sábado, 15 de junio de 2013

El Hereje en la producción de Delibes y noticias de nuestras lecturas


El Hereje supuso el regreso a la escritura para Miguel Delibes y su despedida. En realidad, en los años noventa manifestó, en varias, ocasiones, su deseo de dejar de escribir. Pero no podía evitar que la literatura se le terminara imponiendo. Publicó Señora de rojo sobre fondo gris en 1991 y Diario de un jubilado en 1995. Ambas tenían su razón: la primera era la expresión literaria del largo luego personal por el que pasó tras la muerte de su esposa. La segunda supuso el regreso de Lorenzo, un personaje por el que Delibes sentía predilección y que ya había aparecido en Diario de un cazador (1955) y Diario de un emigrante (1958). Le debía un tomo más, para profundizar en su evolución y en su historia. Retornar a él cuarenta años después era cumplir con un deber que agradecieron los muchos lectores fieles que tenía Delibes. Andaba Delibes despidiéndose de la literatura, aunque la literatura no le dejaba. Por aquellos años hubo un intento de que alcanzara el Premio Nobel y se promovió su candidatura desde varias instituciones de su ciudad local, Valladolid, pero también regionales y nacionales. Delibes se lo merecía, sin duda, pero moriría, como tantos otros, sin el Premio.

Fueron los amigos que alentaron la campaña los que le animaron a escribir una novela más. Sabían que el Nobel solo se fija en escritores en activo, aunque reconozca toda la obra de un autor. Fue en ese momento en el que surgió la historia de Cipriano Salcedo y el grupo de heterodoxos que vivieron en Valladolid en el siglo XVI. La historia ya había sido tratada con anterioridad por la literatura, pero nunca de la manera en la que la abordó Delibes. Para ello contó con el asesoriamiento de varios expertos en la historia de Valladolid en el siglo XVI: no tuvo que ir muy lejos, alguno compartía con él tertulia semanal. Quizá esta parte perjudique un tanto la novela: hay un momento en el que uno asiste a clases de historia. Sorteando estas páginas que hasta el estilo del resto cambian y de las que se deberían haber prescindido en la redacción final, El Hereje es una gran novela.

Curiosamente, supone afrontar un reto para Delibes, la escritura de una novela histórica. Aunque de esto hablaremos en próximas entradas, el autor consigue salir con bien de esto reto porque escribe una novela histórica de verdad, no como las crónicas noveladas al uso que se limitan a dar unos pequeños rasgos de época. El Hereje es una novela histórica de verdad porque logra poner en pie uno de los debates sustanciales de lo que ocurrió en el siglo XVI español y que tanto lastró la historia del país posteriormente: la libertad de conciencia, que fue impedida en el país por una perversa alianza entre trono e Iglesia. Un debate abierto, mal resuelto y sobre el que aún cabe meditar para comprendernos mejor como país.

Noticias de nuestras lecturas


Os recuerdo que Pancho dedicó a esta novela una serie de entradas que nos sirven de guía en esta lectura.

Mª Ángeles Merino se introduce en El Hereje por donde debe: por su amor a los libros y a Delibes.

Paco Cuesta nos lleva a El Hereje por el núcleo de la propuesta de Delibes: la libertad de conciencia.

Gelu publica su segunda aportación a El Hereje, situándola en el debate -todavía muy actual- sobre la fe y la historia.



No os podéis perder la última entrada dedicada por Pancho a la lectura de la trilogía de Baroja. Imprescindible todo lo que se dice en ella.

12 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

No me atrevía a decir que Delibes tuvo que contar con ayuda, para documentarse así. Ahora entiendo por qué se notan las costuras, como digo en mi entrada.

Me has aclarado mis dudas. Es como dices, nos parece estar en clase de historia. Y lo curioso es que a don Miguel no le guste lo de histórica, en un vídeo de RTVE afirma que su novela tiene más de novela pura que de histórica.

Desde el amor a la obra de Delibes, siempre.

Besos, feliz domingo.

lichazul dijo...

completo recorrido nos dejas Pedro
besos

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Delibes, se encontraba al final del camino, y en este libro aumenta el legado de lo mucho aportado en su vida de escritor.
D. Miguel amaba a todos los personajes de sus libros, y a los lectores.
A Cipriano Salcedo le hace sentir importante con la misión arriesgada que le ha encomendado el Doctor Cazalla, y que ha conseguido llevar a cabo cuando regresa en el barco de doble bandera del capitán Berger.
Pág.31:
“Le roían la cabeza sus escrúpulos de infancia, su azarosa vida espiritual, el nacimiento de su pesimismo.”
”Vagamente tomo conciencia de que, de una manera u otra, todos buscaban a Dios en aquella extraña reunión en alta mar.”

Un abrazo

Gelu dijo...

Buenas noches de nuevo, profesor Ojeda y compañeros:
Añado una tilde en "tomó"

Corrijo:
”Vagamente tomó conciencia de que, de una manera u otra, todos buscaban a Dios en aquella extraña reunión en alta mar.”

Abrazos.

Ele Bergón dijo...

El Hereje lo leí hace unos dos años, pero no pude terminarle. Lo siento, pero no acabo de entrar en él.

Un abrazo

LUz

virgi dijo...

Me gustó mucho, hace años ya.
Una de sus novelas más tiernas, dulces y tristes, para mí, es El camino.
Besos

Myriam dijo...

Disfruté mucho de esta lectura cuando Pancho la sugirió. Delibes es un escritor que me encanta, he leído varios de sus libros y a cual mejor. Incluso, cuando caminé por Campo Grande recordé sus caminatas, creo que todo el parque estaba impregnado de su espíritu. Una pena que no haya recibido el Premio Nobel, pero que más da, toda su producción literaria queda para la posteridad y su deleite.

Con gusto me preparo para la relectura de "El hereje".

Besos

São dijo...

O livro deve ser realmente muito interessante.

Esse conluio vergonhoso entre a Igreja e o Estado é algo que ainda hoje se mantém nos países em que o Vativano tem poder e que acaba prejudicando principalmente as mulheres, como sempre.

A Inquisição , que começou com a cruzada contra os Cátaros, ainda actua em pleno século XXI!!

Bom resto de domingo, querido Pedro.

José Núñez de Cela dijo...

Disfruté de EL HEREJE como la gran novela que es. Me sorprendió el giro que supuso el tema , el contenido y el género en su obra, pero disfuté, repito, y agradecí el canto del fénix que significaba su última obra.

Saludos!

Paco Cuesta dijo...

Historia al servicio de la novela, o viceversa.
Un abrazo

pancho dijo...

Delibes es otro escritor de raza, dedicó toda su vida a escribir porque de ello dependía su supervivencia y la de su familia. El mérito se acentúa porque en los años del franquismo los lectores no abundaban. Además estaban las dificultades para publicar debido a la censura, a esto había que sumar la situación económica apurada de las familias que no era la mejor de la perspectiva para el auge de la literatura.

Parece evidente y normal que contara con ayuda a la hora de reunir tanta información para su última novela. Eso no le resta ningún merecimiento, lo importante es hacer literatura de calidad de tantos hechos sorprendentes que se cuentan en la historia y saberlos mezclar para que el relato resulte atractivo al lector. Para mí es uno de los activos más importantes de la novela y sobre todo novedoso,(no tenía ni idea de la existencia de estos protestantes en España) pero no es lo único porque la novela tiene muchas más cosas engarzadas con indudable maestría.

Gracias por los enlaces y tus palabras tan amables.

andandos dijo...

Me preparo yo también para esta lectura.

Un abrazo