domingo, 23 de septiembre de 2012

Habremos hecho ya lo más importante de la jornada


Lo creías imposible. Te aseguré que no. Te abrazaré toda la noche, te dije. Dejaré que te vayas hacia el sueño con mi rostro hundido en tu pelo, besándote la nuca, mientras rodeo tu cuerpo con mis brazos y siento que tu respiraciön se calma, lentamente. Susurro en tu oído, sílaba a sílaba, las palabras justas. Recibirás el día entre mis brazos. Nada más natural que abrazarte toda la noche y respirar tu piel con el cuidado de quien guarda un tesoro, acompasando la respiración para no despertarte. Y ver tu sonrisa, que recibe la mañana y sus sonidos mientras te desperezas. Habremos hecho ya lo más importante de la jornada. Será el amor lo que nos salve.

29 comentarios:

Luis Antonio dijo...

Espero que no se te duerma el brazo...como le ocurrió a quien yo sé.
Es broma.
Bello texto, Pedro

lichazul dijo...



dos hacen dios

besos

Edurne dijo...

Una maravilla!
Así debiéramos dormir todas las noches, y despertar todas las mañanas...

Besos!
;)

Ele Bergón dijo...

Tal y como están las cosas, es el único, el amor, el que puede salvarnos y lo hará y si no tiempo al tiempo.
Bello texto.

Luz

Campurriana dijo...

Pedro, ¡qué preciosas palabras!. Como mujer que soy, me han encantado. Aunque sé lo difícil que es cumplir toda la noche esta promesa...pero el propósito es lo que cuenta y ya me vale.
:)

Myriam dijo...

Ya era hora de que dejaras entrar el amor en tu vida y me alegro por ello.

Besos

mojadopapel dijo...

Es maravilloso sentir de esa manera,enhorabuena Pedro!

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

¡Felicidades!
¡Si supiésemos valorar lo afortunados que somos al poder disfrutar de lo verdaderamente importante...!

Saludos.

Unknown dijo...

Así sea...
Un abrazo

Merche Pallarés dijo...

UY, alta tensión entre esos cabellos rubios... :)) Besotes enamorados, M.

Natàlia Tàrraco dijo...

Una forma excelente de amanecer.

São dijo...

Uma ternura linda este teu texto.

Que seja feliz a tua semana, meu querido Oedro.

Spaghetti dijo...

Ama mientras puedas

mj dijo...

Sin duda alguna amar será lo más importante de cada jornada, de todas ellas. Es lo único que merece la pena. Amar es el motor que impulsa nuestra existencia.
Un beso Pedro

Kety dijo...


Que no se rompa esa magia.;-)

Desde mi tierra manchega,un abrazo

lichazul dijo...

felicidades Pedro, deseo de todo corazón , que este nuevo amor llene de luz y alegrías tus días y los días de quienes te conocen

besos

Cuspedepita dijo...

Hay mucha ternura, mucha delicadeza y mucha serenidad en este texto.
Si hay una destinataria, seguramente se sentirá muy feliz al leerlo :-))

Un abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

:)

A ciertas edades, ese instante de sentirnos abrazados de nuevo, lo creemos imposible.

Por eso cuando llega hay que disfrutar el momento.

Besos, Pedro.

Estrella dijo...

¿Y qué otra cosa sino el amor?

Qué bonito texto.

Mariluz GH dijo...

El incalculable valor de un abrazo a tiempo, sobre todo cuando ya no se esperaban :)

dos abrazos

virgi dijo...

¡Jo, qué magnífico!
Imposible decir nada más, ya lo dices todo bellamente.
Me alegra leerte y te sonrío con besos

Bertha dijo...

Preciosa forma de recibir el día y, sobre todo desperezarse en compañia-El amor salva casi todo.

Saludos Pedro.

Montserrat Sala dijo...

Amén. jo anticipe mucho antes, mi opinión. tu lo sabes.
un abrazo

XuanRata dijo...

La utopía del abrazo al fin cumplida.

matrioska_verde dijo...

¡¡que dulce, Pedro!!

muy dulce y confortador.

biquiños,

MIMOSA dijo...

¡Qué mejor manera de recibir la mañana! Absolutamente de acuerdo, será el amor lo que nos salve, en todos los aspectos.
¡Disfrútalo al máximo!¡Sé inmensamente feliz!

Muchos besos, Pedro.

Paco Cuesta dijo...

Sabes que siempre afirmé que el desamor es circunstancial y pasajero.

fiorella dijo...

Es así, el amor todo lo puede y nos salva,aunque cueste encontrarse con el dentro, y también fuera. Un beso.

dafd dijo...

Afortunadamente no es como en el mundo empresarial, en el que a eso se lo denomina cumplir los objetivos del día. En este caso no los cumple, sino que los quema. Hay que quemar los objetivos en su perniciosa función de ser o no ser, pues siempre es un ser. Luego hay otros objetivos, también importantes, a que no se llega.