miércoles, 1 de agosto de 2018

más allá. Libros de artista de Eduardo Chillida


El pasado 6 de julio asistí -junto al poeta Pablo del Barco- a la inauguración de la exposición más allá. Libros de artista de Eduardo Chillida (Sala de exposiciones del Arco de Santa María, Burgos, hasta el 2 de septiembre). Los fondos para la muestra han sido cedidos por un coleccionista anónimo y solo han podido verse antes de forma tan completa en 2007 en la Biblioteca Nacional. Ha sido organizada por el Instituto Municipal de cultura y turismo del Ayuntamiento de Burgos y la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce y comisariada por la nieta del artista, Rocío Chillida.

Siempre me ha interesado la obra de Chillida. Es uno de los artistas de vanguardia que ha acompañado mis reflexiones sobre la materia, el espacio y el vacío. He de reconocer que el impacto que me produjo en 1982 la inauguración en Valladolid de la escultura dedicada por el escultor a Jorge Guillén a partir de un verso luminoso de este (Lo profundo es el aire) contribuyó mucho a que la obra de Chillida haya estado en mi imaginario artístico desde entonces (el nombre de la exposición procede de uno de los proyectos del escultor sobre la obra del poeta). Tenía yo 19 años y durante un tiempo un cartel de la escultura ocupó un lugar destacado en mi dormitorio. Me ha interesado constantemente la armónica relación de la forma y su entorno, el significado de la materia en su diálogo con el vacío que dicen de forma nueva y más profunda lo que estaba oculto. Chillida supo, como pocos, hallar un componente artístico en lo que no puede trabajarse más que revelándose, como si dijera ahí estaba y no lo veíamos hasta que el artista nos ha indicado la luz y el aire, el sonido del viento. Lo sólido cediendo el protagonismo a lo inasible.

Esta exposición muestra un aspecto poco conocido de Chilla y es un ejemplo de cómo no improvisaba ni trabajaba como mero ilustrador de obras ajenas. Su relación con escritores y pensadores, con cuya obra se encontraba para reflexionar sobre la propia condición del arte es esencial. Estos treinta y un libros de artista -que no lo son en realidad en la pura definición de este concepto puesto que es un conjunto heterogéneo- nos muestran los años de intenso trabajo sobre el pensamiento artístico propio y su relación con la obra de nombres esenciales como Gaston Bacherlard, Martin Heidegger, E.M. Cioran, Jorge Guillén, José Ángel Valente, Joan Brossa, etc. Una excelente forma de reencontrarse con uno de los artistas de la vanguardia del siglo XX que permanecerán siempre. Vayan a verla y, si pueden, háganse con el catálogo: está lleno de cosas interesantes que ayudan a comprender lo expuesto.

Tomé la fotografía en la inauguración de la exposición, con las autoridades presentes en el acto.
 En el centro, Rocío Chillida, nieta del artista.
 A su izquierda, Ignacio Chillida, su padre y uno de los impresores de estos libros.

3 comentarios:

La seña Carmen dijo...

Gracias por esta recomendación. Para los que las artes plásticas se nos han resistido siempre, estos hermanamientos entre distintas formas de entender el arte, letras e imágenes, siempre son de gran interés.

Habrá que acercarse a Burgos en lo que queda de mes.

Myriam dijo...

Recuerdo muy bien como fui introducida a la obra de Chillida con esa escultura a partir del poema de Guillén sobre la que publicaste la entrada de marzo de 2007. Y me gusta muchísimo como explicas aquí lo que su obra produce en ti.

Revelar lo sencillo, lo obvio, lo simple, lo inasible; Guillermo de Ockham no lo hubiera dicho mejor.

Besos y como siempre, gracias por los enlaces.

Sor Austringiliana dijo...

Subiré la escalera.