viernes, 17 de febrero de 2017

Leones rampantes


A veces nos creemos espléndidos leones rampantes que levantan sus manos para mostrar las garras. Así los figura la heráldica en posición inverosímil al sujetarse sobre las patas mientras se presentan arrogantes y espléndidos. Poderosos, como si supieran que nada ni nadie puede frenarlos. Todo un emblema de las pretensiones de muchas familias que los quieren en sus escudos. Pero hay otra acepción de rampante como trepador, ambicioso sin escrúpulos. En la España nuestra de la pasada riqueza hubo muchos personajes rampantes por todas las partes y aquello parecía una selva en la que tantos rugían y mostraban espléndidos sus garras. Rampantes, con la seguridad de que nunca les pasaría nada serio. No sé si hemos aprendido bien que solo tienen pose y que, en realidad, se ajustan más a un bestiario grotesco. La memoria suele ser frágil e interesada.

4 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

Rampan y arramplan.

Ele Bergón dijo...

Querido Pedro, te imagino ya bastante repuesto de tu gripe.

Qué escribir de esta entrada que estoy como la famosa "rampante", creo que se llamaba María Teresa, cuando el Tamallazo aquí en Madrid:
"Estoy de acuerdo en todo", creo que estas fueron sus palabras. Después de aquello tuvimos a la famosa Esparanza Aguirre, durante varías legislaturas sufriéndola y se fue porque a ella le dio la gana, no porque la dejaran de votar.

En fin, encima somos tan tontos que creemos que esos rampantes, son los mejores y nuestros ídolos. No tenemos arreglo. No todos los votamos pero....muchos sí.

Besos

impersonem dijo...

La culpa es de los que se sientan o nos sentamos a ver lo que pasa y cómo pasa... creo...

No sé si hemos avanzado o hemos retrocedido al respecto del tema que señalas, tengo muchas dudas sobre ello, creo que hay más ruido que nueces a la hora de oponernos a esa cultura "trepológica" que apuntala su estructura en una picaresca que se tiene por inteligencia y habilidad social... hay mucho meollo en ello... mucho mucho...
Abrazo

andandos dijo...

Es posible, solo posible, que te refieras al ex duque. Parece increíble que pensara de sí mismo que no podía pasarle nada. Somos muy débiles. Bueno, él, no pluralizemos.

Un abrazo