jueves, 26 de diciembre de 2013

La edad de la razón como final esperanzado de Todo lo que era sólido de Muñoz Molina y noticias de nuestras lecturas


Al final de su ensayo, Muñoz Molina proyecta la esperanza de que, a consecuencia de todo lo que nos ha sucedido, nos haya llegado, al fin la edad de la razón: "Ya no nos queda más remedio que empeñarnos en ver las cosas tal como son, a la sobria luz de lo real. Después de tantas alucinaciones, quizás sólo ahora hemos llegado a la edad de la razón". En el núcleo del texto, el autor había desarrollado la idea de que gran parte de lo que nos ha ocurrido como sociedad se debe a que hemos vivido en una ilusión como país, un espejismo que nos ha conducido a no distinguir lo real de lo no real. La circulación de dinero en un país que no tenía suficientemente asentadas las estructuras ni la mentalidad democráticas, en el que los partidos políticos pronto se convirtieron en estructuras fuertemente jerarquizadas, nos llevó a la necesaria catástrofe. En efecto, tiene razón Muñoz Molina al afirma que la democracia hay que enseñarla porque no es lo natural ni lo fácil. Y en España nadie ha hecho pedagogía democrática. Hubo entusiasmo de libertad en la época de la Transición y necesidad de acuerdos en la Constitución del 78, pero después el flujo del dinero se mezcló con las estructuras caciquiles y los intereses políticos. A partir de ahí falló todo: los medios de comunicación, los dirigentes políticos y la misma sociedad, anestesiada ante la cultura del todo gratis y la facilidad para vivir en un espejismo de opulencia. El dinero pervierte siempre. Y lo hace más tal y como llegó a España a partir de finales de los ochenta: fácil y sin control alguno en un país sin cultura democrática.

La esperanza de Muñoz Moilna es que hayamos aprendido, que los españoles dejemos de ser súbditos para ser ciudadanos con todo lo que implica este término. Ser ciudadano es un esfuerzo diario. Yo quisiera también caer en la esperanza pero las noticias no son felices: los partidos políticos siguen sin reaccionar y tienden a conservar las mismas estructuras que les han llevado a su descrédito; no hay renovación de los políticos y muchos de los que están en el poder nacional, autonómico o local son los mismos que tomaron las decisiones que nos han traído hasta aquí o que ayudaron a tomarlas sin que asuman las consecuencias de sus actos; todavía hoy la gente se mueve por las tripas y no por la razón en materias como los localismos y los nacionalismos; las nuevas caras que aparecen en la política dentro de esos partidos políticos son de una mediocridad aterradora -lo mismo sucede con las nuevas generaciones que ocupan cargos de todo tipo-; en general, los medios de comunicación siguen haciendo juego a los grandes poderes y la información más parece ruido tendencioso que investigación propia; la sociedad no termina de tomar conciencia de ciudadanía y aparece derrotada y resignada.

Me temo que no soy tan optimista como Muñoz Molina, aunque también pienso que la única solución para la verdadera y definitiva modernización de España es la que él señala: que los españoles decidamos, definitivamente, ser ciudadanos.

Un magnífico ensayo el de Muñoz Molina, que quedará como uno de los textos esenciales en el diagnóstico de lo que ha ocurrido en los últimos decenios en España y en el estudio de las claves como sociedad de este país desde el siglo XIX hasta nuestros días.

Noticias de nuestras lecturas

Mª Ángeles Merino, con sus mujeres galdosianas, nos  pone acertadamente sobre la mesa algunas de las claves del ensayo de Muñoz Molina: la religión, la educación, la cultura y el nacionalismo. Todo ello tan mal gestionado por nuestros políticos.

Pancho llega al análisis de la impotancia que el dinero fácil tuvo en la destrucción de nuestra sociedad. Y comenta una de las claves del tono sincero de la obra: lo autobiográfico, una de las esencias del estilo de Muñoz Molina.

Antonio Aguilera comenta, con todo acierto, algo esencial de Todo lo que era sólido: el narcisismo y megalomanía de nuestra clase política. Y nosotros, que se lo hemos tolerado.

Myriam concluye su aportación a la lectura de Todo lo que era sólido con el resumen de las claves histórico-sociológicas que nos han conducido hasta la situación presente.

