lunes, 19 de diciembre de 2011

La densidad de los estratos del recuerdo mide la calidad de nuestra vida


38 comentarios:

J. G. dijo...

el mensaje que encierran tus últimos minimalistos son inversamente proporcional a éstos

Julita Fernández dijo...

Como cada día, ¡qué profundidad de pensamientos, Pedro!
Un abrazo

impersonem dijo...

O el impacto de las vivencias en nuestra memoria (impronta)... que a la vez sirve de referencia para explicarnos algunas decisiones sobre los caminos tomados y sobre el lugar en el que estamos... lo cual hace que el aspecto de "la calidad" sea muy relativo y muy personal... siendo más importante el resultado del balance que los momentos "buenos o malos"...

Un abrazo

Spaghetti dijo...

La densidad del pasado... y la intensidad del futuro, añado ... con la venia.
Me encanta que no asocies la "calidad de vida" a lo exclusivamente material, como parece imponerse.

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

La vuelta a casa, subir al desván, remover los objetos envueltos en papel mientras surgen los recuerdos y los rostros en la memoria, comprobar en los periódicos la fecha, y sorprenderse del paso rápido del tiempo.
Rescatar siempre algo,... y regresar al presente.

Un abrazo.

Gelu dijo...

Buenas noches, de nuevo:

En la fotografía del periódico de su Ciudad parecía que dedicaban algún artículo a Lola Herrera. ¿Estaría representando alguna obra en Valladolid?

Saludos.

Txema dijo...

Parece que estamos de recuerdos, amigo Ojeda.

No estaremos haciendo viejos?

Un abrazo

Hernando. dijo...

A mi edad ya no sé si es intensidad, densidad, pero es verdad según que veta marcada en mis huesos, se puede saber en qué momentos ha llovido más calidad, y en qué otros momentos eran años de sequía. En los últimos años la veta es gruesa, y densa.

Natàlia Tàrraco dijo...

Y así capa a capa nos vestimos la vida.
Besitos

LA ZARZAMORA dijo...

Y a medida que pasa el tiempo las capas son más densas y la memoria más selectiva...

Besos, Pedro.

Asun dijo...

¿Será la nostalgia que provoca la Navidad?

Un beso

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Me quedo releyendo y macerando tu pensamiento...

Un abrazo!

Lola Fontecha dijo...

Y todo lo revitaliza aquello que nuestros ojos sean capaces de ver. Buen día amigo Pedro, besos

Isabel Huete dijo...

Si es así, yo he debido de tener una vida desastrosa porque cada vez mis recuerdos son más livianos. Y es que cada día me interesa menos recordar y más vivir lo presente, lo que ahora importa.
Besos, querido Pedro.

Joselu dijo...

Este título es significativo: presenta una consideración que es que la densidad de los estratos del recuerdo miden la calidad de nuestra vida.

Afirmación harto arriesgada porque ¿cómo medir la densidad de los estratos del recuerdo? ¿Hay algún densímetro para hacerlo? En todo caso, el que se atreve a hacer una afirmación como esta, claramente respetable, se pone en una posición prevalente en que él se cree que sus recuerdos tienen auténtica densidad. Si no, no se atrevería a afirmar algo así. Si es cierto que los recuerdos del autor del blog, si sus estratos son auténticamente densos, a diferencia de la mayoría que son "diluidos" o escasamente compactos, ¿cómo se atreve a hacer una afirmación como esta? Es como decir: yo soy rico y vosotros sois pobres. Pero eso nos enfrenta a la paradoja final que es que alguien que sea capaz de afirmar esto, los estratos de sus recuerdos no son tan densos como presupone porque si no, callaría.

Perdón por la sinceridad, pero es en consonancia con lo arriesgado de la propuesta de este post.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Querido JOSELU:
Como la interpretación es libre, agradezco la sinceridad. Pero del título y de la imagen sacar que el autor pretender estar en situación prevalente y que tiene recuerdos de densidad notable y que eso le pudiera hacer más rico, es un salto notable que el receptor puede hacer pero no debería culpar de eso al que produce el texto sino a la propia mirada e interpretación de las cosas.
Precisamente la densidad de lo almacenado en la imagen es tan frágil que desaparecerá con el tiempo, que es el que mide el justo precio de las cosas en esta vida humana.
Quizá sea precisamente lo contrario: que sea lo frágil y lo poco denso lo rico. De hecho, lo que siempre he afirmado (y hay ejemplos suficientes en el blog) es que nuestra huella en la vida sea la mínima y que solo sirva de humus: al menos abono fértil, pero abono, ni más ni menos. Lo demás, son quimeras y vanidad. Vanidad de vanidades.

pancho dijo...

