martes, 10 de junio de 2014

Lo mejor de uno


En tiempos cenagosos como estos lo mejor de uno siempre está en el otro. Guárdatelo para ti y acabarás hundiéndote. Uno de los artefactos de control masivo mejor diseñado es el egoísmo.

11 comentarios:

impersonem dijo...

No es fácil el tránsito de la mente del mío al nuestro... y además los tiempos no ayudan... pero desde no ha mucho sopla un viento que huele al esperanza...

Abrazo.

mojadopapel dijo...

Pues quizá tengas razón Pedro, el egoísmo paraliza cualquier intento de conciencia social y así nos va.

María dijo...

El egoísmo nos hace mirar solo en nuestro ombligo.

Un beso.

São dijo...

O egoísmo é aquilo a que agora se chama competividade.

Amigo mio, por favor, envia-me o teu endereço, porque - tontice minha - apaguei tudo quanto era e-mails...

Bons sonhos :)

Joselu dijo...

Vivimos muchas veces pendientes del placer que queremos obtener. Cuando se depende totalmente de ello y solo se reclama placer, algo termina por quebrarse. En alguna manera, los seres humanos deben tracender su ego -más allá del egoísmo- para acceder a círculos más amplios, generosos y complejos.

Abejita de la Vega dijo...

Les conviene el individualismo.

Luis Antonio dijo...

Me ha costado, pero por fin lo tengo claro. Es más gratificante dar y poder dar que recibir... Fijo

DORCA´S LIBRARY dijo...

Nos hemos convertido en seres tan autosuficientes, que nos bastamos solos hasta para querernos. Y de tanto hacerlo, se nos han quedado los brazos anquilosados, incapaces de dar un abrazo porque sí.
Cómo extraño a esa gente que cuando te veía te daba un achuchón. Por ahí empieza el dar, para luego continuar dándose a los demás.
Un achuchón pata todos.

lichazul dijo...

el ego
es lo que termina por empantanar hasta el mejor y prometedor proyecto vivo

bss

por eso hay que soltar y soltarse Pedro
hacerse puente vivo y renuncia

Paco Cuesta dijo...

Usaremos armas de comunicación, persuasión y divulgación masivas.
Un abrazo

dafd dijo...

"Lo mejor de uno está en el otro".
Permíteme decir: siempre que el otro no se lo tome todo para él, incluido uno mismo.