miércoles, 12 de diciembre de 2018

Niebla


En la paramera, puedes ver llegar la niebla desde quilómetros de distancia, pero cuando dudas de si estás o no dentro de ella hace tiempo que te ha envuelto.

Por la noche se echó la niebla. No amaneció durante años, de tal manera que cuando volvió el sol, muchos habían muerto.

El fío húmedo de la niebla se te mete en los huesos y no te lo sacas fácilmente: está debajo de la piel, donde no hay abrigo.

Tiene tantos nombres la niebla: violencia, sinrazón, nacionalismo, xenofobia, dictadura. Cuando te preguntas si ya estás dentro, hace tiempo que salió del río, acechó las esquinas y mató la luz del sol. Y se te metió en los huesos.

11 comentarios:

LA ZARZAMORA dijo...

Luz, Pedro, Les Lumières :
Liberté, Egalité et Fraternité.
Ojalá no perdamos el poco Norte que aún nos guíe...
Beso grande.

Emilio Manuel dijo...

Hay un nombre que nos lleva a todo ello, MIEDO.

Sor Austringiliana dijo...

Que se disipe...Un poco.

XuanRata dijo...

Uno no sabe de donde sale la niebla, es como si aprovechara las más mínimas fisuras para haceres fuerte

andandos dijo...

Estaba ya acostumbrado a la niebla, pero ahora debo acostumbrarme, o más bien acordarme de cómo era, el viento.

Un abrazo

Myriam dijo...

¡Qué exquisito! ¿Andas en Porsche?

Myriam dijo...

¡Ufffffff que niebla más peligrosa!

Myriam dijo...

A por la Luz,

Besos

Myriam dijo...

¡ay! en mi primer comentario leí "panamera" y no "paramera", perdón.

Ele Bergón dijo...

Entre la niebla, buscas tanto la luz, que hasta puede suponer que la has encontrado.

En tu foto, esa niebla meona que viene de Valladolid, ya ha levantado.

Besos

impersonem dijo...

A veces debemos ayudar al corazón a superar la dureza de la climatología social con la razón que vamos conformando a base de experiencias... con niebla no conviene poner las luces largas, toca mirar cerca y fijarse en las señales... sobre todo en las rayas blancas que delimitan el marco de seguridad de nuestro viaje vital...

Abrazo