lunes, 15 de junio de 2015

España necesita espacios de encuentro


En España se necesitan hoy espacios de encuentro entre las personas de diferentes ideologías (medios de comunicación, plataformas, tertulias, seminarios, etc). La evolución de los últimos años los ha anulado: no existen o, al menos, no son visibles ni tienen eco. La falta de respeto de unos nunca se debe combatir con la falta de respeto de otros. La intolerancia, la soberbia y el sectarismo de unos nunca debe ser sustituido por los de otros. Algunos medios de comunicación  y la acción directa de las redes sociales alientan el ataque fácil, se rebusca lo que unos u otros dijeron hace años como antes se ha hecho con los del bando contrario. Ojo por ojo y todos ciegos. El listón que unos pusieron tan alto ahora afecta a los propios. Está tan alto que nadie habrá tan puro y si lo hay es porque no ha tenido nunca interés en la vida pública. Tenemos que comprender que lo que me molesta de los contrarios es lo mismo que a ellos le molesta de mí. Cuando la política de ambos bandos se mueve por consignas nadie razona. Una victoria que nos lleva a la revancha y a la alegría por la derrota ajena, incluso a festejar el encarcelamiento o la inhabilitación de quienes nos molestaban, no es una victoria. Alguien debe frenar esto, es la hora de trabajar por el bien común, que no suele estar nunca en los extremos sino en la negociación que nos acerca a los intereses mayoritarios. Impulsar con fuerza el péndulo solo lo hace pasar con más veloz de un lado a otro para volver antes o después, con igual fuerza, al punto de partida. Hay tanto que hacer. Y todo comienza por hablar y mucho con quien no piensa como nosotros no para convencerlo sino para entender sus razones y sus miedos e incorporarlos en las decisiones de gobierno. Hay que hablar con el contrario más incluso que con el que está a nuestro lado.

En estos días, en España, se festeja el triunfo de la izquierda tras las últimas elecciones y, en especial la aparición en el poder de grandes ciudades de las plataformas ciudadanas nacidas de aquel movimiento del 15M que tantos despreciaron y en el que muchos vimos las esperanzas de una regeneración y limpieza de la sociedad y la política española, que tantos síntomas de fatiga y fin de ciclo daban. Es una variable radicalmente nueva en la historia política nacional, tal y como algunos vaticinábamos.

Es la hora de la serenidad y de la toma de decisiones motivadas. Del trabajo diario para resolver los grandes problemas sociales. No solo los generados por la última crisis y las políticas aplicadas desde hace cinco años siguiendo las directrices marcadas por la Unión Europea y el FMI sino de los problemas estructurales que afectan a la sociedad española desde hace décadas. Pero esto no se debe hacer desde la trinchera. Me temo que el futuro horizonte electoral de España -elecciones en Cataluña, elecciones generales- nos deparan meses de ruido, alteración y sordera. Muchos de los pactos actuales (bienvenida sea la desaparición de las mayorías absolutas de gobierno, que tanto daño han hecho en los últimos años), que a tantos les parecen firmes, se mudarán según los intereses resultantes tras las próximas elecciones generales. Los próximos meses serán de desasosiego porque todas las decisiones políticas nacionales, autonómicas y locales serán puestas en cuestión por los contrarios y dificultadas por el poder que no se corresponda con el mismo color político. O creamos esos espacios de encuentro o nos esperan meses de bloqueo administrativo e institucional. Que nadie me entienda mal: lo reclamo de todas las fuerzas políticas. Un bloqueo intencionado diseñado hábilmente por los estrategas electorales -sea cual sea su signo político- puede dar fruto, pero, ¿a qué coste para los ciudadanos? ¿O los tomarán como carne de cañón? Estemos atentos a lo que sucede las próximas semanas.

Por suerte, varias de las figuras ascendentes tras las últimas elecciones parecen aplicar la pausa a la toma de decisiones, pero a su lado hay demasiado ruido en uno y en otro lado. Esto es independiente de su filiación política y se necesita hoy en España, de forma urgente, crear espacios de encuentro entre quienes piensan diferente. Hay momentos en la historia de un país en el que las trasformaciones reclaman personas que sepan hacerlo. En la última década han escaseado en España, en estos años en los que partidos políticos y medios de comunicación han incentivado el desencuentro para sacar provecho. Tengamos esperanza de que pueda lograrse, que aparezcan para evitar que los bandazos quiebren el barco en el que navegamos todos. Y que no tengamos que esperar unos meses para esto.

