jueves, 14 de julio de 2011

La insatisfacción en las leyendas becquerianas y noticias de nuestras lecturas, con reportaje fotográfico quijotesco.


En las leyendas de Bécquer predomina la insatisfacción: el amor no se logra, la mujer resulta ser tan imposible de alcanzar como un rayo de luna, alguien asiste a un hecho asombroso que luego no puede reproducir ni explicar, se escucha una música sobrenatural que no logra anotarse. Los personajes resultan, así, poseídos por una especie de fiebre espiritual que los empuja, obsesivamente, hacia su propia autodestrucción porque no logran escapar de ella. Los argumentos se llenan, por lo tanto, de estas búsquedas o retos imposibles que, en ocasiones, ni la muerte logra cerrar. Los protagonistas suelen vivir así en un desasosiego permanente: anhelan algo que no logran. Lo que anhelan pertenece al mundo de lo sublime y lo sublime no suele estar al alcance del ser humano. Y si lo está se encuentra muy próximo al abismo.

Vistas así las leyendas resultan muy atractivas para el lector: arrebatadoramente trágicas y rómanticas. Sin embargo, ya hemos dicho que la fiebre de estos personajes es la misma que sufre el artista, empujado hacia la expresión de la belleza poética con la herramienta insuficiente del idioma: el poema es producto también de una insatisfacción. Aunque resulta apasionadamente válida la lectura argumental de las leyendas -más que la de las rimas dado que Bécquer no prescinde de la narración de un hecho-, el análisis no estaría completo si no abordáramos las historias de estos textos como metáforas que simbolizan esa lucha del poeta por hallar la expresión poética de la belleza y su insatisfacción al no alcanzarla. En ello, incluso, está dispuesto a superar todos los riesgos que se le pongan.

Noticias de Bécquer

Merche Pallarés da cuenta de sus inicios en la lectura de las leyendas y se centra en un texto apasionado de El beso.

Myriam comenta Maese Pérez el organista, una de las leyendas mayores de Bécquer. En su primera entrada da las claves de la estructura, para concluir el análisis y su valoración en una excelente segunda entrada.


Pancho comenta la rima 32 (LXVII). Me permito llamaros la atención sobre su último párrafo, que contiene una de las claves de la estética becqueriana.


Gelu disecciona los temas esenciales y calcula la extensión de las rimas en una entrada útil e inteligente, para luego darnos cuenta de la presencia en las rimas de expresiones muy becquerianas, más otros datos de contextualización muy útiles.

Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, comenta e ilustra magníficamente Las hojas secas, una pequeña joya literaria becqueriana. Después, gracias a una aportación de Gelu, documenta una interesante visita de Bécquer al mar en Bilbao.

En este enlace podrás encontrar las instrucciones para seguir la lectura de la obra de Bécquer en La Acequia, con los índices de las entradas. Si me he olvidado de alguien, avisadme para corregir el error.


Noticias de la lectura de la trilogía dantesca de Óscar Esquivias


Os invito a participar en esta lectura colectiva y virtual de la trilogía dantesca de Óscar Esquivias, continuando la variedad de estilos, propósitos y miradas que nos han enriquecido la lectura del texto cervantino en los dos últimos años.



Noticias de la lectura del Quijote 

Lola me da cuenta de su viaje por las tierras quijotescas del Campo de Criptana. Como muestra, allá va esta excelente foto, que debéis completar con las que publica en uno de sus blogs.


La lectura del Quijote se convierte en proyecto permanente de La Acequia (en este enlace) al que se puede incorporar todo aquel que lo desee en cualquier momento y, por lo tanto, seguiré  publicando, periódicamente, las noticias correspondientes.

12 comentarios:

omar enletrasarte dijo...

Aunque grande y magnífico, el querido poeta no ha sido distinto a todos nosotros 'los acequianos' pues siempre estamos insatisfechos, siempre necesitados de expresar y expresar...la búsqueda empedernida detrás de la belleza
un abrazo mi querido amigo

Lola Fontecha dijo...

