lunes, 23 de septiembre de 2013

El privilegio de la memoria. Asunción Balaguer en El tiempo es un sueño


Ayer domingo día 22 asistí a la representación de El tiempo es un sueño en el Teatro Zorrilla de Valladolid. A partir de las experiencias, la memoria y el trabajo artístico de Asunción Balaguer, Rafael Álvarez, el Brujo, ha escrito y dirigido este recomendable espectáculo. Se trata de un monólogo construido con economía de medios y el preciso tono lírico que se adapta perfectamente tanto a las condiciones de la protagonista como a la forma de abordar los fragmentos biográficos que nos regala. Si alguien sabe en España cómo hacer funcionar la estructura dramática de un monólogo ese es el Brujo, que tantos espectáculos de este tipo ha protagonizado en los últimos años.

En El tiempo es un sueño, se comienza por los recuerdos de la infancia y la primera juventud -la madre, el padre ausente, la República concretada en las faldas de las monjas pero también en la creación de escuelas y lugares de esparcimiento ciudadanos, la guerra escuchada a través de la radio- para continuar con el debut como actriz y sus primeros trabajos hasta terminar con la presencia fundamental del que fuera compañero de Asunción Balaguer, el gran actor Francisco Rabal. Sus relaciones son sutilmente relatadas a partir de dos anécdotas: todo lo que tiene que ver con la mujer que ejercía como carabina y la historia del hotel, que no desvelaré aquí. Los recuerdos se unen por una meditación sobre el tiempo -la vida- como sueño, que contiene un un inteligente juego metateatral, aparte de varias estratégicas dramáticas por las que se toman y dejan los mismos temas a lo largo de la representación o el personaje ausente del Obispo.

Este monólogo pertenece a un género lamentablemente poco practicado en España: la dramatización de los recuerdos de la gente de teatro. Si, además, lo interpreta el mismo protagonista y se hace con la finura, delicadeza e inteligencia que en este montaje, asistir a su representación se convierte en todo un privilegio que los espectadores aficionados al teatro debemos agradecer.

11 comentarios:

virgi dijo...

Me encanta esta mujer, aún tiene un coraje maravilloso.
Abrazo

Julia dijo...

Una combinación maravillosa, la Balaguer y El Brujo, casi nada.

Campurriana dijo...

Me apetece verla, Pedro. Si tengo oportunidad, lo haré. Tú el "culpable".
Un abrazo.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Asunción Balaguer, transmite bondad, sencillez, sinceridad, experiencia, calidez...y qué maravillosa memoria!.
Y Rafael Álvarez, el Brujo, actor genial y hombre de teatro.
El buen resultado del trabajo era previsible.

Saludos.

andandos dijo...

No conocía este género, creo. Lástima que Fernando Fernán Gómez no lo practicara, aunque "El viaje a ninguna parte" sea una aproximación, entre otras cosas, a lo mismo. He visto que también es un libro, cosa que ignoraba.
Gracias por la reseña y tu opinión.

Un abrazo

Bertha dijo...

Me encanta la vena cómica que tiene esta gran actriz, aunque siempre vivió a la sombra de su inolvidable"Paco Raval" pero su buen hacer siempre se ha notado.

Un abrazo feliz otoño.

Merche Pallarés dijo...

Me gustaría mucho ver esa función porque encuentro a Asunción Balaguer una persona muy entrañable. Admiro su coraje y entrega a un trabajo bien hecho. Besotes teatrales, M.

Pamisola dijo...

Es maravilloso que esta mujer, gran actriz, no muy reconocida hasta ahora,(puede ser porque prefirió estar a la sombra del marido) siga trabajando para el disfrute de todos los que la ven.

Besos

Abejita de la Vega dijo...

Un trozo de historia.

Besos

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Gracias por la recomendación, para no perderse la interpretación de esta entrañable y gran mujer.

josef dijo...

Yo una vez perdí el norte en cuanto al teatro. Y ahora, debido a la subida del IVAZO, ME TEMO QUE TAMBIÉN EN LO QUE RESPECTA AL CINE.

Un abrazo.