lunes, 6 de marzo de 2017

Un día regular


Vacías los bolsillos encima de la cama.
Has procurado ser más que esas cuatro cosas:
la cartera, las llaves, un pañuelo de tela,
unas monedas, nada, las palabras oídas.
Un día regular que ya está terminado.
En el vaso con agua la rama florecida
del almendro blanquea  la luz del fluorescente.
Procuras no mirar el espejo del baño,
te cepillas los dientes, recorres el pasillo
apagando las luces para acostarte pronto.
Sabes que estás cansado pero te queda aliento.
 © Pedro Ojeda Escudero, 2017

11 comentarios:

mojadopapel dijo...

Siempre nos queda aliento, es la parte buena, si no....estás muerto.

Edurne dijo...

¡Y menos mal que nos queda!
¡Ánimo, que todavía hay para rato, para muchos días, regulares e irregulares!

Besos
;)

Emilio Manuel dijo...

Hay unos días mejores que otros, algunos no deberían ni amanecer.

Kety dijo...


No hay otra alternativa para seguir viviendo.

Un abrazo

Ele Bergón dijo...

Mañana es otro día con un nuevo despertar.
Besos

Sor Austringiliana dijo...

Hay días que mejoran si se cuentan en alejandrinos.

andandos dijo...

Hay días de todas clases, a veces pura rutina.

Un abrazo

impersonem dijo...

Escrito está: "suficiente para cada día es su propio afán"... y a cada uno nos va según... sin... sobre... tras...

Abrazo

Myriam dijo...

A veces hay que salir del cuadrado
para recuperar la fuerza
que empuja al aliento.

Un beso

DORCA´S LIBRARY dijo...

Mientras quede aliento, hay esperanza. De ahí salen las fuerzas para los días siguientes.
Un abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

Hay que seguir mientras quede aún ese hálito...
Seguir y seguir... ya lo decía el poeta del pueblo.

Besos, caminante.