sábado, 10 de diciembre de 2016

Hoy lo que tengo es niebla


Hoy lo que tengo es niebla y dolor de cabeza. Lo uno no trae lo otro. Esta niebla agarrada a las esquinas, que difumina las calles alrededor de las farolas. Niebla húmeda como aquellas de mi infancia, cuando mi madre me obligaba a salir a la calle con guantes, bufanda -atada como solo las madres de aquella época conseguían atarla- y gorro, quizá verdugo. Después de unos días en la sierra, la niebla contrasta. No es más arriba, sino más adentro, hasta la materia que todos llevamos pegada a los pulmones y a las tripas. La niebla siempre es soledad. El dolor de cabeza es por las vértebras, que se han fatigado de las malas posturas obligadas por la lectura, el trabajo y los viajes y han venido a quejarse cuando llega la aparente calma fría de la niebla. He vuelto a casa con el pelo húmedo y las manos heladas. No hay forma de esconderse de la niebla cuando esta se agazapa en las esquinas de la vieja ciudad y la hace reconocible, como esas cosas que solo se saben cuando se cierran los ojos para verlas. Escribí una novela de una ciudad de niebla con rumor de pasos en las calles solitarias. La niebla te obliga a ir hacia adentro, hacia aquellos espacios en los que no sueles estar pero llevas contigo. Como aquellos noches en los que la niebla se me había pegado al cuerpo y caminaba yo con las manos en los bolsillos del abrigo y las solapas subidas. Como si Cortázar, cuando oyes tus propios pasos en esas noches no sabes bien qué papel te corresponde en la persecución. Esos minutos en los que ignoras si eres la víctima o el asesino.

10 comentarios:

mojadopapel dijo...

Hoy te siento como si fueras los dos. Das miedo.

Emilio Manuel dijo...

Algunos dolores los arregla una aspirina, otros, no los arregla nada.

Saludos

Abejita de la Vega dijo...

Bisagras barómetros.
La bombona era naranja.
Cuídate.

Fackel dijo...

Y sigue la niebla exterior. Pero siempre es más preocupante la que llevamos dentro y no nos deja ver, aproximarnos, distinguir, edificar. Ya clareará. Salud.

VENGALLCREACIONES dijo...

Qué bien lo has descrito. No está de más traspasar la niebla que llevamos dentro, a veces se descubren hermosos tesoros muy en el interior.

Myriam dijo...

Sabes que te entiendo en lo profundo... Es bueno recordar esas estancias que forman parte de nosotros, al hacerlo la niebla puede disiparse lentamente... al tiempo que subimos un peldaño más en la ardua tarea de nuestro autoconocimiento.

Un beso.
Y que te mejores, cuidate, cuidemonos.


andandos dijo...

Sí, cuidémonos. La niebla es la misma que en nuestra infancia y juventud, somos nosotros los que hemos cambiado, los que la vemos con otros ojos. Simplemente pensar de manera consciente en ella, el describirla, así, en general, da cuenta del paso del tiempo.

Un abrazo

andandos dijo...

Llevamos, supongo que allí también, varios días de niebla, pero de niebla densa y húmeda, de esa que por las noches baja a ras de suelo y difumina desde la carretera a la propia calle. Para mí es normal el vivir con niebla, pero si dura muchos días es realmente un paisaje triste y oscuro. Pero siempre ha sido así, incluso creemos que las nieblas de antes, de hace... treinta años o más eran más densas, más persistentes, y, también, se les tenía más respeto, qué remedio.
Durante años la película que asociaba a la niebla era "Calle Mayor", supongo que porque debían de haber escenas con niebla, pero asociaba esa película con, primero, Burgos, luego Palencia, hasta que este verano por fin la asocié con la verdadera ciudad: Logroño. En fin, engañado durante años.

Un abrazo

Ele Bergón dijo...

Y a mí que en el fondo me gustan los días de niebla y pasear sumergida en su falta de luz y humedad. Mas si esos días persisten.... ya no me agradan tanto.
" la niebla te obliga a ir hacia adentro", de vez en cuando es necesario, en este sentido, caminar en esa indefinición por la que nos lleva el camino de la niebla.

Ya he visto que te has recuperado y me alegro .

Besos

Campurriana dijo...

La niebla, las fotos de niebla, es de lo más bello que he encontrado.