Esta mañana me he permitido pasear sin rumbo. Salir a la calle de este domingo en el que ya hace frío y anuncian nieves. Hace tiempo que no me echaba a la calle sin objetivo. No iba de ningún sitio a ningún sitio, no caminaba para llegar al encuentro de nadie, no pretendía hacer fotografías ni tomar notas. No quería descargar la cabeza ni hacer ejercicio. En una cafetería tomé un café entre la complicidad de los parroquianos habituales del local, a los que no conocía. Al principio me observaban pero pronto me hice invisible mientras miraba mi taza. Compré el periódico en un quiosco no habitual, la barra de pan en una panadería en la que no me conocen. Hubo un momento en el que me junté con varios dobles que se me habían olvidado por ahí en tiempos en los que daba vueltas por estas calles. A algunos no los reconocí y se tuvieron que apresurar a presentarse. Como cuando alguien al que vagamente recuerdas te para y comienza a hablarte de ti como si comiera contigo varias veces a la semana.
9 comentarios:
Nos distraes con tus andanzas domingueras sin rumbo, pero lo que "mola" es la foto de esa bonita pintada de la pared.
Besos.
De vez en cuando viene bien perderse en un paseo sin rumbo fijo. Es cuando más te empapas de lo que te rodea. Ese caminar siempre suele deparar algún encuentro sorpresivo ... con uno mismo.
Un abrazo.
É bom essa situação de vagabundearmos sem rumo, sim...
Abraço forte e boa semana, querido Pedro
Lo mejor ese café de domingo, el periódico y un buen rato leyéndolo.
Me hace gracia el titulo de la entrada y el grado de familiaridad que conlleva pero también me gusta más el mensaje de la foto.
Los situacionistas franceces llamaban a este tipo de paseo "deriva". Guy Debord. Es una manera de caminar diferente, tú lo explicas muy bien. Baudelaire, Rimbaud y otros (Thoreau) lo practicaban. equivale a meditar paseando, entre otras cosas. Es diferente al ejercicio físico o a consumir naturaleza o experimentar las estaciones. Andrea, de "Nada" también lo practica en alguna medida. Es otra rutina, diferente. Creo que sabes a qué me refiero.
Un abrazo
A veces es una gozada perderse así...
Me encanta el vagabundeo por las calles o los campos sin rumbo fijo. Me hace sentirme bien conmigo misma. También a veces me he encontrado con otros yo y me ha costado reconocerlos.
Mis antiguas alumnas de Velilla a eso lo llaman andurriar.
Besos
Luz
¿Una intromisión, un reencuentro? ¿Las dos cosas a la vez, resistiendo y deseando al mismo tiempo? Difícil saberlo. ¿Y si es el pasado el que quiere esa intromisión o reencuentro en nuestra vida actual? ¿Queremos volver a él realmente?
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