jueves, 8 de enero de 2015

El tono narrativo de La sonrisa robada, anuncio del próximo encuentro en Burgos con el autor y noticias de nuestras lecturas.


José Antonio Abella ha conseguido hacer apasionadamente atractiva para todo tipo de lectores una novela compleja. En ella se mezclan tiempos (la postguerra mundial y la actualidad), géneros (la novela de no ficción, la correspondencia epistolar, el diario), momentos de gran intensidad sentimental y de profundo drama, lo mejor del ser humano y lo peor. Y sin embargo, la novela es sólida, no se desencuaderna y resiste todo esa complejidad gracias a dos cosas. En primer lugar, el interés argumental graduado sabiamente por el autor. A pesar de que el lector sabe pronto cómo termina la historia central -incluso puede saberlo antes de leer el libro porque está basado en una historia real-, el fruto de la investigación del narrador principal -el propio Abella- es atractivo porque nos va dejando la huella de un impulso de curiosidad que todos sentimos -¿qué pasó con la joven alemana?, ¿qué ocurre en la mente del joven español, José Fernández-Arroyo, cuando no puede cumplir sus promesas?- . En segundo lugar, por el acertado tono narrativo que emplea Abella en la novela y que lo aproxima decididamente a lo poético pero salvando a la historia del fácil recurso al sentimentalismo. Hay lirismo en la narración -imágenes de todo tipo, brillantes metáforas como la de los estorninos blancos pero sobre todo el tono sostenido en toda ella-. Y ese lirismo es lo que permite la solución final en la que todo -el pasado y el presente, lo deseado y lo sucedido- puede fundirse, como se suman las dos cabeceras de los dos protagonistas, enfermos, en diferentes lugares y en diferentes momentos pero en el mismo tiempo narrativo.

Aquellos que tengáis problemas para encontrar la novela, podéis adquirirla en este enlace de forma eficaz y rápida

Encuentro en Burgos con José Antonio Abella

Fotografía del autor tomada de la página de la editorial La isla del náufrago.

El próximo martes, día 13 de enero, tendremos con nosotros a José Antonio Abella, el autor de la novela La sonrisa robada que nos ocupa en las últimas semanas. Con tal motivo, el encuentro mensual del Club de lectura tendrá lugar en el Museo del Libro Fadrique de Basilea de Burgos (Travesía del Mercado, 3. El Hondillo) a las ocho de la tardeEntrada libre hasta completar el aforo. Será una buena ocasión para compartir con él nuestra experiencia como lectores y comentar los aspectos esenciales de su obra. Tendremos, además, la ocasión de disfrutar de la presencia de una persona con unas cualidades humanas relevantes. Te invito a acudir al acto.

José Antonio Abella (Burgos, 1956), es médico y escritor. Su primera novela, Yuda, se publicó en 1992. Desde entonces su producción literaria ha crecido notablemente hasta la publicación de La sonrisa robada, por la que ha obtenido el Premio de la Crítica de Castilla y León en su última edición.


Noticias de nuestras lecturas

Paco Cuesta escribe una excelente e imprescindible entrada que nos ayuda a comprender mejor las raíces de la novela de Abella. Aquí tenéis más razones para leerla. Después propone otra de las claves de la lectura: los contrastes entre lo lírico y la realidad, lo narrado por el narrador principal y lo contado por los protagonistas en sus cartas y diarios. Entrada imprescindible.

Mª del Carmen Ugarte decide comenzar el año en el buen camino y se lanza a la lectura de La sonrisa robada, analizando dos de las historias de la novela, ambas ejemplo de cómo las biografías son marcadas por la historia.

Mª Ángeles Merino comenta el encuentro de los dos jóvenes en Alemania y el conflicto entre realidad y sueño que vertebra toda la novela.

Gelu, a pesar de las dificultades, continúa su comentario de la novela a partir de los capítulos en distribución gratuita y llega a un punto esencial en la novela: la importancia de la música.



Pancho nos hace entrar en la Corte de la mano de Avellaneda. Toda una crítica social del Madrid de la época en unas pocas líneas.  Es en su siguiente entrada, en la que se desarrollan las burlas inventadas para don Quijote en donde mejor se aprecia la sutil lectura que de estos capítulos haría Cervantes... Y, además, está Serrat...

Ya sabéis que recojo en estas noticias las entradas que hayáis publicado hasta el miércoles anterior. Si me he olvidado de alguna, os agradezco que me lo comuniquéis.

Podéis consultar el listado con los títulos del presente curso y las condiciones de participación en este enlace.



3 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

Todos los ingredientes de "La sonrisa robada" son apetecibles para el lector pero es la parte lírica y romántica la que consigue una síntesis. Buena escultura.

El conflicto realidad sueño es muy quijotesco, nos gusta a los que pasamos por aquí.

Besos, Pedro.

El día 13 estaré allí, iré con la hora pegada, con mis chicos. Una clase distinta.

Ele Bergón dijo...

Quizá pueda acercarme el martes. Me da un poco de miedo el volver con niebla.

Un abrazo

Luz

Paco Cuesta dijo...

El tono narrativo hace que la complejidad lo sea menos.