viernes, 18 de octubre de 2013

Miró último (1963-1983): La experiencia de mirar


Desde 1956, Joan Miró gozó de un privilegiado refugio en Mallorca. No es que se aislara del mundo ni de la realidad española, a la que siempre estuvo atento, sino que su casa-taller mallorquina le permitió contar con el tiempo necesario para profundizar en su visión del arte y llevar a cabo proyectos que le interesaron más allá del ruido comercializador que invadió el mundo artístico a raíz de la postmodernidad, que tanto le debe a él como a los otros dos grandes pintores españoles de la primera mitad del siglo XX, Picasso y Dalí. Los tres vivieron lo suficiente para asistir al surgimiento del pop art y otros movimientos que sólo pudieron aparecer a finales de los años cincuenta del pasado siglo gracias a la continuidad de la vanguardia que representaron. Ya hemos hablado aquí de esta etapa de la vida de Miró con motivo de las obras que realizó a partir de la lectura de Ubú rey. Si en aquella ocasión Miró dejaba claro su compromiso ideológico, en la que hoy nos ocupa asistimos al compromiso estético con la vanguardia, todavía más intenso. No para canonizarla, precisamente, sino para avanzar en ella de una manera tan libre y personal que todavía hoy asombra. La edad no había frenado su creatividad sino que la había impulsado al encontrarse más allá de toda urgencia de éxito. Miró, además, hacía tiempo que había creado su propio estilo y pudo tomarlo como impulso para ir todavía más allá en su propuesta artística.

Miró último (1963-1983): La experiencia de mirar se muestra en Sala Valentín Palencia de la Catedral de Burgos hasta el próximo 8 de enero. La exposición, organizada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (de cuyos fondos proceden las piezas mostradas) es una magnífica oportunidad de comprobar todo lo dicho. La treintena de obras (pinturas y esculturas) nos muestran a un Miró que vuelve a la esencia de la vanguardia, que reclama para el proceso artístico el protagonismo -testimoniado también por el cortometraje expuesto, realizado por Pere Portabella en 1969- y que profundiza en la expresión del color, la ruptura de las expectativas del receptor, el tratamiento del espacio y la esencialidad alejada de toda anécdota. Hay mucho de ironía y de juego, incluso de humor. Pero de un juego que aborda lo único que le interesaba de verdad al pintor: el arte. Desde parámetros preculturales profundiza en la relación del ser humano con el paisaje a través de la pintura o de la escultura, quiero decir, del material con el que se hacen. O del ser humano con su propia esencia, como en las mujeres con pájaro de su obra cuya relación desarrolla una simbología desde la sexualidad hasta la libertad, si es que ambas no son la misma cosa.Toda la exposición culmina, acertadamente, en Mujer, pájaro y estrella (Homenaje a Picasso), obra que explica toda esta etapa de la vida de Miró y su concepción artística.

La muestra -que será ampliada para sus montajes en los Estados Unidos-, está excepcionalmente bien montada. Su guion y la intención de explicar la producción última de Miró es elogiable, como también lo es la pulcritud con la que ha sido iluminada y estructurada. Quizá se echa de menos un panel inicial más amplio para los no conocedores de la obra de este artista y del tipo de vanguardia que encabezó o para los más reacios a este tipo de arte o quizá sea mejor así, asistir sin previa preparación a la creatividad de este artista, que establece un interesante diálogo con el marco arquitectónico en el que se encuentra.Una exposición que hay que ver, sin duda alguna. No hay demasiadas opotunidades como esta.

12 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

Miremos

mirones dijo...

No miremos

São dijo...

Já tive o prazer de visitar a Fundação Miró em Barcelona e é um artista que admiro. Como também admiro Dali, que tem uma criatidade espantosa e inesgotável.

Picasso não me agrada nem como pessoa nem como artista, com excepção de dois ou três quadros(não sendo nenhum deles "Guernica", que vi no Museu Rainha Dª Sofia em Madrid)

Querido amigo mio, bons sonhos, rrss

Luis Antonio dijo...

La Fundación Joan Miró está ubicada en la ciudad de Barcelona y posee algunas de las obras más representativas de este excepcional y singular pintor...

José María Souza Costa dijo...

Olá, bom dia.

Hum, vim ao teu espaço, para lhe desejar um fim de semana bom. Com sol. Sorridente. Com muita Paz Espiritual. Que a compreensão seja a continuidade de uma vida, com paz, sonhos e esperanças. Sempre.
Bom tempo de verão, para quem está na região Sul, Suldeste, Centro Oeste e outras, precisa adiantar o relógio, e para quem não está nessas regiões. Contentamentos, por que Vida segue, sempre e sempre.
Abraços, abraçados.

Myriam dijo...

Te miro desde Paris y te saludo a Miró también

Natàlia Tàrraco dijo...

No hay que perdérsela, para mí está más cerca la Fundació Miró.

lichazul dijo...

me gusta la sicodelia de este pintor
aunque suene poco ortodoxa

besos y buen fin de semana Pedro

Alimontero dijo...

Cuando miré sus obras la mayoría me gustaron....;-)
Sus colores y figuras me sorprenden...;-)

Ali

LA ZARZAMORA dijo...

Siempre me ha fascinado este pintor.
Gracias por la reseña.
Besos.

Paco Cuesta dijo...

En arte y literatura "las notas al pie" (panel inicial)a mi juicio ayudan. En cualquier caso, afortunadamente, tenemos la oportunidad de repetir visita.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Próxima parada Burgos. Miró es fascinante.

Besos.

Rita.