lunes, 18 de diciembre de 2017

La espadaña, ofreciéndose al sol en este otoño


¿Pensaba en la espadaña
ofreciéndose al sol en este otoño?
Herida por la luz y el viento frío,
más hermosa si cabe, más consciente
del tiempo que ha pasado en el sendero.
El río baja lento, retrasando
su entrada en la ciudad, que se levanta
fea en el horizonte, oxidada y plomiza.
¿Qué pienso yo, qué busco en mí tan lejos,
que no me deja ver este sol que se amanece
besando los carrizos,
que acaricia el rastrojo de los campos?
¿Qué pienso yo si ya ha despertado el día
y también los pardales lo presienten
y algún mirlo me salta entre las hierbas?
¿Qué pienso yo tan triste si la luz
está aquí renovando la mañana?

© Pedro Ojeda Escudero, 2017

5 comentarios:

LA ZARZAMORA dijo...

Pensar... pensar, y pensar y sentir...
y mientras nos siga amaneciendo, seguir latiendo, soñando y elucubrar mil y una quimeras.
No nos queda otra;)

Un beso, Pedro.

mojadopapel dijo...

Es necesario salir al sol de la mañana y observar la naturaleza para comprender lo más esencial de nosotros mismos.

Luis Antonio dijo...

¡ Cómo echo a faltar los paisajes ajenos a las urbes...!

Rita Turza dijo...

Me encantan tus retratos de interior.

Besos.

Myriam dijo...

Hermoso poema.

Y sí, pensar menos y vivir más.

Besos