miércoles, 23 de noviembre de 2011

Dos momentos del día



Esto sucede así: te levantas, vas a tus cosas, regresas a casa. Vas y vuelves por el mismo lugar pero todo tiene otra luz. Ni más cierta ni menos: diferente. Dejas, por el camino, algo de lo que cargas en el regreso para limpiar el día y aliviarlo de lo que no quieres llevarte a casa. Mañana, en efecto, será otro día.

37 comentarios:

Mariluz GH dijo...

Qué curiosas 'sombras' crean las luces... ¿como nos verán a nosotros los demás con el mismo juego de luces?

un abrazo

ps
me gusta ese ¿puente?

Asun dijo...

Más cosas deberíamos dejar por el camino en lugar de cargarlas eternamente.

Un beso

José María Souza Costa dijo...

Pedro
simplesmente belo.
Hermoso
Abrazos abrasileirados

Spaghetti dijo...

Cada hora la luz cambia y en la noche, la luz artificial nos hace ver en las tinieblas los fantasmas del día.
Te echo de menos.

Lola Fontecha dijo...

Luces y sombras............. igual-distinto........ Besos

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, pedro:

Las cosas bonitas que a veces pasan desapercibidas.

Un abrazo.

María dijo...

Tienes mucha razón en lo que dices, y es que podemos pasar por el mismo sitio a una hora y después volvemos a pasar en otro momento y vemos las cosas diferentes. Ocurre lo mismo con las imágenes, si las miro ahora las veo de una manera, pero si mañana vuelvo, puede que descubra algo nuevo en ellas, por eso mismo me gusta observarlas en varios momentos, al igual que los textos, ya que hoy puede que los vea desde una percepción y mañana aunque sean las mismas las encuentre con otro fondo, es curioso muy curioso pero así es...

Ni qué decirte que las imágenes son preciosas.

Un beso.

Myriam dijo...

¡Qué extrañas fotos!

Un puente atravesado por una reja... y en la segunda parece bañado en cerveza...

Myriam dijo...

Sacarse los problemas de trabajo antes de llegar a casa es una buena medida. Yo trabajo en casa ¿Qué hago... los tiro por la ventana?

Besos beodos

Myriam dijo...

Y un puente que no es ouente sino arco... hick, hiiiick

lichazul dijo...

ida y vuelta matices, ni nosotros somos los mismos cuando regresamos, algo hemos aprehendido de esas horas en el entorno

BEsos Pedro

las fotos me gustan, ese puente, seamos puentes siempre con las palabras que sean ellas el sendero para encontrarnos

Merche Pallarés dijo...

Qué puente (bueno, arco) más curioso... Lástima que se vean tantas gruas o postes eléctricos por detrás... Pero ¡se ve la luna llena en la lejanía! Besotes esperanzados, M.

Hernando dijo...

A mí Merche me parece que por debajo del arco estilo nuevo mozárabe pasan unas vías de tren. Es eso un ir y venir, de cambios de luz, cada instante es diferente, y vamos dejando unas cosas y recogiendo otras.

Montserrat Sala dijo...

Tender puentes como este, aunque lo veamos difente según las horas del dia

hacia la intolerancia.
Hacia la incomprensión.
hacia la impaciencia.
hacia la indiscreción.
Sobretodo hay que tender puentes, con todas las personas débiles para que nos sean mas cercanas, con los ancianos, para que no se sientan
excluidos.
Profesor, me temo que me he pasado, con tanta moraleja. Pero que quieres, a mí estos puentes me han inspirado esto. Un saludo y que tengas un buen día.

XuanRata dijo...

Se carga el cielo y se descarga el arco, catapulta de nuestros pasos.

pancho dijo...

El arte de vivir tiene mucho de contemplación de la naturaleza, sus formas y sus cambios. El atardecer de la vida le da una nueva dimensión a las cosas. Les otorga hondura y profundidad y ... sombras más alargadas.

Txema dijo...

Sólo falta la vieja locomotora humeante...

Saludos profe.

Tesa dijo...

Tan igual y tan distinto.
Marcar las 7 diferencias...
:)

Abejita de la Vega dijo...

Por aquí me dicen que ese puente es el "arco de ladrillo" y que ahora esa zona está en obras.

La luz que le has dado lo embellece. Se puede embellecer todo, incluso al ladrillo visto.

Besos

Isabel Huete dijo...

El camino es el mismo; nosotros y las luces somos otros. Para que luego digan que la vida no es emocionante...

omar enletrasarte dijo...

también nosotros, en dos momentos, somos luz y somos sombra
saludos

El Gaucho Santillán dijo...

Mañana serà otro dìa, y el sol vuelve a salir.

Pero uno envejece, làstima.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

wow pedro... que cambios... los colores del regreso estan muy bellos...que lindas fotografias!!


besines y espero que estes muy bien
:D sauvignona

María Téllez Girón dijo...

..me encanta eso de las luces diferentes, sobre el mismo camino!

un saludo!

Joselu dijo...

La segunda parece tratada digitalmente, no parece real. O lo real no parece real. O tal vez sea que estamos en tránsito entre realidades divergentes. Me gusta más la segunda, aunque sospecho de ella.

Isabel dijo...

Tendría que existir de verdad algo que al pasar por allí, pudieras lanzar lo malo del día y quedase allí para siempre. Besos Isabel.

Delgado dijo...

Has captado un mismo lugar con dos realidades diferentes: la noche y el día, ¿cuál preferimos?

El Deme dijo...

Trenes que van, trenes que vuelven, es curioso cómo la fotografía casi nocturna concede al cielo un protagonismo que la del día no tiene...

José Antonio del Pozo dijo...

ese azul nocturno sobre la piedra es una virguería, una incitación a la lujuria, que el mismo puente desmiente... en vano
saludos blogueros

jg riobò dijo...

Yin y Yang.
Como la vida misma.
La luz es la esencia de la fotografía.

virgi dijo...

Así estuvo Monet hipnotizado con la catedral de Rouen y sus cambios de luz según el día, la hora, la estación del año.
Besos, Pedro.

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Otro día más, que el tiempo olvidó.
Mientras, la luz siempre cambiante; dorada al encuentro con la ‘Sonata de otoño’, y la luna, y la noche con su magia impresionista, envolvente, azul.

Saludos.

matrioska_verde dijo...

eres de los afortunados que son capaces de mirar y volver a mirar para así, entre todas las miradas obtenidas, sacar una conclusión, que seguro que será más acertada que la de aquellos que sólo miran una vez.

biquiños,

Euphorbia dijo...

No te fijaste en ese caracol que empezaba a subir por el arco a las 8 de la mañana y había avanzado un metro y medio a las 8 de la tarde... él también tuvo sus quehaceres, no te creas. Él también habrá pensado que mañana será otro día.
Por cierto, parece una construcción muy inútil, a no ser que sea un viaducto para caracoles, en ese caso ya tiene su razón de ser.
Un abrazo

LA ZARZAMORA dijo...

Y nosotros tampoco somos ya los mismos cuando llega la mañana y la noche...

Muy buenas las capturas, Pedro.
Besos.

São dijo...

Nunca são as mesmas as águas que passam sob a ponte...

Abraço grande, meu amigo

Paco Cuesta dijo...

Otro día con otra luz. ¡Ojalá no nos ciegue!