lunes, 30 de junio de 2014

El mapa de la Primera Guerra de los Balcanes en la Librería San Martín


José Canalejas agonizaba unos metros más allá, junto a la fachada de la Librería San Martín. El escaparate estaba salpicado de sangre y restos de cerebro, que proyectaban sombras sobre el mapa  de la Guerra de los Balcanes mostrado allí al público, ávido de noticias sobre aquel conflicto que parecía llevar al mundo al desastre. A sus pies, Manuel Pardiñas no se movía y un hilillo de una materia rojiza salía de su sien derecha. Él había llegado allí casi de casualidad al hacer la ronda por la Puerta del Sol. En realidad, aquella mañana del 12 de noviembre de 1912 ni siquiera le correspondía a él ese turno, que había cambiado para que un compañero acudiera al entierro de su madre. Cuando oyó los tiros no lo dudó y se arrojó sobre aquel hombre que huía dejando atrás el cuerpo del Presidente del Gobierno pero no pudo impedir que se suicidara. Lo miró con calma tras recuperar la respiración. Era muy joven, podría ser su hijo. Luego pensó en los Balcanes. Debería acercarse al escaparate de la Librería San Martín porque apenas sabía situarlos en el mapa.

Para los curiosos: en este enlace se pueden ver fotografías de época de la Librería de San Martín, incluyendo una polémica con el cadáver de Canalejas. Rodado en el mismo año del atentado, hay un cortometraje que reconstruye el asesinato y documenta el entierro de Canalejas. El actor que hace de Pardiñas es un jovencísimo Pepe Isbert (en este enlace).

6 comentarios:

Myriam dijo...

Ese policía valiente, fue un héroe anónimo, sin duda alguna. Uno de los tantos que hay y que no hacen prensa. El anarquista un resentido total de la vida. Don José Canalejas una promesa de mundo mejor, truncada.

Matar, asesinar, a otro ser humano me parece la aberración más gran que un ser humano puede cometer.

Besos

Myriam dijo...

PD- Me paso luego a ver la película.

Paco Cuesta dijo...

Gracias Pedro. Soy un curioso curioso.

Abejita de la Vega dijo...

A un presidente de ahora no le pillaban delante de una librería. ¿O sí?
Muy curiosa esa película de 1912.

Besos

São dijo...

Assassinatos são sempre algo que me choca.


Fui espreitar os dois enlaces.

Querido amigo bom resto de domingo

dafd dijo...

¿De Isbert? Con los entrañables papeles que hizo después.
Creo que teníamos unos Balcanes también aquí muy complejos de gestionar. Con una clase obrera absolutamente ninguneada, maltratada y mal remunerada, se estaba preparando el cultivo en el que crecerían los hongos de la muerte. Interesantes estos apuntes, cual diarios que acercan aquellos acontecimientos que, pareciendo tan lejanos, depararon, pues hoy no los podemos dejar de ver como indicios, unos acontecimientos que aún hoy siguen pesándonos, y siguen sin salir a la luz, enterrados en miles de fosas anónimas. Es raro que en Historia algo constituya un hecho aislado, una nota suelta. Somos parte del torbellino, parte de la canción (o réquiem).