jueves, 25 de abril de 2013

Los delincuentes y noticias de nuestras lecturas.


En toda novela policíaca hay personajes a uno y otro lado de la legalidad. Es parte de la condición inicial: unos investigan los crímenes que cometen otros. Pronto, en el género comienzan a aparecer personajes que confunden los dos lados: gente de orden -incluso de los cuerpos policiales- que están en el lado de la delincuencia y delincuentes que tienen comportamientos sorprendentemente honestos.

En La marca del meridiano observamos la maestría con la que Silva maneja estos tópicos. Ya hemos visto que el brigada Bevilacqua tiene una disciplina diaria y un marcado sentido del proceso de investigación -la rutina de su trabajo- que nace de una sombra de su pasado. Con ese comportamiento intenta controlar el animal que lleva dentro. Es algo habitual -en la realidad y en la literatura o en el cine- que parte de un hecho constatable: los investigadores tienen que convivir con lo peor de la sociedad, con mafias que manejan mucho dinero y que son capaces de corromper a cualquiera, con criminales de la peor calaña a los que el instinto nos lleva a tratar como ellos trataron a sus víctiimas...

En Silva hay una dignificación de la función de los policías -guardia civiles- honestos que es una seña de identidad de esta serie de novelas: son honestos porque creen en lo que hacen a pesar de las pésimas condiciones salariales, de la dureza de un trabajo que les dificulta llevar una vida personal normal, de las decisiones políticas y judiciales que pueden llegar a anular su esfuerzo, de la incompetencia de sus jefes condicionados muchas veces por cuestiones políticas.

En La marca del meridiano se constata algo que vemos todos los días en las noticias: muchos de los miembros de los cuerpos policiales se han pasado al otro lado. Silva tiene especial cuidado en mostrar el desprecio que merecen estos personajes, incluso a aquellos que estuvieron en esa línea peligrosa pero reaccionaron a tiempo.

En el lado de la delincuencia ocurre lo mismo: proxenetas, asesinos, ladrones. Pero también un número de personas que caen en ese lado pero conservan algo dentro que les puede salvar. Por eso Bevilacqua ayuda a la prostituta a escapar de la redada policial.

Dentro de los criminales también hay sus propios códigos de comportamiento. Es otra de las características de este tipo de novelas. En muchas, en las mejores, uno se puede fiar de los criminales que tienen códigos de actuación y los respetan. Los peores criminales son los que ni siquiera responden a estos códigos. Esto explica la solución final del caso de asesinato investigado por Bevilacqua: el crimen organizado también tiene su propia justicia. Bevilacqua no la justifica, pero tampoco la condena. Es un guiño que procede de las novelas negras escritas en norteamérica y del género cinematográfico que nace de ellas. A veces esta justicia de los delincuentes puede llegar donde no puede hacerlo la justicia legal. Y no debemos esconder que el lector -que tiene también sus puntos oscuros- siente un cierto placer al ver que los criminales sin código tienen su castigo. Un juego inteligente establecido con el receptor por parte del autor.

Noticias de nuestras lecturas

Mª Ángeles Merino sigue dando voz a Chamorro y de su mano llegamos a conocer a la mujer del asesinado. Un buen contraste con la mirada del brigada, sin duda.

Gelu se acerca de forma muy completa a La marca del meridiano, con aportaciones sobre todos los aspectos que le han llamado la atención. No os perdáis la parte musical. Ya lo había hecho con su anterior entrada, que también es más que recomendable.

Paco Cuesta hace balance de La marca del meridiano y acierta radicalmente con la clave esencial: el lado humano de los personajes.

Pancho acierta totalmente al resumir la rutina del trabajo de Bevilacqua, desde el primer café de la mañana... hasta Sabina.




Os recuerdo que la lectura de La marca del meridiano termina el próximo martes, 30 de abril, aunque aquí seguiré dando cuenta de las entradas que publiquéis sobre este libro. En mayo leemos Campos de Castilla, de Antonio Machado, de cuya primera edicion se cumplieron cien años en el 2012 (podéis descargarlo gratis en este enlace).

Por otra parte, es hora de que vayamos organizando la visita a la ruta de El Hereje en Valladolid. Como sabéis, este libro de Miguel Delibes nos ocupará el mes de junio y a finales de junio o en julio, como fin de curso, nos encontraremos con este motivo. Aquellos que estéis interesados, por favor, escribidme un correo electrónico.