Los blogueritos asombrados que jugamos en otra división, sólo podemos estar agradecidos por este último par de fotos de bandera que parecen salidas del museo universal de los escombros y -cómo no- también de los titulares que las acompañan que hacen ajustarse las neuronas para sacar algo de sustancia del aforismo de la modernidad tuitera. Sea bienvenido este sistema tan escaso si da estos resultados.

El espesor de los recuerdos es un buen refugio y punto de partida para el futuro incierto que ahora emprendemos.

El Gaucho Santillán dijo...

El problema no son los recuerdos, sino algunos fantasmas.

Feliz navidad.


Un abrazo.

Joselu dijo...

Gracias por la respuesta, tenía ganas de hablar contigo, y no he encontrado otra vía que la de la propuesta algo impertinente que he dejado. En todo caso, decir que lo que he escrito es algo que me he dicho muchas veces a mí mismo y era el principal destinatario del mensaje. Disculpa me impertinencia y chapeau por el tono con que has respondido. No hay mejor amigo que el que es capaz de encajar con elegancia un posible despropósito y no se deja afectar por la vanidad herida. Es un signo de solidez. Aprecio más este espacio. Necesitaba algo de esgrima y no en solitario.

Mariluz GH dijo...

Esa cara sonriente de la gran artista Lola Herrera me dice que debemos aprender a ser selectivos con nuestros recuerdos; que debemos quedarnos con aquellos que nos produjeron placer y nos arrancaron una sonrisa, que el presente ya es de por sí oscuro... el futuro peperil vamos a obviarlo por un ratico ¿vale?

querido profesor, un abrazo grande; espero seguir atesorando recuerdos nacidos en esta casa

Campanilla dijo...

Está muy claro que los ojos, ven lo que quieren ver... De todas formas, tu elegante respuesta, ha desarmado al "enemigo". A mi me ha gustado mucho la entrada, gracias por estar ahí.

Estrella dijo...

Pues no sé qué decirte, pero creo que si los estratos del recuerdo son densos, debe de ser porque las circunstancias que los crearon fueron muy trascendentales, ¿no?

BlueShell dijo...

IMPRESSIONANTE!!!
Admirável.

FELIZ NATAL!
BShell

Montserrat Sala dijo...

Querido profesor: si la densidad de los estratos de mi recuerdo se pudieran medir, estoy segura, que no tendría ni calidad de vida, ni vida tan siquiera. Bueno si es que he entendido bien tu subliminal mensaje.

Pero queda bien.
Te saludo muy cordialmente

Campurriana dijo...

Hay gente que pasa por el mundo como el que no pasa...


Mejor sufrir, amar, arriesgarse, llorar, reírse a carcajadas, sentir algún día la pasión enloquecida de un instante...en definitiva: vivir.

virgi dijo...

Estratos que se acumulan sin calidad ni objetivos claros.
Un beso, Pedro.

Abejita de la Vega dijo...

Los estratos asoman y nos sorprenden.

Myriam dijo...

A tus lectores nuevo recomiendo este relato tuyo:

Nocturno

Y sí, seamos abono fértil, con solidaridad y una sonrisa à La Lola Herrera que mejora la debris.

Besos y abrazos

Ricardo Miñana dijo...

Ese conjunto de elementos que forman los recuerdos nos marcan.
en estas fechas tan señaladas
con mis mejores deseos,
¡felices fiestas!.
un abrazo.

Myriam dijo...

(Solo tú eres capaz de hacer una foto artística con los diarios meados de gata)

Anónimo dijo...

porque los recuerdos son tan dolorosos lamayoriade las veces?

besines
SAU

jg riobò dijo...

Qué mejor cosa que rescatar del olvido.
Nebulosa de noticias.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Ahora mismo dudo si ese axioma es completamente cierto o completamente falso. Lo que sé es que es completo, se toma íntegro.

Un abrazo.

María dijo...

¿Sabes? me ha encantado esta imagen, parece como si en ella permanecieran los recuerdos del ayer.

Un beso.

XuanRata dijo...

Esa barrote como la broca del taladro penetra en la memoria con la precisión de un poema.

matrioska_verde dijo...

¡¡que foto tan buena, Pedro!!
con esa mujer tan elegante de fondo, que si no me equivoco es la elegante y señorial Lola Herrera, a la que siempre admiré porque siempre me ha parecido una dama de los piés a la cabeza.

biquiños,

Paco Cuesta dijo...

Con el tiempo, algunos se fosilizan.

lichazul dijo...

mis estratos son como una persiana americana a medio abrir

besos