lunes, 9 de febrero de 2015

La lista Falciani


Ahí los tienen, uno detrás de otro. Hervé Falciani se cansó un día. Él ha explicado muchas veces sus motivos. Algunos le acusan de que se pasó al lado bueno de los que denuncian la corrupción del sistema después de intentar vender la información sin poder llegar a un acuerdo o al sentir en la nuca la amenaza de aquellos a los que había traicionado. Otros creen sus palabras y piensan que es eso, un joven inteligente y normal con un futuro prometedor que un día llegó al punto de no retorno en el que los ideales y el asco pueden más que el sueldo al final del mes. Recogió toda la información que había pasado por sus manos de los clientes del británico Hong Kong Shangai Bank (HSBC), con sede en Ginebra para el que trabajara desde el 2001 hasta el 2008 y se fue: 130.000 nombres de distintas nacionalidades que usaban esta entidad para hacer opacas sus cuentas. Desde entonces ha facilitado todo tipo de información y ha denunciado las estrategias del sistema para hacer legal lo que a todos nos parece falto de ética y para blanquear lo que es directamente delictivo. Quizá por su inteligencia, quizá porque le asesoraron bien, se dejó detener en España en 2012 y colaboró con la justicia española y la francesa en la persecución del fraude fiscal desde entonces y sigue haciéndolo (parece ser que ha facilitado información para desenredar la trama Gürtel, la operación Púnica y el caso de la familia Pujol). Quedó libre y sin cargos y cuenta con la protección de las leyes españolas pero sabe que su vida está en riesgo porque se ha ganado muchos y poderosos enemigos. Quizá por eso mismo ha decidido no retirarse del primer plano ni esconderse hasta que se olviden de él: quienes le odian tienen mucha memoria y no olvidan nunca.

No todos son evasores fiscales en el listado de los 130.000 nombres porque muchos, a través de triquiñuelas legales, habían establecido como pantallas empresas que a su vez tenían otras empresas pantallas o se habían dado de alta como residentes en Suiza aunque allí solo fueran unos pocos días al año y se dedicaran el resto del tiempo a extraer las ganancias en los lugares en los que les consideraban ciudadanos ejemplares que daban alegrías patrióticas y creaban riqueza y empleo según los principios de un mundo que cada vez ha hecho más ricos a los ricos y nos ha traído hasta ese brillante neologismo que explica tantas cosas, el precariado, pero también son los que juegan con el hambre en el mundo comprando cosechas enteras o con las enfermedades al dominar las políticas de las empresas farmacéuticas. Quizá, como el tío Gilito, volvían esos días a Suiza a tomar café junto a uno de esos lagos tan plácidos y de postal turística del país y a contar sus billetes uno a uno y arrojarse a una piscina llena de monedas. No todos son delincuentes, se acogieron a las leyes y a las normas de este mundo globalizado que permite sacar beneficios de tu país o de países que ni siquiera existían hace ciento cincuenta años y depositar las ganancias en donde tenga un mejor tratamiento fiscal. Pero otros muchos con los que comparten la lista sin importarles mucho sí lo son: evasores fiscales, traficantes de armas, clases dirigentes de sistemas políticos corruptos, reyes de la droga y el mercado negro, extorsionadores de diferente catadura, conseguidores de cualquier cosa que no renuncian a métodos ilegales para obtenerlas, etc.