11 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

No soy muy aficionada a las novelas policiacas. Bueno, en realidad no lo soy nada. Y no lo soy porque me aburren cuando empieza la acción: malos por aquí, buenos por allá. Del de Silva me atrae todo lo que no es eso,ya ves que me fijo más en la personalidad de los personajes que en sus idas y venidas. Lobos buenos y corderos malos, el escritor lo resuelve muy bien. "La marca del meridiano" se distingue por todo eso que señalas aquí.

Después del Planeta, Antonio Machado, estupendo.

Besos



São dijo...

Um dos rarissimos livros policiais que me agradaram foi:"Os Crimes dos Rios de Púrpura", que li de rajada e que deu um filme óptimo.

Abrazos, querido Pedro.

Paco Cuesta dijo...

Lorenzo Silva consigue la complicidad entre protagonistas y lector, entre otros esa es -creo- una de las claves del éxito de la novela. Y por lo que parece, de la serie.
Un abrazo

Gelu dijo...

Buenos días, profesor Ojeda:

En el día a día de los protagonistas, entregados al trabajo, pueden verse reflejados muchos lectores.
Hay una mirada en perspectiva del pasado, un presente que se contempla desde la realidad y ganas de cambiar el futuro -en lo posible- a mejor.
Lorenzo Silva, introduce pinceladas de música, cine, arte, lecturas, misterio, investigación...
Se leen bien sus libros.

Saludos.

Merche Pallarés dijo...

Al final, siento no haber seguido a mis compis en esta lectura. Espero hacerlo con "Campos de Castilla" de Machado. Besotes literarios, M.

omar enletrasarte dijo...

me estoy haciendo un chiquitín de tiempo para Campos de Castilla, lamento no poder seguiros a la par
pero bueh..es lo que puedo
.
abrazos para vos

pancho dijo...

"Gente de orden [...] que están en el lado de la delincuencia" Fijate si serán listos que nos engañan, incluso los votamos una y otra vez. Hay quien parece eterno, que lleva mandando, y por ende corrupto hasta el tuétano, casi tanto como el general que murió en la cama, harto de hacer lo que le dio la gana. Y encima se permiten el lujo de dictar doctrina,de decirnos dónde está el bien y dónde está el mal como si estuvieran ungidos por una especie de infabilidad vaticana o una absurda epidemia nos hubiera emboscado.
Con esas jornadas maratonianas que se meten para el cuerpo los polis de la novela, no me extraña que la relación familiar se resienta. De hecho entre los detectives predominan los divorciados y solteros.
Claro que los lectores tenemos puntos oscuros, ¿quién no los tiene? Por eso entiende mejor que nadie la justicia paralela, aunque nunca sea recomendable por falta de garantías.
Como siempre con retraso y mira que intento abreviar y seguir el ritmo, pero no hay manera. La culpa es de estos autores que nos propones que tienen tanto que comentar.
Un abrazo y mucho éxito mañana en Béjar.

María Pilar dijo...

Maravillosa entrada con la suma de todas las aportaciones, porque te refuerza en aspectos que tú también has tenido en cuenta y por otro lado te hace caer en la cuenta de otros que te han pasado desapercibidos. Es el enriquecimiento de la lectura en grupo.

Myriam dijo...

Me ha gustado mucho seguir esta lectura, además aprendí sobre la Guardia Civil y su diferencia con La Policía Nacional y sus respectivas áreas de incumbencia y colaboración entre departamentos, cosas que no tenía antes muy clara.

Además, como siempre, enriquecedores los aportes de los compañeros.

Besos y gracias

andandos dijo...

Creo que ya lo escribí, pero lo vuelvo a decir: me ha parecido fácil de leer, entretenido, aunque también con bastantes tópicos, en general bien, claro.
Nos veremos con Machado.

Un abrazo

María Pilar dijo...

Como lo aportado por los lectores de "La marca del Meridiano" ha sido muy interesante y complementario a la lectura, he querido añadir mi granito de arena desde otra perspectiva http://mpmoreno.blogspot.com.es/2013/05/un-pulso-entre-agentes-policiales.html