jueves, 19 de mayo de 2016

Cicatriz de Sara Mesa y la novela sentimental o romántica a la moda, más noticias de nuestras lecturas.



Ciactriz parte de la novela sentimental o romántica a la moda. Más bien de una deriva de este género, la que se introduce por los aspectos menos convencionales sociológicamente buscando lo raro o extravagante con el fin de provocar un choque en el lector habituado a la novela romántica tradicional. Sucedió, a nivel internacional, con las Cincuenta sombras de Gey (aunque parezca problemática la comparación por las diferencias argumentales, no lo es tanto en la propuesta narrativa). En España estamos menos acostumbrados a este tipo de historias que en el mundo anglosajón. En esta modalidad de la novela sentimental se suele buscar lo extraño en las relaciones personales pero sin llegar a afectar del todo al sistema de creencias ni cuestionar de verdad los valores sociológicos convencionales de los que, en apariencia, se separa pero solo en apariencia. De hecho, estas novelas suelen tocar estos motivos para interesar a un tipo de lector que no trata de cambiar su sistema de creencias pero sí asomarse un poco a lo que hay fuera de él para, al cerrar el libro, sentirse más reconfortado con su propia vida. No creo que lleguen a interesar a quienes cuestionan de verdad las relaciones personales más convencionales.

La novela de Sara Mesa tiene mucho en común con estas historias: el número escaso de personajes, la trama basada en exclusiva en una relación entre dos (hombre y mujer) que puede conducirlos a la destrucción personal -sin llegar nunca puesto que siempre la protagonista da un paso atrás en el momento oportuno- pero en la que se ven atrapados de forma inevitable, la sencillez en las caracterizaciones y en el argumento, personajes insatisfechos con su vida y que, aunque parecen ser reales contienen inverosimilitudes en su planteamiento que el lector o acepta incialmente o abandona la lectura, situaciones obsesivas planteadas reiteradamente, alternancias argumentales que juntan y separan a los personajes, etc. Propias de esta modalidad de la novela romántica podemos encontrar el establecimiento de unas relaciones poco convencionales y hasta patológicas según los parámetros habituales de la sociedad pero que no afectan más que a los propios personajes.

La autora es consciente de estas similitudes. De hecho, hay un momento en el que se hace referencia indirecta al tipo de trama más convencional de este género narrativo tan en boga hoy,  cuando el protagonista se cuestiona lo que pasaría si él fuera rico cosa que, como sabemos, es unos de los requisitos de este tipo de personajes. Y el final abierto deja la posibilidad de poder continuar la historia o bien en la cabeza del lector o bien con una segunda parte.

Sara Mesa quiere salvar a su novela de ser una más de este tipo de historias y para ello tira de oficio, que no puede cuestonarse, con el uso de recursos narrativos que distancien Cicatriz de los títulos habituales de este género. En primer lugar, la corrección estilística. La novela está escrita con un estilo cuidado, más elaborado que el que es normal en este tipo de novelas. Por otra parte: el desorden argumental (saltos temporales que sorprenden y quieren fomentar la intriga pero no llegan nunca a dificultar la lectura), mantener toda la novela en un espacio mental muy cerrado con una tensión narrativa efectiva (a costa de repeticiones que pueden llegar a cansar a algunos lectores pero en otros pueden provocar la sensación de agobio que llega a sentir la protagonista y quiere transmitir la historia), las referencias culturales (literatura, cine, música), etc. No todos los lectores considerarán estos recursos suficientes para sacar la novela del género de partida.


El jueves de la semana que viene terminamos con los comentarios de la novela de Sara Mesa. El martes 31 tendremos la habitual reunión mensual del club de lectura en su formato presencial. Para el final del curso programamos un viaje al lugar en el que se originó la poesía trovadoresca en la Provenza francesa y, con ese motivo, leeremos en el mes de junio una novela romántica basada en la historia y leyenda del trovador español más famoso a través de la literatura: El doncel de don Enrique el doliente, de Mariano José de Larra. Hay varias ediciones disponibles en el mercado y una buena edición digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes que puede descargarse gratuitamente en este enlace.


