martes, 26 de enero de 2016

Mañana buscaré el sol


Mañana buscaré el sol para hacerte
trenzas de azahar, un barco de luz
y una casa de brazos y palabras.
Y guardarlo, chiquito, entre tus manos
para las noches más tristes y amargas.

12 comentarios:

mojadopapel dijo...

El Sur siempre te espera.

María dijo...

Qué tierno es tu poema, Pedro, leerte me ha endulzado la noche.

Un beso.

Myriam dijo...

Que llegue ese mañana el sol nunca se apague.

Besos

Campurriana dijo...

Esa casa de brazos...¡qué delicia!

Un abrazo es tan necesario en casi cualquier momento... Un abrazo.

virgi dijo...

Precioso. Ojalá la esperanza fuera tan hermosa.
Besos

Abejita de la Vega dijo...

El sol está en nosotros. Somos su partícula.

LA ZARZAMORA dijo...

Delicado, dulce, y sutil...
Besos, Pedro.

Ele Bergón dijo...

Siempre hay que buscar la luz por si acaso llegan las sombras.
Besos

Edurne dijo...

Ése sí que es un buen regalo...

Besos.
;)

Joselu dijo...

Buena serie de endecasílabos que reflejan un mañana, más allá de esta noche, en que refulgirá el sol. El poeta se propone hacer trenzas de azahar, un barco de luz y una casa de brazos y palabras, todo hecho con la luz del sol. Luego lo guardará ¡atención! en sus manos (aparece ella ¿real? ¿imaginaria?) para las noches como las de hoy tristes y amargas. El poeta proyecta la luz de sol sobre la amada sea real o imaginaria y enraiza con la tradición clásica en que ella era fuente de luz. En este caso ella es receptora de luz del sol en forma de imágenes poéticas (trenzas, barcos, brazos, palabras: sucesión caótica en que se revela el cuerpo como anhelo erótico proyectado sobre esa amada receptora de luz). Ternura, petrarquismo lejano, surrealismo atemperado, forma clásica endecasílabica que encierra un potente anhelo de identidad en ella como consuelo ante la tristeza y desolación de la vida. El amante y la amada se funden, él se hace ella, se identifica con esa luz que irradia, que recibe. Todo mañana. Hoy es triste y amargo. El poeta de la ternura que es Pedro Ojeda expresa su soledad sin ella.

pancho dijo...

Como en Calderón,la tarde se hace nuevo amanecer con su aparición:
Camino de occidente seguí el sol
hasta su tumba y nuevo amanecer

andandos dijo...

He comenzado a leer tu libro. Llego tarde a casi todo, fruto de mi lentitud, así que debo elegir.


Un abrazo