miércoles, 13 de abril de 2016

Confesiones del apócrifo Cervantes, de Jaime Covarsí


Jaime Covarsí (Barcelona, 1975 pero residente en Extremadura) redacta su nueva novela alrededor de uno de los misterios más interesantes de Cervantes, la autoría de la segunda parte del Quijote publicada en Tarragona en 1614 bajo el pseudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda. La teoría que maneja no es nueva aunque sea sorprendente porque sigue una de las más extrañas, pero eso no le importará al lector de esta novela porque esta novela se teje a partir de este tema para hablar sobre todo de un juego de ocultaciones y descubrimientos a la manera de una novela policíaca y de misterio, que es el género al que pertenece.

Ambientada en Sevilla (en especial en los pocos centenares de metros que separan la calle Betis del Hospital de la Caridad), cuenta la historia de un catedrático de literatura española en la Universidad de esa ciudad, Jaime Sanchís, que tras atender una llamada teléfonica en la que se le encarga la redacción de una obra de creación sobre Cervantes para una nueva colección llamada Sembalanzas mínimas de la literatura castellana, recuerda los hechos ocurridos años antes, cuando recibió la noticia de que su maestro, al que sucediera en la cátedra, le había dejado un paquete con unas cartas que contenían documentos del siglo XVII en los que se desvelaba la autoría del Quijote de Avellaneda. Aunque bien introducidos en la historia (por razones evidentes, dado el género de la novela, no revelaré más datos), estos documentos tienen el papel que Hitchcock daba en sus películas al Macguffin: algo que está en el centro de la trama y motiva su avance pero que no debería desviárnos la atención de la historia tejida a su alrededor. Como en Hitchcock, aquí un inocente se ve envuelto en una investigación policial y en unos hechos que no solo lo aturden sino que en gran medida, lo superan: un asesinato, unos documentos que pueden hacer cambiar la historia de los estudios cervantinos, un amor intenso con el que carga toda la vida, la persecución de alguien extravagante, etc. Sobre todo ello reflexiona el protagonista de forma continua para comprender su propia situación, porque la historia se cuenta acertadamente desde la primera persona. En Confesiones del apócrifo Cervantes hay mucho del buen cine clásico de misterio, sobre todo en pequeños guiños estructurales y en la caracterización de los personajes. También hay muchos guiños literarios, algo que caracteriza la narrativa del autor desde su primera novela (El bastón de avellano, TAU, 2015).

Los personajes están bien caracterizados por Covarsí, en especial el del narrador, sin agotar nunca cada una de las razones de sus actos. El estilo se ajusta a la modalidad narrativa de la obra y lo hace avanzar con naturalidad a pesar de los saltos en el tiempo. La trama funciona y puede interesar a un público amplio, interesados o no en Cervantes, y está bien resuelta y resulta entretenida. En el número de obras de creación que estos años se escriben sobre Cervantes, faltaba una como esta, que toma un misterio cervantino y sobre él construye una historia contemporánea de intriga y pasiones diversas.

La edición de TAU ediciones (también información aquí) es cuidada, con un buen diseño y de agradable lectura.

Mañana jueves 14 presentaré esta novela en el Ateneo de Cáceres, a las ocho de la tarde, en compañía del autor. Será agradable recibir allí a todos los que puedan acudir.



2 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

Tus palabras hacen muy apetecible esa novela. A por ella. Feliz presentación.

Myriam dijo...

Suscribo al comentario de Abejita.

Besos