miércoles, 16 de noviembre de 2011

Solo es una esquina pintada de amarillo


Solo es una esquina de un edificio que tuvo tiempos mejores. No hay más en esta imagen. Podría escribir la historia de la calle y su relación con un momento de mi vida: cómo hace más de treinta años era refugio de besos apasionados y abrazos inexpertos; podría escribir versos que hablaran de ojos verdes y ojos negros y labios adolescentes; podría escribir la historia de un amor que dejó una cicatriz en la memoria -qué amor no la deja-. Pero no hay nada más que la imagen de la esquina de un edificio que espera la piqueta para dejar un solar más en la ciudad que yo recuerdo y que ya no existe -qué insistencia la de la memoria de caminar por la ciudad como por un cementerio-. Pero no hay nada más que esta certeza: la imagen de una esquina que en su día alguien quiso pintar de amarillo.

33 comentarios:

José María Souza Costa dijo...

Harmonioso.
Agradable.
Felicidades, siempre
Abrazos

lichazul dijo...

un amor que vive en tu recuerdo , es un amor de esos grabados a fuego

Besos Pedro

Mariluz GH dijo...

"Si las piedras hablaran"... así se llamaba un programa -magnífico- de TV presentado por Natalia Figueroa. Pues eso, que si hablaran cuánto de nosotros dejarían al descubierto :)

un beso

El cuaderno de la mesa camilla dijo...

Una esquina sólo es una esquina, aunque, a veces, sea una historia. La vida sólo es la vida, aunque sean muchas historias. Y el amor, sólo amor, nada más que amor, aunque nos parezca llenarnos de retales.

hace más de treinta años dijo...

la imagen de unas paredes que en su día alguien pintó de colores

Spaghetti dijo...

La historia que nos cuentan, es la historia de las piedras; pero la verdadera historia es la de los besos, la de las esquinas del amor primero, la que las piedras no cuentan pero se lleva en los recuerdos.

Fernando López dijo...

Todo muere, incluso los sueños: ley de vida o vida sin ley

María dijo...

Y con ese derribo se irá el refugio de los besos apasionados, los abrazos compartidos de ese amor adolescente, dejando esa cicatriz en el edificio y el corazón...

¿Quién no ha pasado alguna vez por un lugar así? y después de los años, según se esfumó ese amor, así quedó con el derribo convertido en un solar, aunque jamás nadie podrá borrar los recuerdos vividos porque quedan guardados en la mente.

Me ha encantado esta entrada.

Un beso, Pedro.

Humberto Dib dijo...

Una bella historia, Pedro... me he imaginado muchas historias mías, me sentí identificado.
Un abrazo.
HD

Isabel Huete dijo...

"El tiempo pasa, nos vamos haciendo viejos..." Me he acordado de esa canción al leerte. Hay esquinas vivas (todavía), como la tuya, en las que aún se escuchan los alientos, y esquinas muertas sobre las que nunca nadie se apoyó, esperó o tras las que se escondió. Prefiero las vivas porque también ellas nos llevan en el recuerdo, incluso pintadas de amarillo.
Besitos.

Campurriana dijo...

Lo pienso tantas veces, Pedro.
Me han encantado tus palabras, cómo expresas esa idea que tenemos todos los que ya hemos cumplido algunos añitos. Y no tienen que ser demasiados porque todo cambia tan deprisa últimamente...

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Mientras permanezcan en nuestra memoria los recuerdos de los lugares guardados con cariño, no habrá piqueta bruta que tenga poder para hacerlos desaparecer.

El convertir todo lo antiguo de las ciudades en solares, es una forma de esponjar nuestro cerebro, anticipadamente, como un alzheimer provocado a nuestros sentimientos.

Saludos.

P.D.: El mural de Vivanco se debía ver en colores, aparte del recorte de prensa

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Hay algo en esos poros que parece negarse a caer bajo la picota.
=)
Un abrazo

Merche Pallarés dijo...

Esa esquina parece que tiene un tumor maligno... Le habrá salido por la desgana, la desidia y el abandono en que se encuentra, pobrecilla. ¡Qué bonitos recuerdos de tus amores juveniles! Los míos más bien fueron rodeada de arces y sauces llorones... Besotes nostálgicos, M.