Noticias de nuestras lecturas

Mª Luz Evangelio escribe un relato sobre la obsesión por la lencería del protagonista de Cicatriz y explica las razones que le llevaron a hacerlo tras darse cuenta de que la novela no le había gustado... Os invito a leer esta entrada, muy sugerente en todo y que propone algo que no deberíamos olvidar: no siempre los libros que leemos en el club nos tienen que gustar a todos pero sí pueden darnos motivos para comentar, proponer y crear a partir de ellos, como en este caso.

A Myriam Goldenberg tampoco le ha gustado esta novela y lo argumenta con toda precisión en su entrada.

Mª Ángeles Merino (y su amiga Austri), comentan las relaciones de los dos protagonistas de la novela a partir de la idea de que no se establecen desde la realidad, sino desde la forma en la que él construye una imagen a la altura de su deso y ella se ve atrapada en la misma...


Pancho sigue con sus comentarios a le lectura que tuvimos hace unos meses de Los Pazos de Ulloa de Emilia Pardo Bazán. Llega aquí al momento de las elecciones y las enfoca desde los establos... Menos mal que termina con Serrat.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos. El listado de lecturas del presente curso, en este enlace

3 comentarios:

Myriam dijo...

Como uno de los compañeros de los que venimos
siguiendo tus clases desde la lectura del Quijote ha dicho:
"contigo hasta la lectura de una guía telefónica
se hace interesante", (nunca olvidaré sus palabras textuales)
porque en este microcosmos social que son tus clases,
siempre aprendemos y crecemos.

Estoy convencida de que como parte de la Comunicación
que hace a las relaciones humanas, es muy valioso
poder generar debates bien argumentados, con honestidad y
seriedad, en lugar de caer en la burla, la grosería, el insulto
o en críticas dogmáticas, altaneras, mezquinas
y cargadas de envidias y/o de odio, (como he leído en algunos blogs que no pertenecen a nuestro grupo). Así no se construye una sociedad, todo lo contrario: se la polariza, atomiza y por ende, disgrega, porque no todos podemos estar de acuerdo en todo -en una sociedad pluralista eso es imposible- pero si podemos fundamentar porque razón no lo estamos y escuchar las razones contrarias o distintas de los otros.

Y una última cosa, nadie nace "sabio" o asertivo o claro, sino que
vamos aprendiendo sobre la marcha.
Porque de eso se trata la vida, No?
De aprender, aprender y aprender hasta que tiremos
la chancleta o la Parca nos lleve de los pelos.

Un abrazo muy grande y gracias por lo que siempre
y tan generosamente nos brindas.

María Luz Evangelio dijo...

Yo paso a hacer la pelota a Myriam por lo bien que explica lo que pienso. Suscribo al completo. Gracias.

Abejita de la Vega dijo...

Nunca había pasado esto, pero que pase es síntoma de buena salud. Yo fui la que dijo que con Pedro sería capaz de leer la guía telefónica, una hipérbole...pero de verdad de la buena: yo he leído en este club obras que nunca hubieran estado en mis manos por iniciativa propia. Otras ya las conocía. Y, algunas, aunque hubiera tenido la iniciativa, en soledad se me hubieran caído.
Cicatriz, sin gran entusiasmo, no se me cayó y me pareció que reflejaba muy bien el aislamiento que pueden padecer algunas personas en esta sociedad de la comunicación incomunicada. Sonia no escapa del círculo cerrado en que la apresa Knut, ni siquiera cuando se casa y tiene un hijo. Sigue con la doble vida que le hace vivir en la cuerda floja y...no sabe qué hacer con tantas cosas. ¿Escapará? ¿Una segunda parte?
Deconstruye la novela romántica y la deja sin sal ni aceite.
Un abrazo Pedro, buen fin de semana y éxitos.