lunes, 27 de julio de 2015

Atardecer


No basta con que el sol se ponga. Atardecer es un acto voluntario que exige pararse un momento y dejarse de tonterías. De esas cosas que se te han ido enredando en las piernas durante el día.

14 comentarios:

lichazul dijo...

si Pedro hay que dejarse de tonterías
y buscarse

besos

Rita Turza dijo...

La vida exige que nos paremos, y así apreciar lo bonita que es.
Me dejo de tonterías, pero quiero que la vida o lo que sea se me enrede en las piernas. Y entonces no podré parar, tendré que desenredar para poder vivir.
La vida es tan mágica que no deja de sorprenderme.
Y tu blog un regalo.

María dijo...

No, Pedro, no basta con que el sol se ponga, somos cada uno de nosotros los que debemos intentar ver el sol con la luz de nuestro interior, porque por mucho que haya sol, si en nosotros hay niebla, no podremos disfrutar de ese sol.

Muy bella tu reflexión, así como la imagen.

Un beso.

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:
Es cierto, cuántas tonterías intentan distraernos para que no apreciemos la suerte de poder disfrutar de un atardecer más.
Un abrazo

Ferragus dijo...

Casi sin darnos cuenta nos llenamos de tonterías. Saludos.

Alimontero dijo...

Por eso amo los amaneceres...
nada en mi mente aún...
solo respiro junto al ritmo de mi corazón...

a sacudir las piernas Pedro!...que es mejor...

beso,

Ali

Emilio Manuel dijo...

Ya nos gustaría que los atardeceres de la vida se detuvieran, aunque fuera un segundo, es cuando sería posible esa reflexión.

Un saludo

Pd/ Me he comprometido conmigo mismo a realizar una segunda lectura de esa gran libro siguiendo el guión que marcasteis en su día.

José Núñez de Cela dijo...

Debe ser verdad. Uno debería atardecer, "atardecerse", y volver a "amanacerse" a voluntad.

Saludos!

Amapola Azzul dijo...

Pues habrá que tener voluntad.
Bs.

Fackel dijo...

Mirémoslo de otra manera: lo que se enreda lo hace porque se reconoce en una estructura. Eso también y sobre todo es vida. Salud siempre.

Abejita de la Vega dijo...

Hacer un alto para despedir al sol.

Myriam dijo...

¡Preciosa la foto!

nada tonta, por cierto :-)

Besos

Ele Bergón dijo...

El sol, todos los días, se oculta y siempre es ajeno a nuestra voluntad, nosotros somos los que tenemos las riendas para querer mirarlo y disfrutarlo.

Gracias por todo

Besos

Isabel Barceló Chico dijo...

Al final, todo lo bueno es resultante de un acto de voluntad. La belleza de la naturaleza está ahí, permanente, cada día. Son nuestros ojos los que la ven y el corazón el que la experimentan o es como si no existieran. Un abrazo, querido amigo.