Muchas gracias Pedro. Besos

lichazul dijo...

nos pasa Pedro, escribimos más de los que se fue , de lo que nos hizo pulso y nos remeció por dentro , que de los momentos presentes.
Los grandes poemas de amor son los sufridos, los que en donde uno de los que ama se queda "desamparado" de ese otro par , y el amor se le queda dentro como una espina en el corazón punxando, goteando memorias, llorando deseos, velando los sueños truncados.

Besos , Bécquer como otros escritores se dió cuenta que los textos con ese matiz trágico es lo que identifica a muchos más lectores y es una forma llana de que ellos se sientan reflejados y representados en el sentir, algo así pasa con las canciones populares que escuchamos en las radios, los boleros, los tangos, las baladas, se hacen absolutamente melodía que acompaña por años una relación equis

más besos y el amor es siempre un manantial de donde beber e imaginar escenarios para la composición

Merche Pallarés dijo...

Bécquer intuía su pronta desaparición y lo plasmaba en sus leyendas sin duda alguna. Pero, siendo pragmática como soy, sigo pensando que mucha de su imaginación provenía de sus efluvios morfinómanos... Besotes alucinógenos, M.

Myriam dijo...

El problema con los perfeccionistas siempre insatisfechos es que no alcanzan "la felicidad", el goce, el disfrute, ni siquiera cuando consuman un hecho u obra maestra, convirtiéndose en eternos amargados, sufrientes, hasta melancólicos. Quizás por eso, Miguel Angel, casi nunca acabara sus obras escultóricas.

Myriam dijo...

Linda foto la de Lola.

Besos a tí y saludos al grupo y vistantes.

Luis Antonio dijo...

De adolescente devoraba las leyendas de Bécquer. Me identificaba con sus sueños imposibles. Hoy sueño con cosas más asequibles, sobre todo para los míos, y también están resultando harto complejos...

A la hermosa foto de Lola, le falta Lola...

Un abrazo

va de molinos dijo...

no de Bécquer. Lo siento.

He sido tentado en mandaros estos GIGANTES, que dejan en ridículo la banderita que coloqué en Rodapozos el pasado Mayo,y como sabes es el punto más cercano a la ciudad que está a 1000m. sobre el nivel del mar.
La bandera es el punto blanco junto a la base del cuarto molino por la derecha

Abejita de la Vega dijo...

Es verdad, lo que caracteriza a los protagonistas de las leyendas es la insatisfacción, un componente muy humano, por otro lado.Persiguen imposibles: rayos de luna, ojos verdes, corzas blancas...como Bécquer, enfermo crónico de ese mal, en su vida y en su obra.

Disfrutemos de su valor poético y , por qué no, también de su lectura argumental. ¿Hubiera sido Bécquer, de haber vivido hoy, una autor de best seller? Porque, con argumentos como los de las leyendas becquerianas , se podría confeccionar un ladrillo de esos pseudohistóricos.

Gracias por hacernos ver con otros ojos estas leyendas, de proporcionarnos una lectura diferente de algo que nos parecía ya muy trillado.

Besos, Pedro

pancho dijo...

Bécquer siente la angustia de la imperfección en su búsqueda constante de la belleza en la expresión. Supongo que utiliza el formato del relato breve de las leyendas porque es el que mejor se ajusta al periódico, medio en el que son publicadas en primera instancia. Eso le debió ayudar a someter el desenfreno romántico a la expresión contenida e intensa de sus creaciones en prosa, pero más pródiga y colorista que en Las Rimas por la menor presión de la extensión.

Me satisface leer que mis elucubraciones dan en alguna clave becqueriana.

No es difícil imaginarse a Don Quijote enredado entre aspas como brazos de gigantes gesticulantes y asombrados en este excelente encuadre de los molinos manchegos.

Delgado dijo...

Frente al positivista, el idealista; frente al materialista, el soñador.
Bécquer se dejó llevar por lugares inalcanzables.

Paco Cuesta dijo...

Historias muy atractivas para cualquier lector y profundas para el estudioso.