miércoles, 4 de mayo de 2016

Goya y Dalí. Capricho surrealista.


Hasta el 29 de mayo puede visitarse esta exposición (Goya y Dalí. Capricho surrealista, Sala municipal de exposiciones de la iglesia de las Francesas, Valladolid), que se encuentra de gira por España y recupera, en parte, un montaje previo de hace unos años al que se ha añadido la confrontación con algunos grabados originales de Goya sin alterar para facilitar la comparación. Comisariada por Lola Durán Úcar, recoge en ella la intervención que realizara Salvador Dalí  en la década de los setenta del pasado siglo en la serie de Goya, Los caprichos. A través de la técnica del heliograbado, Dalí recuperó los ochenta grabados de la serie y respetando la base inicial de Goya introdujo en ellos, aprovechando casi siempre los espacios en sombra, que aclara, elementos propios de su arte (color, paisajes, relojes blandos, sexualidad, figuras, a veces a través de un cambio sutil en el título, etc.).

No he podido dejar de recordar que Goya trabajó una serie de grabados sobre los cuadros de Velázquez para su venta que contribuyeron en buena medida a la divulgación de la obra del sevillano entre la burguesía de su tiempo. En alguno de ellos, el aragonés introdujo sutiles variantes. El proceso era de admiración, estudio e intervención sobre la obra del maestro respetado. Algo similar hace Dalí con los caprichos de Goya: admiración, estudio e intervención. En ambos casos también está un cierto afán comercial. Inicialmente, es lógico que Dalí se enfrentara antes o después con estos grabados de Goya: en ellos late ya un aire de sueño y, como siempre dijo Dalí, él pintaba lo que soñaba, que es su esencial forma de concebir toda su obra. La forma de entender esta intervención nos lleva también hacia otra de las facetas más importantes del catalán, el diálogo con los maestros para llevarlos hacia nuestra contemporaneidad, sobre todo, con un juego intertextual que convierte lo que era arte en un arte que reflexiona sobre todo con el arte. En su intervención -que a veces es mínima-, procura alejar la obra intervenida de la mera crítica social. Una visita interesante para comprobar este juego de relaciones.

4 comentarios:

São dijo...

Três pintores que muito admiro, aqueles que aqui citas.

Uma tremenda pena de não poder ver essa Exposição.


DEvo acrescentar que prefiro Salvador Dali a Pablo Picasso-

Besos, querido amigo mio

mojadopapel dijo...

Habrá que verla!

impersonem dijo...

Gracias por la información... me acercaré a verla.

Abrazo

Myriam dijo...

Recuerdo que tu hablaste sobre en Capricho 43
en una entrada tuya y vi, con mucha atención,
los 80 ya que estaba.

Me gusta mucho Goya, pero no me gusta nada Dali.

No tengo presentes los grabados de Goya sobre los cuadros de Velazquez, los buscaré en internet.

Besos