lunes, 26 de noviembre de 2018

Pinares en niebla


Y a fin de cuentas, qué somos, qué soy
en las mañanas frías de este otoño,
caminando en los pinares en niebla.

© Pedro Ojeda Escudero, 2018

13 comentarios:

Fackel dijo...

Somos niebla en el interior de la niebla. Densa o leve sería el matiz.

María dijo...

¿Qué somos en días de invierno? cuando el frío escarcha la piel y las mañanas se visten de niebla.

Un beso.

Emilio Manuel dijo...

Tu mismo te das la respuesta.

Ele Bergón dijo...

A veces hay momentos, hay días, hay vida, que solo somos eso: la niebla en el otoño

Besos

Francesc Cornadó dijo...

El poema es bello. Inspiradísimo.
En tiempo de otoño, entre las nieblas, echo en falta la definición de los perfiles. En medio de las brumas, me resulta difícil pensar en el qué y en el quién. Añoro las mañanas de abril sentado en una leve pendiente del litoral mirando al mar antiguo.
Abrazos
Francesc Cornadó

Sor Austringiliana dijo...

Un árbol más.

impersonem dijo...

Buscadores de respuestas, eso somos... buscadores de la luz de cada día que nos permita ver con nitidez el horizonte al que nos dirigimos... la niebla nos instruye sobre la precaución y sobre la orientación... tan sólo hay que alinear los sentidos del cuerpo con los sentidos del alma para ver más allá de los impedimentos climat-o-lógicos... por lo demás, en un paseo por los pinares, siempre nos queda la posibilidad de orientarnos por el quinto pino (esto último es broma, pero no sé si tiene gracia)...

Ya sabes el dicho: ¡mañana de niebla, tarde de paseo! ... esta noche tocó hielo... son las cosas de la vida que suceden entre la Tierra y el cielo...

Abrazo

São dijo...

Eu seria uma pessoa completamente desconfortada , pois detesto nevoeiro...

Besos, amigo mio

andandos dijo...

Poca cosa, eso somos.Pero hablar de eso nos lleva toda la vida.
Un abrazo

Doctor Krapp dijo...

Mejor no autodefinirse en esas situaciones para no perder la esencia del paisaje que siempre requiere nuestra complicidad mimética.

XuanRata dijo...

Qué bien se respira en esa niebla que envuelve. Eres pino y otoño, mañana y frío.

Fackel dijo...

Revisando este texto tuyo me ha venido a la mente el ámbito cerrado, el paisaje desaparecido, y el temor y la confusión que nos puede causar encontrarnos en medio de pinares tomados por la niebla que llega hasta los pies. Contradictoriamente hay algo acogedor, como de fuera de este mundo en ese atrapamiento. Pero que a su vez nos deja anímicamente desnudos. Hace tiempo que no conozco esa sensación, pero tenerla la tuve. Gracias.

Ele Bergón dijo...

Sí, somos caminantes en la niebla, por ver si descubrimos un poquito de la luz, que tuvimos en los días de sol.

Besos