miércoles, 16 de octubre de 2013

Acerolas


- Ayer no la vi en el puesto, estaba una mujer morena.
- Mi hija.
- Muy guapa.
- Y cómo nos cuida. Ahora que somos mayores suele venir cuando sale de trabajar o los días festivos.
- Me preocupé, porque siempre los había visto a usted y a su marido. ¿Cuánto tiempo llevan vendiendo acerolas aquí todos los meses de octubre?
- Casi cincuenta años.
- Toda la vida, toda mi vida, llevo comprándoles acerolas toda mi vida. Creo que desde que dejé de vivir con mis padres solo un par de veces he probado acerolas que no sean de sus árboles. A mi hija le gustan. Es curioso, las acerolas y los perucos son las únicas frutas que come sin protestar. Tuve una novia que prometió llevarme a cogerlas a un acerolo de alguien relacionado con su madre porque cuando estuve en su pueblo aún estaban verdes. También me prometió higos y brevas de una higuera familiar. Pero siempre que llegaba la temporada tenía una excusa y jamás cumplió sus promesas. ¿Y no se cansa, tantas horas de pie?
- No, me gusta. Y ya son setenta y seis años.
- Pues no los aparenta. Está usted muy bien.
- Por las acerolas -se sonrió-. Tienen muchas vitaminas.

18 comentarios:

Pamisola dijo...

A mi me llamaban la atención sobre todo por el colorido, no me gustaban mucho. Qué recuerdos, por aquí no las he visto nunca.

Besos.

andandos dijo...

Eso, la vida.

Un abrazo

lichazul dijo...

sin duda con sus propiedades antioxidantes y ricas en vitamina C la casera que las vende ha de tener una salud muy buena

acá no se ven por las ferias , pero en tiendas especializadas de seguro habrán

besos

MIMOSA dijo...

Mmmmm!!! Acerolas!! Anoche me quedé con las ganas!!!
Ya hace tiempo que no las veo por aquí, no así los perucos que llegan cada año...

Toda la vida, toda una vida...Son las cosas más sencillas las que más nos llenan, sobre todo si se hacen con cariño...

Besos, Pedro

Abejita de la Vega dijo...

Conversación de amas. o amos, de casa. Tenderas que siguen en pie hasta los setenta. Otro mundo, otro lenguaje.
¡Qué frutas tan bonitas!

Merche Pallarés dijo...

¡¿Acerolas?! A mi me parecen manzanas de toda la vida. Jamás había oido esa palabra, tampoco "peruco" pero esa se parece más a pera... :( Besotes ignorantes, M.

Merche Pallarés dijo...

¡¿Acerolas?! A mi me parecen manzanas de toda la vida. Jamás había oido esa palabra, tampoco "peruco" pero esa se parece más a pera... :( Besotes ignorantes, M.

Abejita de la Vega dijo...

Mensaje para Merche: yo tampoco conozco las acerolas, los perucos sí, son peras de San Juan.

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MERCHE / ABEJITA: Las acerolas, aunque pueden encontrarse en algunas fruterías y mercados, no suelen comercializarse. De hecho, es imposible encontrarlas en supermercados y grandes superficies. Su sabor es agridulce, su tamaño es muy pequeño -no como manzanas, Merche, sino más bien como pequeñas canicas- y contiene semillas. Todo ello hace que los grandes comercializadores de frutas no las encuentren atractivas para el consumidor medio.
El acerolo se extendía antes por toda Ëspaña, ahora ya no porque se han arrancado o dejado secar muchos porque no se ve viabilidad comercial en él y por el abandono de los pueblos. Es un árbol pequeño, con ramas rugosas.
Sin embargo, aquellos que probamos las acerolas de niños no olvidamos su sabor. Curiosamente, una fruta antes tan común ahora nos parece exótica.

lichazul dijo...

Pedro te dejo este enlace por si alguien se interesa en las propiedades de este tipo de cereza

http://www.botanical-online.com/acerola.htm

buena jornada

Paco Cuesta dijo...

Exótica al principio, humilde después, inaccesible más tarde. ¿Novia?
Un abrazo

matrioska_verde dijo...

pues nunca oí ese nombre y no recuerdo probarlas, le preguntaré a mis padres a ver si ellos conocen ese nombre, si conozco los perucos, a mi madre le encantan.

biquiños,

mojadopapel dijo...

Cómo me gustaban!...en el sur no las conocen.... creo Pedro, que son más bien del centro-norte, y de pequeña, me parecían manzanitas para las muñecas aunque no lo sean.

Myriam dijo...

No conocía a las acerolas, pero lo que si sé es que no son ningunas cerezas, éstas son prunus y las otras son Malpighia emarginata, o sea otra especie bien distinta. Interesante, acerolas se llaman en hebreo y sueco. Gracias Pedro por presentármelas.

Besos

LA ZARZAMORA dijo...

Me gustaría probar una porque nunca lo he hecho.
No las conocía.
Así pediré un deseo...
Besos, Pedro.

Merche Pallarés dijo...

Gracias ABEJITA y PEDRO por las explicaciones. Yo recuerdo de niña en el País Vasco comer unas frutas pequeñas marrones, muy dulces, bueno, un poco agri-dulces, pero no recuerdo cómo se llamaban y tampoco las he vuelto a ver de mayor. Supongo que serán estas acerolas... Besotes, M.

dafd dijo...

No me gustan sus colas, sus líos, pero sin duda lo mejor de los
mercados son las conversaciones. Son como la fruta que se vende.
Un resplandor de foto.

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Pancho, sus dos últimas entradas la más reciente
y la anterior
dedicadas a 'La estafeta romántica', las ha ilustrado con obras de Luis Meléndez. En varias de esas pinturas hay acerolas, que parecen recién cogidas.
Me acordé de esta entrada. Y he venido a decírselo y dejarle una canción de Labordeta.

Saludos

P.D.: En Cataluña se llaman serbas.