lunes, 23 de marzo de 2015

Sofrito para las lentejas


Ayer dediqué cinco minutos a la melancolía. Luego vinieron las tareas domésticas. Puse dos lavadoras y planché la ropa pendiente. Hice la casa -siempre me ha gustado esta expresión-, limpié el baño, recogí las huellas de actividad de los últimos días. Regué las plantas: geranios, un aloe, un acebo. Preparé las tareas de la semana. Conversé con los míos. Oí las noticias de las elecciones andaluzas, escribí un rato. También salí a comprar el pan y el periódico (sigo comprando el periódico en papel los domingos, soy así de raro) muy de mañana, me tomé un café y pasee por el parque para contemplar la floración de los prunos. También vi árboles artificiales y personas que se empeñaban en que el mundo entero entrara en su puño. Hacía frío: la primavera ha entrado inverniza. Quizá esto influya. Esta mañana, en Burgos, ha nevado. Lo veía tras los cristales del aula en donde comencé a explicar -con qué gozo- la narrativa en el siglo XVII que me llevará, de nuevo, al Quijote. En el paseo me dio por pensar en que la vida no es como me la cuento en el resumen apretado y mentiroso del final del día. No es que no lo supiera, es que me dio por pensar en esto. De comida me hice lentejas, pardinas, por supuesto. Con sus trozos de patatas, espinazo de cerdo y morcilla. Puse también cebolla y un puerro. Con el sofrito de aceite, ajo, pimentón y vinagre que aprendí de mi madre.

19 comentarios:

impersonem dijo...

Veo que en lo de aprovechar el tiempo eres una maestro...

Yo ayer también comí lentejas, no con tantos añadidos, y cuando estabamos comiéndolas hablamos, por casualialidad, del Quijote: mi hijo me dijo que era muy aburrido y que el Lazarillo le había gustado mucho... tal vez más adelante se acerque a él de nuevo y lo vea con mejores ojos...

En fin Pedro, la cotidaniedad nos tiene más o menos entretenidos...

Ah, estoy deseoso de que llegue el buen tiempo, estos primeros días de primavera deben ser los que le debíamos al invierno de no ha mucho en los que hizo buena temperatura...

Abrazo.

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Siempre estaremos bien acompañados de Cervantes y de sus personajes amigos, especialmente de Don Quijote.
La vida no es como quisiéramos que fuese, y -a sabiendas- nos engañamos en algún rato.

Un abrazo.

P.D.: Creo que trabaja demasiado.
¡Qué ricas esas lentejas! En mi receta, añado –en la cocción- ajo, pimiento verde y zanahoria.

Antonio del Camino dijo...

Cervantes y lentejas. Dos ingredientes que por fuerza han de dar sentido al día.

Un abrazo, Pedro.

Myriam dijo...

¡Cervantes! dichosos tus alumnos. Espero que disfruten de la lectura como nosotros lo hicimos de tu mano.

Besos

la seña Carmen dijo...

No sé cómo, además, te da tiempo para escribir aquí :-).

Por cierto, yo hacía unas lentejas de los viernes, con las que solía tener un cierto éxito, sobre todo entre los veganos.

Kety dijo...


Ayer debio ser el día de las lentejas, porque también las comí. :-)))
He retomado el Quijote en verso, y ahí estoy liada entre otras cosas.

"También vi árboles artificiales y personas que se empeñaban en que el mundo entero entrara en su puño". Esta frase es para reflexionar.

Un abrazo

Abejita de la Vega dijo...

Las tareas domésticas ventilan la melancolía, son un buen remedio.

Esta mañana me la he ventilado yo y me he puesto a destripar unas berenjenas para hacerlas rellenas. Y una salsa de tomate para...Luego haré algo de la casa, no mucho. Hago un alto para abrir el ordenador, aquí estoy.

Espero que la ventilación me llegue a esta tarde, que tengo clases, hoy no demasiadas.
¡Viva el ventilador de melancolías!

São dijo...

O meu abraço de condolências pela tragédia das mortes no acidente de avião no sul de FRança, amigo mio!

Alimontero dijo...

Qué hombre de casa y de cosas cotidianas...las das su lugar, su valor. Hoy eso ni se ve ni se escucha..

Qué gusto me da ver el gran hombre que eres, no solo en lo profesional, profe y maestro de una prestigiosa universidad, sino en el disfrute de lo simple de las cosas de la vida...sabes dar el tiempo necesario a las cosas...
cómo te quiero amigo mío!!

Ali

Pamisola dijo...

Para la melancolía, cinco minutos, no más.
Lo de las madres nunca se olvida.
Besos.

Luis Antonio dijo...

En tu entrada haces alarde de persona activa, hacendosa y que sabe hacer de todo. Cosas rutinarias adquieren un matiz especial al narrarlas como tú bien sabes. Hasta encuentras espacio para denunciar:
"personas que se empeñaban en que el mundo entero entrara en su puño". Es difícil decir tanto en tan poco espacio.

Un abrazo

DORCA´S LIBRARY dijo...

Ese sofrito, tiene una buena pinta...

Saludos.

mojadopapel dijo...

Da gusto ver como manejas a la perfección el arduo trabajo de amo de casa...el mejor testimonio de un padre totalmente igualitario.

lichazul dijo...

me encantan las lentejas con acelga , eso si sin nada de cerdo las legumbres ya tienen suficiente carbohidratos en la proporción que requiere nuestro cuerpo
;)

bss

pancho dijo...

Al menos no tuviste tiempo de regarte las plantas de los pies como otros días...
Nunca he sido capaz de planchar una camisa, prefiero no ponerla. Pero sí aprendí a coserme los botones.
Un día bien aprovechado.
Un abrazo.

Myriam dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Myriam dijo...

LICHAZUL: Infórmate bien, la carne (inclusive el cerdo) que, obviamente, no se procesa no contiene prácticamente carbohidratos. Saludos

andandos dijo...

Creo que eres una persona cabal. También compro el periódico en papel los domingos, y los sábados.

Un abrazo

Campurriana dijo...

Me ha entrado hambre.
:)