Para aquellos que no pudisteis ver el programa Salvados del último domingo, os dejo el fragmento con la entrevista que Jordi Évole le hizo a Muñoz Molina en este enlace. Reconoceréis, en lo que dice el escritor, una buena parte de los contenidos del libro que hemos comentado en este mes de diciembre.


Termina Pancho su extraordinaria aportación a la lectura de La estafeta romántica de Galdós. Quiero resaltar dos cosas hoy de ella: la selección de las citas (una acertada antología de frases clave) y la forma de desentrañar la técnica galdosiana, aquí, por ejemplo, cómo nos hace desear la continuación.


Como sabéis, la próxima semana comenzamos la lectura de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, el poemario de Pablo Neruda publicado en 1924 que nos ocupará durante el mes de enero.

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en su blog hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

16 comentarios:

LA ZARZAMORA dijo...

Prefiero apuntarme a ese cálido refugio que es la poesía.
Cuénta conmigo.
Ese poemario me lo regaló mi profesor de Literatura en COU, y yo a alguno de mis estudiantes...
De Neruda, si bien me quedaría con su Residencia en la tierra, el despliegue de Amor que desparrama en este breve poemario es un bálsamo entre la miseria y el desaliento que nos rodea...
Y no, Pedro.
No nos robarán ni el amor ni los besos.
La sonrisa... eso ya no te lo prometo.
Besos.

DORCA´S LIBRARY dijo...

Hace tiempo leí el libro de Pablo Neruda que nos toca para el primer mes del nuevo año, que está a la vuelta de la esquina. A lo largo de los años volví a este libro, leyendo el poema que me salía al abrirlo al azar. Cuando ahora he vuelto a empezarlo, las sensaciones están siendo muy diferentes. Ni yo ni el paisaje que me rodea somos ya los mismos.
Vuelves a la poesía como el invierno vuelve cada año, éste por las mismas fechas, pero el transcurso del tiempo da a tu mirada otro color, y al final te das cuenta que lo importante no es lo que contengan un paisaje o un poema, sino la autenticidad de su desnudez.

P.D. Pedro, hace unos días te dejé mi comentario del libro de Muñoz Molina en tu correo. Luego me di cuenta que debía haberlo puesto aquí, en tu blog. No sé si lo habrás leído.Como es el primero que hago, me gustaría saber tus impresiones.
Un abrazo.

Antonio Aguilera dijo...
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Antonio Aguilera dijo...

No podré llevar otro mes de locura como este. Acabaré el de Muñoz Molina en Enero.
Y estaré atento a vuestros amorosos comentarios porque yo también, en noches como ésta la tuve entre mis brazos. Burr ésta hace frío jaja mejor de verano

Anónimo dijo...

Libro necesario de leer,mucho jugo. Todos lo sabemos pero M.Molina lo transmite de una forma transparente y responsable y a la vez no provoca agresividad,a mí al menos. Y efectivamente hay que esperar a que cada uno sepamos donde estamos y desde ahi comenzar a hacer algo. Tampoco sé si es fácil. Pilar M. Sancho.
Aprovecho a darte las gracias por tu gran idea de este club de lectura.Es un honor

Abejita de la Vega dijo...

Un diagnóstico que pasará a ser un clásico. ¿Llegaremos a la edad de la razón democrática y ciudadana? Esperemos que así sea, que esta crisis sea lo suficientemente pedagógica, si no escarmentamos esta vez...
Los políticos han de saber que, a partir de ahora, vamos a mirarlo todo con lupa.

Esta vez, al redactar mi entrada y volver a leer las páginas dedicadas al nacionalismo, me he quedado con la boca abierta; el nacionalismo hipernacionalista es así, responde a las claves que nos da Muñoz Molina. Viene a decr algo así como: los malos son los otros, los que todo lo han estropeado, nosotros éramos buenos y puros, teníamos todas las virtudes hasta que llegaron estos, somos unas víctimas, qué estupendos somos, dignos descendientes de aquellos que, bla, bla, bla. Pero qué precisión en las palabras de Muñoz Molina, no exentas de ironía ni del sentido del humor.

Las galdosianas han cambiado mucho sí, es que han ido a la universidad...de Burgos.

Neruda, no sé yo, lo veo muy difícil, ya le he dado unas cuantas vueltas y no sé yo...

Besos, Pedro.

omar enletrasarte dijo...