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y Le Monde han comenzado a publicar la lista de nombres estos días. En España, El Confidencial. Para este país, solo para el período 2006-2007, contiene 2.700 nombres y 1.800 millones de euros. Solo para ese tiempo y solo para una entidad, el HSBC. Cuente: uno, dos, tres... así, hasta 2.700 conciudadanos que legal o ilegalmente se llevaron sus dineros hasta Suiza para beneficiarse del régimen fiscal de aquel país, no pagar impuestos en España y guardarlo al amparo del secreto bancario suizo. Muchos de esos nombres no les sonarán, otros sí. Entre los conocidos hasta ahora hay banqueros, empresarios, deportistas de élite. Casi todos nos han dado lecciones de virtud, de austeridad, de sacrificio. Nos han dicho que el trabajo y el esfuerzo enriquece y dignifica, que ellos son buenos ciudadanos y pagan sus impuestos. Algunos nos han reñido por vivir por encima de nuestras posibilidades y nos han dicho que vienen tiempos en los que hay que aprender a trabajar más por menos dinero. Muchos de esos nombres -de los conocidos y de los no conocidos- son el verdadero poder a la sombra del poder. Otros son las personas a las que las televisiones nos han hecho adorar como ejemplo de españolismo: los hemos visto abrazar una y otra vez la bandera española o exhibir la marca España mientras su dinero dormía plácidamente en Suiza. Como vieron lo que se venía encima, arbitraron medidas para que unos cuantos, los más advertidos, pudieran regularizar las cuentas con la Hacienda española en una oscura maniobra del gobierno. Los medios de comunicación que dominan con su capital o los opinantes a los que pagan su jornal nos amenazan con la huida masiva del capital español si optamos por unos u otros partidos en las elecciones. Como si eso no hubiera sucedido ya.

Ahí los tienen, uno a uno hasta dos mil setecientos tan solo en el período 2006-2007 y solo en una entidad suiza. A ellos habrá que sumar el resto, aquellos nombres que no pasaron por las manos de un joven que un día se hartó y bien porque no pudo vender la información, bien por salvar el pellejo o bien porque el platillo del asco y los ideales pesó más que el sueldo, decidió tirar por la calle de en medio y comenzar a colaborar con la justicia y darnos la lista, nombre a nombre, que nos confirma lo que todos sabíamos: que el verdadero poder no tiene más patriotismo que el secreto bancario y que el poderoso auténtico solo se envuelve en una bandera para hacernos bailar al ritmo que nos marca, hacernos comprar aquello que él decide a través de la publicidad y las campañas dirigidas a las tripas y no a la inteligencia y amenazarnos con los males del infierno si no pensamos que es bueno lo que él decide que es bueno para nosotros. Como si eso fuera la única democracia que nos dejan tener.

9 comentarios:

mojadopapel dijo...

El dinero, el dinero.... siempre el dinero.

Edurne dijo...

Como tenga pesadillas esta noche...
Y a pesar de todo esto, los habrá que seguirán jaleando las victorias de estos evasores listillos...
Me pudre!
Ya lo has dicho todo muy bien dicho.
Asco y desprecio es lo que me producen!
Besos
;)

lichazul dijo...

hasta por este lado del mapa salpica la noticia... poderosos empresarios asoman en esa lista

Don Dinero y sus tentáculos no perdona ni olvida

bss

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Nos eternizamos aguantando información de juicios y abogados, pero no de devolución de los dineros.
Y en las cúpulas siguen con los guardaespaldas y riéndose de los burlados.
Se necesita un cambio total. Si no, tanta noticia, sólo es añadir más malestar a los que impotentes dejan sus vidas por un salario que no llega ni a cubrir los gastos mínimos.

Abrazos.

Emilio Manuel dijo...

Ni lista ni puñetas, en este país no pasa nada.

Saludos

Luis Antonio dijo...

Su hubiesen varios Falciani, algunos se lo pensarían dos veces antes de depositar su dinero en el extranjero.

omar enletrasarte dijo...

el vergel capitalista tiene más espinas que rosas, a veces dejan caer migajas y nos creemos inmersos en el sistema de bienestar, pero cuando la marea sube, se llevan todo a buen resguardo
.
no tienen patria, no tienen credo, no tienen verguenza, tienes sí, su clase política que aunque perimida muchos aún los votan
el abrazo fraternal de siempre
.
uruguayos hay en la lista
digo uruguayos para involucrarlos, pero no lo son, son de ellos mismos

dafd dijo...

Al final, los países no se sostienen más que en el común. Pero éste no los administra. Es paradójico.

María dijo...

Será todo lo polémico que se quiera este hombre pero gracias a su lista y su colaboración se está empezando a limpiar mucha de la mugre que se almacenaba bajo la alfombra de este país, ahora lo han fichado los de PODEMOS .. veremos hasta donde les dejan llegar, por de pronto todos los tiene encañonados... no sé si eso es bueno o malo pero a mi me sale una sonrisa maliciosa imaginando lo nerviosísimos que se están poniendo algunos..



Muchas gracias. Un placer!