14 comentarios:

mojadopapel dijo...

Es bueno fomentar posturas de tolerancia y dialogo, ahora, que parece comienza una época en que la variable común es la pluralidad. Desacostumbrados estábamos.

Amapola Azzul dijo...

Tengamos esperanza.
Besos.

María dijo...

Qué bien, Pedro, que comience en España a triunfar la izquierda, esto comienza desde ya a dar un rumbo, me siento contenta por ello.

Estoy de acuerdo contigo, se necesitan espacios de encuentro.

Un beso.

Mariluz GH dijo...

Amén, Maese Pedro.

Marina dijo...

... Pues yo acabo de terminar con uno jajajajajajajajaja

Y si nos conformamos, de momento, con puntos de encuentro?

Besitos corazón.

Ele Bergón dijo...

Tolerancia, escuchar y comprender las razones del distinto, buscar puntos de encuentro en ideas y espacios, esa es la auténtica democracia. !Ojolá que en la nueva etapa que acaba de llegar, todos lo tengamos en cuenta!
Buena reflexión y gracias por compartirla. Necesitamos de personas que nos lo recuerden.

Besos

pancho dijo...

Qué poco le interesa a la clase política tu discurso. Gobernar es ceder, pactar y dialogar. El que no lo quiera entender así, que se dedique a otra cosa.
Queda mucho por aprender en cuanto a la gestión de las redes sociales, eso es la ley de selva, cuantas más barbaridades se escriban, mejor con tal de ganar "me gusta" y seguidores, como si se ganara algo con ello.
Me interesa poco el guirigay político, pero uno se entera sin querer.
Me sumo a tu vía de diálogo, siempre mejor que tirar a dar bien parapetado y sin riesgo ninguno.

Emilio Manuel dijo...

Participo plenamente de tu crónica política. Lo más importante a corto plazo son las elecciones Catalanas, será una dura batalla, ¿se adelantarán las Generales para que coincidan con esas?, no me sorprendería, el Partido Popular podría matar varios pájaros de un tiro; el plebiscito sobre la independencia de Cataluña quedaría un tanto embrollado con las propias elecciones generales y los partidos nuevos, mareas y demás, se les acortaría el tiempo organizativo, tiempo interesante el que viene, eso sí, tendremos mucho ruido y mucha vergüenza ajena.

Saludos.

la seña Carmen dijo...

A mí me gusta la palabra, y el concepto, "consenso", algo que la mayoría de los políticos rodillo ni entienden ni lo intentan.

En uno de los primeros análisis, allá en mayo del 2011, que hizo una amiga mía sobre las asambleas en la Puerta del Sol llamó, con acierto, la atención sobre este hecho. La cito de memoria: "una de las cosas que más me han llamado la atención es que las decisiones se toman por consenso, no por mayoría. ¡Ojalá hubiéramos aprendido esto en los 70!".

omar enletrasarte dijo...

mientras llegamos a nuestro destino, lo importante es el camino,
lo habéis tomado, habéis emprendido un neoentramado político, espero eso no alcance por sí mismo, sino que devenga en las adecuaciones imprescindibles, en los logros impostergables, en el bienestar de todos ustedes, a la sazón, hermanos de clase
.
un abrazo, el mismo abrazo desde el primer día

lichazul dijo...

No solo tu España Pedro...

besos

dafd dijo...

Los medios afines a los unos, usan sus micrófonos para poner presión a los otros. Eso es un insulto a la inteligencia.

andandos dijo...

Estoy muy de acuerdo contigo, Pedro. Al final los que negocian son personas, no siglas. Si son personas muy cultas, muy formadas, muy humanas, con una altura intelectual y humana alta, mejor. Es lo que debería ser, el gobierno de los mejores, esa utopía.

Un abrazo

DORCA´S LIBRARY dijo...

Hace falta, como dices, un punto de encuentro. Para eso hay que darse un baño de humildad, no creerse poseedor de la verdad absoluta, ni pensar que los que no tienen nuestra forma de pensar son inútiles que necesitan que se les lleve de la manita, lo digo porque algunos políticos actuales piensan que si ellos faltan, el país se hunde, y no es así. Para ser un buen político hay que ser generoso, aunque parezca una contrariedad. Si el contrario tiene mejor idea en un momento determinado, no se deben rasgar las vestiduras y reconocerlo. No sé si estoy pidiendo un milagro.
Saludos.