemente utilizado en las celebraciones litúrgicas de la pascua hebrea y otras más cosas.
Buenas tardes, de nuevo, profesor Ojeda:
ResponderEliminar- Con su permiso, para Miguel Vivanco:
Estupendos enlaces los que nos traes siempre. ¿Sabes?, mi abuela paterna era de Briviesca. Llevo cuarenta años recopilando datos e información de ella y de su familia y la relación con esta Ciudad.
Aún sigo en ello, pues siempre hay personas que con su prepotencia caciquil, y el engaño, quieren conseguir que la historia sea como ellos pretenden.
Y en cada casa vieja, siempre hay tesoros, al menos en lo sentimental, para sus dueños.
- Dos abrazos, uno para usted, y otro para Miguel.
Saludos. Gelu
Estas esquinas me traen recuerdos de mi niñez. Lo malo era cuando caía la noche ¡Qué miedo pasaba!
ResponderEliminarEsa esquina, con tus palabras y el frío, se convierte en proa y hace navegable el río.
ResponderEliminar¿Os dais cuenta? Todos los que nos acercamos a esta Acequia de nuestro querido profe ¡somos descendientes de judios conversos! y de Cervantes seguro... porque, seamos sinceros, la mayoría, de la religión católica, apostólica y romana nos la pasamos por el forro... y sin embargo vamos en busca de platos judios en Briviesca o ¡dónde haga falta! No faltaría mas... Besotes, M.
ResponderEliminarMe ha gustado "entre aquende (aquí) y allende". La humedad cala los huesos, las paredes, los cimientos y ayuda a vivir cada día, no se puede estar seco por dentro, hay colmarlo de gotas diferentes que enjugan los recuerdos y los mantienen frescos.
ResponderEliminarComo siempre, leer su aclaración es de los sugestiva para hacer volar pájaros...
¡Por fin ya puedo entrar en los blogs! ¡qué suplicio querer y no poder entrar en ninguno! ya se solucionó el problema.
ResponderEliminarEl frio en Castilla es terrible, temo las heladas.
¡Qué bonitas las fotos, Pedro!
Un beso.
Frío de cal que se desconcha y nos deja a la intemperie, como el cambio de color en Otoño que desnuda los árboles.
ResponderEliminarMIGUEL: gracias de nuevo, interesante ese plato de Briviesca. Saludos.
ResponderEliminarMERCHE: ¡Vivan las mezclas! Besos a ti y a Pedro.
ResponderEliminarTan lento que a veces se entretenía entre las esquinas, los portales, los ventanucos.
ResponderEliminarBesos besos
Esa cal en la piedra.
ResponderEliminaruff que calles, dan sensación de abandono, soledad y tristeza.
ResponderEliminaruff que calles, dan sensación de abandono, soledad y tristeza.
ResponderEliminarque poético, Pedro... jamás había oído ni leído "aquende", suena raro.
ResponderEliminarme gusta la imagen de correr por dentro y buscar su mar, no un mar cualquiera.
bicos,
Buenas texturas de añejo sabor, Pedro.
ResponderEliminarGracias, un abrazo.