lunes, 26 de enero de 2015

Un año de todos los demonios. (Sobre Grecia y España.)


Syriza ha ganado con contundencia las elecciones en Grecia. En España, desde hace tiempo, los analistas y los medios de comunicación comparan la situación de ambos países y los movimientos políticos y sociales que se producen en ellos. Hay, por supuesto, más diferencias que similitudes: la situación económica griega era y es mucho peor que la española (lo que no es un consuelo), en Grecia ha surgido con fuerza en el arco parlamentario un partido político de extrema derecha y el desmoronamiento de los partidos tradicionales lleva un tiempo de adelanto con respecto al panorama español. España no es Grecia pero hay similitudes: el descrédito de la política tradicional y la aparición de nuevas formaciones, la corrupción extendida del sistema, la profundización en la brecha social, la reducción del nivel de vida de la clase media, el duro coste social para una parte considerable de la sociedad en lo referente al estado de bienestar, etc. España no es Grecia pero una parte de la fotografía de ambas sociedades tiene parecidos razonables.

De ahí que los medios de comunicación españoles hayan seguido con tanta atención lo que sucedía en Grecia desde el inicio de la crisis. De ahí también que se haya sido tan sensible a las amenazas continuas de expulsión de la zona euro de Grecia o de una condena a los infiernos de este país si desobedecía la política única que se instaló en Europa como remedio a la crisis y se atrevía a dar el poder a Syriza cuando todo dejaba claro que, fuera cual fuera el resultado, deberán entenderse los partidarios de una nueva forma de política que nos haga salir de la crisis y la Comisión europea puesto que no va a venir el apocalipsis. De hecho, los verdaderos expertos en el panorama político griego ya habían anticipado antes de las elecciones que si Syriza necesitaba pactar para subir al gobierno lo haría con Griegos Independientes, un partido de la derecha nacionalista al que le une su visión sobre la necesaria renegociación de la deuda en defensa de intereses exclusivamente nacionales y le separan muchas cosas, antes que con otros partidos de la izquierda tradicional. No se pueden trasplantar las cosas tan fácilmente de un país a otro y, sobre todo, con la deficiente y sesgada información con la que se nos sirve por los medios de comunicación que, no lo olvidemos, son empresas con intereses concretos.

En Grecia ha ocurrido algo que los sociólogos ya habían anticipado porque late en situaciones similares de la historia. Los cambios y las apuestas como la que ha hecho la ciudadanía griega por Syriza no se producen exactamente en los peores momentos de una crisis. En estos momentos la parte indignada de la población está desunida y atemorizada y piensa solo en lo más urgente y el resto se echa en manos de opciones asentadas que prometan solucionar la situación con medidas conservadoras y nada revolucionarias (en esto se parecen mucho Grecia y España). Es justo cuando todo se calma, bien porque la situación comienza a mejorar -lentamente, siempre más lentamente de lo que ocurrió en la caída-, bien porque se ha estancado y las personas terminan buscando sus propias soluciones para las cuestiones más inmediatas sin esperar que ningún político se las solucione, cuando se produce la reacción y se busca el cambio. En esto también se parecen Grecia y España cada vez más.

España tiene un año 2015 que a cualquier historiador futuro le parecerá una confabulación interesante de todos los demonios: en marzo, elecciones anticipadas en Andalucía (con el duelo por la lucha interna en el PSOE); en mayo, elecciones autonómicas y locales; en septiembre, elecciones anticipadas en Cataluña (con el telón de fondo del nacionalismo independentista); y en diciembre -si no se modifican los planes- elecciones generales. Por mucho que ahora nos parezca que no, nada será igual a principios del año 2016. Pero hasta entonces nos espera un año lleno de propaganda. Estemos muy atentos y vigilemos los movimientos en el campo de batalla.

8 comentarios:

LA ZARZAMORA dijo...

Eso mismo, Pedro:
Estemos muy atentos y vigilemos los movimientos en el campo de batalla.

Besos.

DORCA´S LIBRARY dijo...

Los griegos han optado por no dejarse llevar por miedos creados por los que aposentados en el poder, no querían despegarse de él. Es una lección que nos puede servir. Se trata de, como dices, estar atentos y no dejarse llevar por los que nos quieren convencer de que sin ellos ya no hay vida.
Saludos.

María dijo...

Me alegré haya ganado ese partido en Grecia, y aquí en España ¿qué pasará? yo apuesto porque saldrá PODEMOS ¿tú qué crees Pedro? ójala se produzca un cambio radical, lo necesitamos pero a la voz de ya.

Un beso.

dafd dijo...

En otra capa del fenómeno, los intereses por encima del estado-nación que juegan sus bazas exprimiendo todas las posibilidades de la democracia, e incluso superándolas.

Emilio Manuel dijo...

Puede que tanta batalla agote a los que ven los toros desde la barrera.

Saludos

pancho dijo...

De pactos antinatura sabemos bastante en este país, no es necesario ir al otro lado de Europa, por donde sale el sol, para dar con ellos. Menudo es el linaje de los políticos para dejarse escapar la poltrona.
Cuando se tiren a dar entonces es que ha llegado el momento de preocuparse, como ocurrió tantas veces en este país antes.
Con tanto ajetreo y tan seguido dan ganas de tomar el olivo.

Paco Cuesta dijo...

Yo diría que nos estamos agarrando en cualquiera de las direcciones a un clavo ardiendo. Difícil no salir con ampollas en las manos.
Un abrazo

Pamisola dijo...

De momento, no se ha caído el mundo, ante tanta insolencia. ¡Por Dios!
Y si, el año que nos espera... nos puede hundír en la miseria, o crearnos una coraza a prueba de todo.

Besos