jueves, 13 de febrero de 2014

Dejar las cosas en sus días, una historia de secretos y noticias de nuestras lecturas


Dejar las cosas en sus días es una historia de historias. Todos los personajes tienen la suya propia, sin perjudicar por ello a la acción principal. Cada uno tendría su relato breve si la autora quisiera: Laura Castañón ha pretendido retratar la vida en su riqueza múltiple. Y todos esos personajes guardan secretos. En el fondo, la novela -que ya vimos cómo se construye, en gran medida, como metanarrativa- es el intento de descifrar esos misterios que cada uno guarda. Algunos solo serán revelados para el lector, no para los personajes. El lector se engancha, sin duda, a ese caminar narrativo para descifrarlos. Algunos intuye -la autora tampoco los esconde demasiado, con lo que facilita el natural descubrimiento sin trucos engañosos finales- y confirma páginas más adelante en relatos cruzados. La mayoría de los secretos serán descubiertos por relatos de los personajes, que se confiesan, otros por la escritura secreta de un diario. Uno de ellos, el que más impacto tendrá en el presente de la protagonista, a través de la última tecnología.

Pero es tarea de los propios personajes y del tiempo -del transcurrir natural del tiempo pero también de la enfermedad o de la ideología o la necesidad- el ocultar esos secretos, no desvelarlos porque suponen lugares oscuros del pasado. Se han acostumbrado a vivir amputados de esa parte de su pasado. Incluso alguno de los personajes ha vivido toda su vida bajo otra identidad.

De ahí la relavancia que tiene la tarea de Aida como protagonista investigadora y escritora. destapar las capas de esos secretos para reconstuir la historia de su familia. Alguno de ellos puede herirla profundamente. Pero hay otra faceta no menos importante en la novela: ese proceso de reconstruir la historia a pesar de los secretos camina directamente hacia las facetas más dolorosas de la memoria colectiva española del siglo XX. La búsqueda del abuelo de Aida en las zanjas donde reposan los represaliados por el franquismo es todo un símbolo. Memoria histórica y mermoia personal se dan la mano.

Noticias de nuestras lecturas

Paco Cuesta concreta en una magnífica entrada, dos claves de lectura de esta novela de Laura Castañón: las historias de unos personajes nos llevan a otras y todo se hace metáfora en el juego de desmemoria y memoria.

Mª Ángeles Merino analiza una clave técnica de la novela: la construcción de la ficción a partir de la realidad más documentada. No os perdáis las ilustraciones.

Pancho analiza la forma en la que la autora usa del correo electrónico para interesar al lector y hacer avanzar la acción de la novela. Magníficas las fotografías con las que ilustra su comentario.

Encuentro en Burgos con Laura Castañón


Laura Castañón, la autora de Dejar las cosas en sus días, novela que nos ocupa en este mes de febrero, estará con nosotros en la próxima reunión del Club de lectura presencial. Celebraremos un coloquio con la autora para debatir sobre su novela.. Con este motivo, ampliamos la convocatoria y, además de a los miembros del club presencial, invitamos todos los lectores y seguidores de La Acequia y a  cuantos estéis interesados. El coloquio tendrá lugar el martes 25 de febrero, a las 16:30 en la Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos. Entrada libre hasta completar el aforo.



Coordinador y moderador: Pedro Ojeda Escudero
Organiza: Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos
Colaboran: Instituto Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Burgos y Editorial Alfaguara.



En su comentario de la obra de Muñoz Molina, Pancho nos lleva a una de las raíces del deterioro de nuestra cultura democrática: la falta de verdadero debate, de cultura del intercambio de ideas y del pacto. Más necesario que nunca.



Gelu publica su octava entrada sobre La estafeta romántica, en la que se percibe esa mezcla galdosiana de intimidad, vida e historia.
Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en su blog hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

11 comentarios:

Campurriana Campu dijo...

No quiero leerte ahora, Pedro. Si me lo permites.
Yo prefiero acabar de leer la novela y opinar. Después leeré con calma todas las entradas relacionadas.

Felices sueños.

Misterio dijo...

Me ha gustado saber sobre el libro del que hablas. :)

No lo he leído.

Muchos besos.

lichazul dijo...

FELIZ SAN VALENTÍN!!!!
ten un precioso día del Amor y la Amistad PEDRO
besitos apapachos mimitos y todo un cuanto hay para arrebujar al corazoncito tuyo

pásalo genial
:D

Abejita de la Vega dijo...

Secretos que vamos destapando, siguiendo una ficción con buena base documentada; de tal manera que llegamos a creer en la existencia de Claudia, Paloma, Aida y demás. El hechizo de unos personajes bien trazados.

Besos, Pedro.

pancho dijo...

El enjambre de personajes que en un primer momento parecen secundarios, pero que van adquiriendo importancia a medida que la trama avanza, es otra de las características de la novela. La autora vuelve siempre a ellos a la manera de Baroja, con el añadido inteligente de los saltos en el tiempo y del espacio que añade nuevos personajes con características distintas, actuales.
A destacar también la mezcla de elementos y personajes que atraviesan todas las clases sociales con sus costumbres, hablas y su evolución ideológica precisamente en los años que más cambios han sucedido en la historia de este país.

Diecisiete entradas largas después ya terminamos el ensayo de MM sobre esta España con caries, ¡ya era hora!

Un abrazo.

Esther dijo...

He empezado a leer vuestros comentarios, aunque sólo por encima; quiero leer la novela y la tengo encargada pero aun no me ha llegado. La verdad es que leyéndoros mi curiosidad por Dejar las cosas en sus días va en aumento.

Saludos!

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Leeré el libro de Laura Castañón en verano. De momento iré tomando nota de los trabajos de los compañeros.
Gracias, por su atención con mis retrasos en publicar las entradas.

Saludos.

Myriam dijo...

Voy por la mitad del libro que me está gustando mucho. Me atrasaré un poco con mis aportes, pero quiero dejar constancia aquí de que los haré con gran placer. Los personajes tienen tanta hondura psicológica, que cuesta creer que ésta sea la primera novela de Laura Castañón. También me gusta la polifonía de que dota su obra, que la convierte un muy buen concierto.

Besos a ti, y abrazos a los compañeros de lectura y mis felictaciones, nuevamente, a la autora. Lamento perderme el coloquio, espero quer quienes asistan lo disfruten mucho.

Aristos Veyrud dijo...

Seguiré los comentarios que se hacen acerca de la obra y las obras que por el momento se están leyendo.
Saludos!!!

lichazul dijo...

Pedro he revisado mis comentarios de las últimas semanas y solo éste es el que está fuera de contexto
el resto todos tienen que ver con lo que escribes

si gustas bórralo y éste también

buena jornada

Paco Cuesta dijo...

Adres Braña: símbolo y realidad.
Un abyazo