martes, 30 de junio de 2015

Asilah


Quizá no sabes -no sé- que llevas un mar adentro. Más allá de la última roca en donde Venus se hace saliva sobre tu cuerpo, lentamente. Por eso mismo, por tu terca ignorancia te asombras -me asombro- cada vez que la brisa te desordena el pelo y te expone a la misma pregunta. Asilah es blanca y azul. Quizá más hermosa porque fue cruel bajo esta luz que ahora te ciega para que la vista te alcance mar adentro, hacia el pecho, a pulmón limpio, aunque ya sepas la respuesta. Pero qué importa. El día es plácido, oscurece tarde y el tiempo parece detenido por un momento. Suficiente.

6 comentarios:

mojadopapel dijo...

Críptico y bello lo que escribes...lo agudiza el misterio que encierra.

Emilio Manuel dijo...

A mi, que me registren.

Saludos

Joselu dijo...

No entiendo ni papa lo que has escrito, pero he descubierto que existe una ciudad marroquí que es Asilah que me gustaría conocer. Y es cierto que es blanca y azul.

omar enletrasarte dijo...

bienaventurados los que tienen el mar dentro
por su misterio, por su mansedumbre, por su rebeldía,
por su riqueza
abrazo

Myriam dijo...

Suficiente

andandos dijo...

Bueno, sueles escribir o muy concreto o muy ambiguo. De cualquier modo me anima a visitar esas tierras y esas gentes.

Un abrazo