miércoles, 1 de marzo de 2017

Y después de los almendros vendrán los prunos y los cerezos


Y después de los almendros vendrán los prunos y los cerezos y todos los frutales. Se abrirán a la luz aunque tú estés fatigado y pensativo y hayas decidido sentarte en una piedra en la cuneta. Todavía quedan heladas y vientos y lluvias rabiosas de las que empapan con violencia las tierras. A veces, ¿verdad?, todo es eso. No es derrota, ni abandono. Podrías haber seguido caminando hacia el siguiente pueblo o correr para refugiarte en aquel cuarto de era o en el pórtico de la ermita junto a la chopera, buscado un poco más allá, en la loma en la que nace el sendero, un rinche que te devuelva la dimensión de tu cuerpo. Podrías haber entrado en el bar que hay al pasar la plaza de la iglesia y pedir un café con leche en vaso de tubo y tomarlo con la lenta ansiedad de quien se agarra a una tabla de náufrago. Pero aquí te quedas, en mitad del camino, subiéndote las solapas del abrigo mientras atardece y alentando en el hueco de las palmas de tu mano para calentarte el rostro. Se abren las flores lentamente, con la frágil belleza que dura un día, un día que ya nunca será como los otros.

10 comentarios:

DORCA´S LIBRARY dijo...

Cada año se repite el milagro del nacimiento de nuevas flores, pero cada año es diferente, único, como la belleza que resquebraja la oscuridad del invierno. No es mala idea quedarse a la intemperie para intentar captar ese momento, aunque haya que taparse hasta el cuello.
Saludos Pedro.

Emilio Manuel dijo...

Vendrá todo eso que dices, pero también lo hará los estornudos, los ojos llorosos, el no poder respirar, el dormir mal; lo que es bonito por un lado, por el otro viene jodido.

Myriam dijo...

... pero que siempre vuelve, en el eterno retorno
de la vida en la Naturaleza que puja y embellece.

Bendito aquel capaz. como tu, de apreciar
ese regalo.

Besos

PD- la foto es hermosa.

Charlie El Balsero dijo...

Tu escrito me hizo viajar a los años que viví en Cuba y veía pasar la vida, un dia tras otro y llegaban y se iban las pocas estaciones y en la vida no pasaba otra cosa...
Muy bonito y muy metafórico.

saludos
carlos

impersonem dijo...

Tu texto me ha parecido muy melancólico... una elección entre las posibilidades que la vida le da a cada caminante... a cada valiente que se enfrenta al camino con sus baches y encrucijadas... por poder ser todo puede ser... pero no todo a la vez... y si el camino es una lección diaria... cada encrucijada es un examen de lo que hasta allí hemos aprendido...

Queda poco para la primavera, asoma marzo, la espero con ansiedad...

Me gustó el texto... esa reflexión melancólica que creo que tiene...

Abrazo

Abejita de la Vega dijo...

si lo sabrá una abejita

XuanRata dijo...

Aun recuerdo las fotos que publicaste el año pasado sobre este mismo tema. Vuelven estas, como aquellas, a impresionarnos sutilmente con el milagro de la belleza que no se reivindica.

Un abrazo.

Ele Bergón dijo...

Te dejo esta frase que a Mª Ángeles le gusta mucho: El tiempo es circular, pero nunca coincidente.

Besos

andandos dijo...

Bueno, lo que queremos a veces es simplemente estar solos. Desde aquí veo como mi prunus comienza a sacar hojas. Cada año es lo mismo y cada año me sorprendo. Los pájaros, no sé si los mismos del año pasado, también han vuelto. ¿Cuánto vive un pájaro?

Un abrazo

LA ZARZAMORA dijo...

Podré vivir contigo uno y mil días que cada uno traerá ese matiz que lo torne diferente.

Besos.