domingo, 27 de mayo de 2012

Domingo de Pentecostés



- ¿Al Carmen de Extramuros? ¡Pero si la romería es mañana lunes!

Al camarero se le escapó un vaso de entre las manos, que se rompió en el suelo. El ruido del vapor de la cafetera tapaba todas las conversaciones del bar, ya animado a pesar de ser temprano un domingo por la mañana. Era un local amplio, de bar de antes, de aquellos barrios obreros que crecieron en los años cuarenta en esta ciudad para acoger a los emigrantes de los pueblos.

- Mi madre tiene muy reciente la muerte de mi padre y no quiere ir a ver bailar la Virgen, por eso venimos hoy. Lleva cuatro años sin ir a la romería, desde que mi padre se puso malo. He quedado con ella aquí porque siempre tomaban café en este bar antes de cruzar la carretera para ir al Carmen, no quiero que vaya sola. Ellos eran de por aquí. Mi madre, de Santa Clara, mi padre de las huertas más allá de las tapias del cementerio. Desde siempre venían a la romería del Carmen de Extramuros, a la pradera, a merendar y pelar la pava. Me ha contado que nos traían de niños, pero yo no me acuerdo de haber venido nunca. Sí recuerdo una fotografía de una hermana mía, presentada a la Virgen pero era tan chica que ella tampoco se acuerda.

- Antes había más devoción, como en el Rocío, bueno, no. Allí son más apasionados, siempre lo han sido. A mí me lo ha contado mi padre, yo tampoco he ido nunca. Y eso que vivimos en el barrio, a cinco minutos.

El cliente se dio la vuelta y se acodó en la barra. Por la ventana del local veía la fachada de una casa molinera del barrio de San Pedro, con cortina en la puerta. De pronto, sintió una punzada en el estómago, como si el tiempo le hubiera estado esperando hasta ese momento justo.

22 comentarios:

lichazul dijo...

a cinco minutos de aquel lugar y has echado todo el tiempo atrás en un trozo de recuerdo, viaje que deja sensaciones y emociones a flor de piel

besos

lichazul dijo...

pd... me gustó el lenguaje que usas, es cercano , sin rebuscados conceptos
es palpable y solidario

El Deme dijo...

Cuántos deseos privados, miradas escondidas, roces secretos, sueños añorados estarán enmarcados siempre por esas romerías tan esperadas...

Mariluz GH dijo...

Me gusta la palabra "romero", también por todo lo que significa. Me parece encomiable que acompañes a tu madre al Carmen de Extramuros.

un abrazo doble

Campurriana dijo...

Bonita forma de relatar lo que es la vida. Porque en el fondo esto es la vida. Nada más. Nada menos.

Fe r dijo...

Aprecio estos retratos tan intimistas y costumbristas, especialmente en domingo y a esta hora. Es un poco como el ritual de ir a misa que he perdido.

Un saludo, Pedro.

Isabel Huete dijo...

Mucha nostalgia encierran esas palabras... Besis.

virgi dijo...

Me ha encantado, Pedro.
Una cortina roja a juego con la fachada, genial.
Y tú, por captarla.
Besos

Lola Fontecha dijo...

Llevas unas cuantas entradaa haciendonos ver LA VIDA en su mas puro significado... me gusta como haces sentir la naruralidad de estar vivos. Un beso Pedro

Txema dijo...

Sintió una punzada. Lo entiendo.

saludos

Montserrat Sala dijo...

Buenos dias Profesor: me han emocionada tus palabras.
Una historia, como muchas, de un tiempo, en que las cosas y las personas eran diferentes. Un abrazo.

Myriam dijo...

Un relato hermoso, tierno y nostálgico. Gracias, Pedro.

Besos

Nieves LM dijo...

Cosa más bonita de casa!!

A veces se tiene esa sensación, ante una casa, o un plaza, como si nos hubiéramos equivocado en todo, como si nuestro sitio fuera ése, como si todo fuera una maldita pérdida de tiempo.
Besos.

Abejita de la Vega dijo...

Esa casa es la que pintan los niños en sus dibujos. En busca de la niñez fuiste...Pentecostés ¿era lo de las lenguas de fuego sobre los apóstoles? Vuelvo yo también a mi infancia de catecismo y Misalito Regina.
Un Rocío vallisoletano, nunca lo hubiera imaginado.

Besos

Natàlia Tàrraco dijo...

Barrio de San Pedro, romería del Carmen ¿no es en julio? Sucede en los pueblos marineros...me ha venido un soplo de mar y de espumas.

matrioska_verde dijo...

el cliente hizo suyos aquellos recuerdos por eso la punzada le llegó a lo más hondo.

biquiños,

Anónimo dijo...

hola pedro querido como estas?

dejame decirte que esta fotografia esta muy linda sera por los rojos que contrastan con los blancos...

yo tampoco me acuerdo de cosas de cuando mi hermano y yo eramos niños... pero seguro que tuvimos una infancia linda...a pesar de todo...

no se que es pentecostes...te lo digo porque lo relaciono con los religioso y yo no soy religiosa...

te dejo besines y espero que estes pasando unos dias calidos....

besines SAU

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Hay recuerdos que asaltan sin previo aviso...
Un abrazo

pancho dijo...

El regreso a los orígenes como fuente segura de inspiración.

Qué sabio es ese paisano, en tres frases ha hecho el recorrido que otros necesitan toda una vida en comprender. Nos empeñamos en viajar a Tombuctú en busca de musas sin reparar en nuestros demonios más cercanos.

Encalaron y pintaron la fachada para lucirla el día de la romería, para que saliera guapa en las fotos.

Delgado dijo...

Un texto de añoranza intimista con dosis de casticismo. Pero mi pregunta va más allá ¿qué pasó por la cabeza del cliente acodado?

Asun dijo...

Es cierto que el tiempo parece que se hubiera detenido para hacer llegar esa imagen poco habitual en nuestras ciudades de hoy en día.

Es la imagen que nos transporta a la infancia, a esas visitas al pueblo.

Besos

dafd dijo...

A mí estas cosas me suenan tan auténticas (y tan felices). Aunque fuera una ficción, seguiría pareciéndome más real que lo que leo en la primera plana de la prensa. Es por el peso de la gente de verdad que puebla nuestras ciudades y pueblos. El de la prensa es el peso de la paja.