Abejita de la Vega dijo...

Puede ser una esquina o la corteza de un limón. Así obra el tiempo.

Besos

Natàlia Tàrraco dijo...

Es como una obra de arte esa esquina, vieja y gastada, porosa, sugerente, me habla de sensaciones y de formas, de vida, es una imagen abierta que me hace inventar.

Los muros con sus heridas también me fascinan, en fragmentos, universos. ¿Conoces esa misma fascinación en algunas obras de Tapies?
Besito.

Hernando dijo...

En nuestras vidas, hay muchos paisajes, muchos lugares que la memoria nos hace recordar, a medida que caminamos el camino de la vida vamos dejando huellas de todo tipo, huellas profundas, huellas de alegrías, de tristezas, de amores, cada huella con su color.
Ahora mi huella, mi paisaje es una habitación con vistas al mar.

omar enletrasarte dijo...

pasados los tiempos de blanca pureza, de verdes esperanzas y de azules juventudes...es obvio que llegará un otoño amarillento y nostálgico..
saludos

josef dijo...

Pues ya has escrito bastnte. Una excelente prosapoética, que además nos recuerda, el valor de una simple esquina, no tan simple.

Saludos.

matrioska_verde dijo...

No sólo es una esquina de un edificio que tuvo tiempos mejores porque a lo tonto, a lo tonto, ya nos has contado todo lo que significa para ti. Y aunque tú quieras quedarte en el color superficial, el resto de significados están muy metidos dentro de ti y te salen, igual que una mancha de humedad no puede dejar de salir de una pared.

biquiños,

Luis Antonio dijo...

Pues el único bollo rápido que he hecho en mi vida tenía una pinta como la de la imagen. Ya ves... Cada uno hace las asociaciones que vienen condicionadas por su biografía...

pancho dijo...

En el envés de cada esquina se aloja un rincón acogedor. También los seres "esquinos" son útiles para aprender a girar y buscarle las vueltas.

Anna Francisca Rodas Iglesias dijo...

Me gusta adentrarme en los recovecos de la memoria, sentir el tiempo-espacio dilucidar ante circunstancias que, bien invocan o aquietan la certeza de haber sido y permanecer ante una pared amarilla que da cuenta del paso de los elementos y sentimientos que otros imprimieron.

Un gusto haber leído hoy tan buena prosa poética.

Anna Francisca

São dijo...

Um belissimo texto, curto mas com tão grande conteúdo, meu amigo!

E que a memória, pelo menos essa, consiga preservar o passado.

Fuerte abrazo, Pedro.

Euphorbia dijo...

Pues a mi me recuerda a un pan acabado de hornear en la panificadora, al menos en casa tienen un aspecto parecido, aunque no tan amarillos...
Para que el soporte material de los besos apasionados no se pierda, mejor elegir lugares más duraderos, así como el acueducto de Segovia, por ejemplo ¿no?
Un abrazo

Asun dijo...

Jajajajajaja, estaba pensando lo mismo que EUPHORBIA, que a mi más me parecía un bizcocho o un pan.

Aunque las esquinas desaparezcan, los recuerdos asociados a ellas permanecerán en nuestras memorias.

Un beso.

Francisco O. Campillo dijo...

...
Nosotros, los de entonces,
ya no somos los mismos.

Neruda

Isabel dijo...

Que bonito poder poner tantos sentimientos y poesía, transformndo una esquina fea, en un lugar tan romántico y nostálgico. Besos Isabel.

jg riobò dijo...

Todo es ruina.
Menos el corazón.

virgi dijo...

Un cuadro sobre los trazos del amor.
La belleza con la que nos involucras en tus recuerdos.
Besos, Pedro.

LA ZARZAMORA dijo...

En algunas ocasiones las paredes hablan, nos hablan dentro de su mudo y ensordecedor silencio.
Besos, Pedro.

MIMOSA dijo...

¿Y qué amor no la deja? En todo lugar hay esquinas como ésta, esquinas que encierran historias que a buen recaudo, saben callar.
Besos.

Myriam dijo...

Un amarillo que desgranó en naranja...