domingo, 25 de octubre de 2015

Topografías de Berenice Abbott


Esta muestra (Berenice Abbot, Topogafías, en la Sala municipal de exposiciones de San Benito de Valladolid, hasta el 6 de enero) es una excelente oportunidad para conocer de primera mano la obra de una de las personalidades más interesantes de la fotografía de la primera mitad del siglo XX. No solo por ser mujer en un mundo predominantemente masculino, sino por la calidad de su mirada.

Es un acierto de la comisaria Anne Morin completar la sección central de la exposición con una parte de la serie de retratos que en los años veinte y treinta hizo Abbott. La fotógrafa aprendió la técnica en el estudio parisino de Man Ray -que le tomara un retrato magnífico que también figura en esta muestra-. Bastaría su imagen de James Joyce o el retrato de Jean Cocteau con máscara para consagrarla. También es un acierto ilustrar su trabajo sobre motivos científicos porque explican parte de la experimentación del arte de la fotografía en aquellas décadas mejor que muchos libros. Y todo se culmina con el excelente documental audiovisual que se proyecta sobre la vida y obra de esta fotógrafa.

Pero es la parte central de esta exposición la que sorprenderá a quienes no conozcan la obra de esta artista. Durante años se preocupó en documentar en imágenes la trasformación de Nueva York en los años treinta, una obra que se reuniría en el proyecto Changing New York. Una ciudad en la que comenzaban a aparecer los rascacielos que terminarían por sepultar a la vieja metrópoli para levantar una imagen de modernidad radical en unos tiempos en los que convivía ese afán de trasformación con las huellas más evidentes de la crisis económica. Su forma de mirar toda aquella trasformación hacia la modernidad entendida como hormigón, acero y vidrio, los encuadres en los que trabajaba con la verticalidad, las líneas y el juego de las sombras, la arquitectura como paisaje, consagran una forma de entender Nueva York de la que aún hoy somos herederos, incluso para denunciar los movimientos especuladores.

Esta muestra, coproducción de la Fundación Municipal de Cultura de Valladolid que girará por el extranjero, es visita obligada para todos los amantes de la fotografía.

7 comentarios:

Myriam dijo...

Estaré atenta para verla si viene a alguno de los países por los que estoy circulando actualmente.

Besos

Myriam dijo...

Y gracias por la reseña, desde luego.

São dijo...

Esperemos que essa Exposição venha até Portugal, pois oq ue escreves sobre o tema me despertou interesse.

Uma semana feliz, amigo mio :)

lichazul dijo...

buen apunte, bien por quienes vayan
bss Pedro

omar enletrasarte dijo...

Profe, recibe mi abrazo de siempre,
te cuento que estoy estudiando maquetación gráfica y dibujo, razón que me impide estar cuanto quisiera por estas letras

XuanRata dijo...

Qué privilegio poder vivir aquella época con una cámara entre las manos, aquella época de estallidos visuales en la que empezamos a ponernos a prueba.

andandos dijo...

Creo que de París también trajo una gran influencia de Atget, en su manera de mirar, además de darlo a conocer en América. Atget: sin formación fotográfica y un superdotado para mirar. Ojalá venga por aquí la exposición, claro.

Un abrazo