lunes, 2 de febrero de 2015

Los nuevos Tartufos


Una de las mejores formas de conocer a una persona o a un sistema es buscar el otro lado del foco de luz en el que permanece y de las palabras con las que se define, incluso aunque estas sean de humildad porque no hay nada que incurra tanto en la soberbia como la falsa humildad del que aparenta reconocer sus errores y exhibe sus flaquezas. Busca antes sus acciones -especialmente aquellas que realizan cuando piensan que nadie los mira- que sus palabras, que suelen usar como tahúres para birlarte la cartera o ponerte la zancadilla. Me temo que vivimos en un tiempo en el que, si no los desenmascaramos, volverán los Tartufos al servicio de los que gobiernan el mundo. Por suerte, ahora tenemos más experiencia y mejores herramientas: nos falta, tan solo, perder el miedo.

10 comentarios:

Edurne dijo...

Pues mucho me temo que ya están entre nosotros... En realidad, siempre han estado!
Besos
;)

LA ZARZAMORA dijo...

Pues mucho me temo, que los pillé y conmigo no podrán...
;)

Besos, Pedro.

Aún nos queda toda una primavera por delante.
Por ella!!

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Digo como Edurne, han estado siempre. No es sólo cuestión de perder el miedo, ahora hay más medios para conocerlos y desenmascararlos, pero tienen mucho poder, son taimados y no actúan solos.
Han desarrollado un sentido especial para acercarse y escoger a sus víctimas.
Y como carecen de dignidad, escrúpulos y vergüenza lo arrollan todo.

Saludos.

DORCA´S LIBRARY dijo...

Los Tartufos, Pedro, no necesitan volver porque siempre han estado ahí, escondidos detrás de la cortina de humo. Y es para eso, para cruzar esa cortina, tirar de ellos, y sacarlos a la vista de todos, es para lo que se necesita valor y mucha, muchísima astucia. Tanta como la que tienen ellos.

María dijo...

Creo Pedro que los tartufos de hoy no van de hipócritas santurrones como el de Molière, justo al revés, de libertarios despredidos desinteresados salvapatrias unos y de lobos con piel de cordero ... lo de la humildad y la solidaridad ya no tiene tirón :-)

Aunque tenemos experiencia nos falta convicción, valentía y sobre todo implicación y capacidad de servicio...lo de pensar en el bien común se dice pero pocos lo practican.


Un placer volver a tu casa... gracias!

Doctor Krapp dijo...

En el año 1969 si no recuerdo mal, Manuel Frag Iribarne ministro de Información y Turismo, promovió una revisión del Tartufo de Moliere dirigida e interpretada por Adolfo Marsillach como forma de ridiculizar a sus oponentes los tecnócratas del Opus Dei. No le sirvió de nada, a los pocos días Franco se lo cargó. Esto lo he sonsacado del libro tan polémico y actual de Gregorio Morán " El cura y lso mandarines".
Ocasionalmente desde entonces se ha usado esa obra tan estupenda para atacar a los grupos políticos y sociales. Tuve la oportunidad de ver la versión reciente que hizo ese memo engreído apodado El Brujo
Me temo que los tartufos de antaño y hogaño, usan el tartufismo ajeno como forma de esconder el suyo.

Alimontero dijo...

querido amigo, los tartufos mientras haya mundo, existirán...es más, creo que nadie está libre de tirar la primera piedra...pienso en esa época en que buscábamos nuestra identidad, en "sentirnos parte de algo"...luego con el tiempo puedo llegar a esta profunda reflexión...;)

gracias Pedro...

Ali

Paco Cuesta dijo...

Los Tartufos del XXI también han mejorado sus herramientas.

Estrella dijo...

Perder el miedo y saber mirar. Se ven pronto.

São dijo...

Sempre dei mais atenção aos pormenores do que ao todo e às acções mais do que às intenções

Abrazo fuerte, amigo mio