jueves, 22 de diciembre de 2016

En pos de Cervantes (la guía cervantina en Don Quijote en Manhattan de Marina Perezagua) y noticias de nuestras lecturas.


En pos de Cervantes, Marina Perezagua lleva a don Quijote y Sancho Panza al Instituto Cervantes de Nueva York (que ella conoce bien por haber trabajado en él durante años). Es un guiño inteligente de la autora, central en la historia y al que se llega de forma sutil. Hasta allí ha conducido don Quijote a Sancho para que reciba ilustración, a lo que Sancho contesta:

- Pues no sé yo quién pueda ser ese Cervantes, pero en siendo cristiano de buenas gramáticas, como por vuestra merced sospecho que es, no perdamos más tiempo y háblele, que yo no diré nones.

Esa ilustración es necesaria, a juicio de don Quijote, para cuando Sancho consiga ser gobernador de la ínsula (de esta ínsula concreta que es Manhattan). Esta promesa remite también directamente al texto cervantino. Don Quijote y Sancho pasean a pie, sin memoria y con conocimientos suficientes del mundo moderno, pero la autora no deja la guía cervantina que podemos rastrear siempre debajo del argumento.

Ese momento llega cuando Cervantes se hace presente en forma de la institución con su nombre. La novela se plantea también como un viaje y un permanente diálogo de los protagonistas. Caminando asisten a una sucesión de estampas, situaciones y personajes propios del Nueva York actual, pero esta estructura también remite a Cervantes. La posición central del sueño sobre Marcela -la nueva enamorada de don Quijote- tiene un significado parecido al de la Cueva de Montesinos, aunque sin el juego humorístico que tenía en Cervantes y cargado aquí de alegoría moral. También son parecidos los usos lingüísticos o los consejos sobre el buen gobierno o los nombres que adopta don Quijote.

Sobre ese esquema, Marina Pereazgua escribe una novela propia, con intención diferente, pero sin soltarse de la mano cervantina. Claramente se aprecia en el título del capítulo XXII, Que trata de lo que tratare este capítulo y cuenta lo que en él se verá, alusión directa a uno similar del Quijote. Sobre esta guía, la historia de Manhattan se va haciendo seria y en ella se repasa la vida contemporánea actual. De vez en cuando, alguna ironía divertida, como el juicio certero sobre gran parte de la poesía actual (recuérdese que en el Quijote el juicio sobre la literatura de su tiempo es permanente y hasta clave para entender la intención de Cervantes), puesto en boca de Sancho:

 se me da que eso de poner una línea bajo otra no hace un poema

Pues eso. Que no basta con poner líneas y trocear la prosa para que tengamos poesía.

Noticias de nuestras lecturas

De la entrada de Luz del Olmo sobre el sueño alegórico de las torres que introduce Marina Perezagua en la novela, interesa también el debate en los comentarios entre ella y Mª Ángeles Merino, en el que he intervenido. Invito a seguir el hilo y opinar.

Mª del Carmen Ugarte escribe una entrada excelente sobre cómo a través de la parodia de la parodia llegamos a los refranes de los personajes cervantinosperezaguanos. No os la perdáis.

Paco Cuesta se adentra por Nueva York de la mano de este don Quijote, un tanto perplejo pero siempre con ganas. Una inteligente entrada.

Mª Ángeles Merino se disculpa por no poder publicar la tercera entrada sobre la novela de Marina Perezaguas por algunos problemas técnicos. La esperaremos con ganas para cuando los solucione, entonces.




Pancho sigue enredado en el mundo unamuniano de Niebla, que leímos hace unas semanas. Aquí comenta el pasaje de la visita al experto en psicología femenina y a lo tonto a lo tonto, Pancho enhebra una entrada divertida y sutil sobre las intenciones de Unamuno incluso en crítica literaria... hasta llegar a Fosforito como solo él sabe hacerlo. No te la pierdas.


Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos. El listado de lecturas del presente curso, en este enlace`

5 comentarios:

pancho dijo...

Nada mejor que un fosforito para apagar un fuego cruzado.
Lo importante para Sancho es ser cristiano viejo de ocho apellidos por lo menos, sectario excluyente de tomo y lomo, mucho más que la cultura, tolerancia o compromiso con la educación propia y la del prójimo, algo secundario. Lo primero es lo primero.
Entonces Niebla es una novela cervantina porque no para el autor de enjuiciar la literatura de su tiempo y la de tiempos pasados Todo está en Cervantes.
Un abrazo y Felices Fiestas como casi es preceptivo desear en estos días,

Luis Antonio dijo...

No me sorprende nada que el Quijote siga suscitando recreaciones a cual más singular...

Abejita de la Vega dijo...

No tengo nada contra los sueños alegóricos. Tengo, en mi blog, varias entradas en las que me meto en un sueño, es un buen recurso. Me gustan las ensoñaciones en la literatura siempre que estén bien delimitadas, con principio y final. Y que no invadan una obra entera, que haya realidad y fantasía bien contrastadas. ¡El Quijote genial ejemplo! Esos libros que son una pesadilla desde el principio al final, esos no son mi debilidad. El de Marina Perezagua comienza en un Manhattan con visos de realidad, aunque don Quijote y Sancho aterricen de manera fantástica. Me gusta más ese Manhattan real que el onírico en que desemboca después. No me desagrada el libro en conjunto, con su visión crítica de la sociedad norteamericana, a ver que hacen los quijotes con los Trump…

Quedé bloqueada por problemas técnicos y familiares y no pude seguir escribiendo. Un beso por esperarme con ganas. ¡Feliz Navidad, Pedro!

Myriam dijo...

La acabo de terminar de leer. Al final resultó un Apocalipsis bastante acuático :-) jajaja y menos mal que no me los puso a nadar en la piscina olímpica a Don Quijote y Sancho con los 12 chinos con metralletas :-).

Me quedo tranquila con que el Cervantes es mejor que el de aquí de Tel Aviv. A propósito, me invitaron al de Varsovia que parece ser que funciona mucho mejor que el de acá.!!!

Pero, volviendo al libro de Marina Petezagua, he de decirte que me gustaron tus clases y los aportes que llevo leídos, especialmente los de Abejita trabajadora, tanto que fundió su ordenador :-)

Del Quijote en Manhatan, me gustó particularme el estilo en que está escrito y el cap. 15 tan ballenero y ecológico.

Dejo aquí.

Saludos Navideños, con frío, viento y lluvia.

Paco Cuesta dijo...

Algo hay en el libro que incita a continuar una historia disparatada. Creo que es su estilo