lunes, 28 de octubre de 2013

Me sobraba un dedo


Esta tarde, al entrar en el gimnasio intenté ponerme los guantes pero me sobraba un dedo. Cambié de mano, les di la vuelta pero seguía sobrándome un dedo y así era imposible cerrar el velcro y comenzar mi rutina de ejercicios. Lo intenté varias veces. Se me ocurrió pensar en las pocas cosas que encajan de verdad en este mundo y cómo todos intentan forzar las piezas de un puzle imposible incluso recortándolas o doblándolas.  Decidí que lo que me sobraban eran los guantes.

16 comentarios:

lichazul dijo...

guantes, dedos, gimnasio
ufff, es mucho para mí(encierro)

besos

Spaghetti dijo...

Con unos mitones en crochet, no te sobrarían guantes ni dedos. jijijijijiji

Pamisola dijo...

Eso me pasa a mi con los de coger la fruta en el "super", unas veces me sobra y otras me falta, poca destreza, me digo.

Besos.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Cuántas veces utilizamos lo que no necesitamos... en este caso el guante si lo sabía y te avisó.

Natàlia Tàrraco dijo...

Siempre podemos recurrir a la amputación o a cambiar de deporte.
Besito en martes.

Anabel Rodríguez dijo...

Di la verdad... no querías ir al gimnasio. Un beso

lichazul dijo...

te dejo la url
(los otros quedaron de lectura)

http://lunapagana1.blogspot.com

besos y buena jornada PEDRO

Anónimo dijo...

La vida, sus escenarios, sus espejos...sus mutilaciones.
Muy bueno.

Myriam dijo...

Debe ser un gimnasio muy elegante el tuyo porque en el mio no hay guantes...


Muy lindas tus amebas azules.


Besos

omar enletrasarte dijo...

si no fuera dramático,
sería muy gracioso
.
un abrazo Profe

mojadopapel dijo...

Muchas veces nos empeñamos en encajar donde no debemos...¡buena solución! Pedro...la tendré en cuenta.

María dijo...

Algunas veces las piezas de los puzles no encajan, como tampoco los guantes.

Un beso.

Asun dijo...

Por eso no voy yo al gimnasio, por si me dan guantes y me pasa lo mismo que a ti.
Prefiero ir a darme un buen paseo, que además así puedo llevar a las fieras conmigo.

A todos esos que intentan forzar las piezas para que encajen les ponía yo —como decía mi padre— a sacar patatas de sol a sol, a ver si mientras tantos se les ocurría alguna idea que realmente valiera la pena.

Un beso, Pedro

MIMOSA dijo...

La verdad es que es un dilema tener que elegir entre hacer desaparecer el dedo o el guante...buena elección.

Hay veces que las piezas sí que encajan, pocas, pero las hay. Habría que fijarse más en esos modelos.

Besos

virgi dijo...

Mejor, así se siente todo con más sensibilidad.
Besos

Paco Cuesta dijo...

Sin libertad ni la rutina es posible.
Un abrazo