martes, 7 de abril de 2015

Un punto de apoyo


Hoya Moros conserva algo de la nieve de este pasado invierno. Desde la cuerda de la Muela aparece el circo y toda la vertiente por la que se desencadena el rumor de las fuentes y los arroyos que buscan Navamuño. A pesar de las nevadas copiosas de los últimos meses el campo necesita lluvia. La nieve, con el calor de las estas semanas, desaparece pero no baja el agua hasta el valle y se queda en el seno esponjoso de la montaña. El verde aún no tiene el frescor que debiera. A pesar de todo, aquí están los narcisos y otras flores adivinando el mes en el que estamos. Más abajo hemos visto durante la subida mimosas florecidas, tan bien aclimatadas que parecen ofrendas perennes a la belleza. Y entre la hierba, violetas que indican que en todos los rincones puede haber misterios.

Quizá haya quien me reproche que no me ocupe, ceñudo, de la política de bajo nivel que se hace por las pobres tierras de España, en donde los partidos establecidos han entrado en situación de pánico ante la previsible bajada de votos que les llevará a repartir menos cargos, menos prebendas, llenar menos pesebres en donde vayan a comer los que han hecho de la política el arte de vivir sin más esfuerzo que leerse las circulares con las consignas del día y no plantear verdaderas batallas, repensar un sistema que se parchea sin llegar a dar cobijo a todos, dar ideas y tener vocación de servicio al país y no a sus siglas e intereses personales. Que no me ocupe de la tristeza, la indignación y la rabia que no pueden ocultar la propaganda o que no clame para que los ciudadanos voten como tales y no como súbditos drogados por el consumismo febril que es, en verdad, la cadena que hemos aceptado para entregarnos a quienes nos gobiernan.

Pero he querido durante unos días llegarme hasta el rumor de la naturaleza porque quizá el verdadero punto de apoyo para mover el mundo se encuentre en el frágil pétalo de estas flores que han brotado a su hora y que cumplen con rigurosa humildad su condición a pesar de nosotros. Salí de la ciudad para que la ciudad no me cegara y no me importa ahora aparecer fácil de metáfora al decir que también sabemos hacer cosas dignas de ser pensadas, como traer una camelia de más allá del horizonte y cuidarla para que nos regale su exotismo cada mañana. O llenar todo un valle de cerezos para que los enamorados puedan besarse bajo sus ramas florecidas. Silencio, bastan unos minutos de silencio para hallar el sendero de la mañana. Si no somos capaces de cambiar el mundo, al menos no lo llenemos de ruido.




 

 


16 comentarios:

Myriam dijo...

Si cada ser humano se ocupara de cambiarse a si mismo (para mejorar) el Mundo si cambiaría.

¡Qué maravilla de flores! ¡Qué paisajes! Gracias por compartirlos.

Un beso

mojadopapel dijo...

Te ha inspirado esta naturaleza primaveral....qué buenas fotos Pedro!

Pamisola dijo...

Maravillosa, expléndida naturaleza.
Humilde, cumplidora y siempre ¡tan generosa!.
Un regalo, gracias.
Besos.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

¡Qué maravilla! ¡Y que no lo veamos por tener el tiempo empleado tan lejos de esos verdaderos paraísos!

Abrazos

Pamisola dijo...

Maravillosa, expléndida naturaleza.
Humilde, cumplidora y siempre tan generosa.
un regalo, gracias por traerla.
Abrazos

andandos dijo...

Ruido. Daría para escribir varias enciclopedias. Quizás ahora lo más importante es la llegada de la primavera, y, para mí, volver a leer Campos de Castilla.

Un abrazo

Unknown dijo...

Que pintoresca forma de retratar la naturaleza. Una alegría encontrar este blog. Te seguiré. Un saludo.

pancho dijo...

La gente que mide el suelo con los pies no para de mirar al cielo, a punto de sacar los santos, pidiendo el agua que se hace de rogar.
Los cerezos en flor son las camelias blancas de las arenas del sur caliente de FGL.

Poco o nada espero de los políticos y su propaganda. Que haya trabajo, escuela y hospital para todos, como decía la copla, es lo que yo deseo. Y salud para verlo.

Abejita de la Vega dijo...

Esas montañas y esas flores tienen el poder de mover el mundo.

Anónimo dijo...

¡Ojalá la política de bajo nivel nos deje admirar muchas otras primaveras!

¡Salgamos a los parques!
¡Retomemos las plazas!

Emilio Manuel dijo...

Durante un par de semanas me he estado oxigenando gracias a un contacto con la naturaleza, incluso el pasado domingo realicé una pequeña caminata por el parque natural de Sierra Nevada que me ha traído una imagen muy parecida a la que has reflejado.
He vuelto, veo más de lo mismo, incluso diría que peor, aquellos que protestaron durante un tiempo comienzan a callar, estrategias de partido, de ser así volvemos a más de lo mismo.

Saludos

Kety dijo...

Deberíamos recurrir más a menudo a esa naturaleza sabia, que nos brinda flores tan preciosas como las que has compartido con nosotros.

Un abrazo

José Núñez de Cela dijo...

Son unos puntos de apoyo fantásticos!

Paco Cuesta dijo...

Hablábamos (hablabas) de refugios en El héroe discreto. Tal vez este sea el más valioso.
Un abrazo

LA ZARZAMORA dijo...

Eso es. Así mismo...
Me quito el sombrero y te aplaudo.

Besos, Pedro.

dafd dijo...

Maravillosas fotos. La que encabeza delata un espacio desolado y duro, pero tiene unos colores que no tienen nada que envidiar a las fotos de abajo