Profe, hoy como alumno tendré mala nota, no quiero leer, pero si hacerte llegar un enorme abrazo, el deseo más sincero de un gran 2014, pero además que los venideros sean todavía mejores
.
recordemos que somos ríos, que buscan el mar, ríos que corren y que son distintos cada momento que pasa, pero lo interesante de este destino de acabar confundido en aguas, es que nos reconozcamos llenos de vida hasta ese momento
omar, desde Uruguay

pancho dijo...

Después de la publicación de este ensayo nadie podrá decir que el intelectual MM se apartó de su responsabilidad como ciudadano o que no hizo nada por evitar el derrumbe en tantos sentidos de la sociedad española. Una pena que solo se trate de un libro, porque aunque venga precedido y seguido de premios y éxitos y sea un best seller, no deja de tener una difusión mínima y precisamente entre la gente más concienciada, la que menos necesita de sus enseñanzas, unos porque ya las saben y otros porque ven las cosas de otra manera y nada los va a cambiar de su cerril manera de pensar.Desde este pequeño rincón de internet lo único que podemos hacer es sumar un grano y con otros granos ir haciendo granero poco a poco para remover conciencias e ir construyendo una democracia en libertad.
Yo llevo comentado y resumido alrededor de un tercio del ensayo, creo que hay que terminarlo, cueste lo que cueste y se aburra quien se aburra. Neruda y sus astros que tiritan en el cielo, o algo así, bien pueden esperar. El ensayo es demasiado bueno para dejarlo a medias.
También creo que no es lo mismo leer sus poemas tan bellos y atractivos que escribir sobre ellos. Ya veremos cómo andamos de tiempo.

La situación actual del país tiene mal remedio, da la sensación de que ya ha empezado el sálvese quien pueda. Hay muchas cosas que cambiar y la gente ya desiste por cansancio, se deja arrastrar por cualquier cosa que promete la terra prometida, la Arcadia feliz sin esfuerzo. ¿Dónde hay que apuntarse?
Bien pensada y completa reflexión como punto final al ensayo.

Gracias por tus palabras a la doble aportación propia de navidad al club y por la coordinación de tanto miembro participante.

lichazul dijo...

Pedro te dejo un abrazo de verano para tu invierno español
que el 2014 traiga mucho trabajo , salud, y energías para ti y toda tu gente. Gracias por todos los comentarios compartidos durante el 2013. Espero seguir visitando tu espacio
Besos

pd...acá de este lado del mapa estamos a más de 32°, lacios y lentos
absolutamente lentos
la sensación térmica es mucho mayor
el poco aire que circula es demasiado cálido
el cemento hierve
las ideas no asoman
las neuronas solo piden agua jajaja

lichazul dijo...

pd... no apunto el amor, porque por lo leído ya está así que a disfrutarlo a concho , a saltarse las reglas y el protocolo
que el amor cuando corre por las venas
es simplemente un loco delicioso

:D
felicidades

Myriam dijo...

¡Gracias, qué lindo es haber podido ver la entrevista gracias al enlace!

Esperemos que todos lleguemos a la Edad de la razón y razonemos juntos para conseguir un una ciudad, un país y un mundo mejor!

Besos

Myriam dijo...

PD- Aún no he alcanzado a visitar los aportes de los compañeros, lo haré en estos días.

Myriam dijo...

Ya ando Nerudeando. Más besos

Pamisola dijo...


Este libro sí lo he leído, y me ha parecido verdaderamente esclarecedor.
Sería de desear que cambiáramos y nos dedicáramos a ser ciudadanos responsables de una vez y no dejar que nos estafen una vez más, parece la única solución. Alguien dijo que si quieres que las cosas cambien, cambia tú.
Totalmente de acuerdo en casi todas sus reflexiones.
Las aportaciones de los demás lectores enriquecen siempre el libro de que se trate.


Te deseo un Feliz Año Nuevo.

Besos.

andandos dijo...

Estoy intentando que mis hijos, ya adultos, lo lean, porque muchas de las cosas que dice se las he dicho a ellos yo también, no de manera tan brillante pero con el mismo fondo.

Un abrazo

Paco Cuesta dijo...

Yo tampoco soy tan optimista, no solo porque los políticos se resisten a cambiar, Debamos cambiar todos, reconocer que somos, no más pobres de lo que creíamos, sino que no era posible ser tan ricos (como creíamos).
Un abrazo