viernes, 1 de julio de 2011

Equipaje de mano


La última maleta que dejé olvidada en un andén contenía una muda, un cepillo de dientes, un libro inacabado, los recuerdos de aquel viaje y una lista de personas de las que ya no me acuerdo. Es lo mejor de hacer listas de cosas y perderlas: no comprarás arroz, no visitarás los lugares recomendados por la guía de viajes y mirarás a las personas como si acabaras de conocerlas.

31 comentarios:

Anónimo dijo...

Una buen procedimiento de conocer gente: espontaneamente y sin planificación.

Asun dijo...

Es que tendemos a ir demasiado programados.

Nos vendría bien un poco más de improvisación y dejar de lado las ideas preconcebidas.

Besos

Lola Fontecha dijo...

De esa forma tendremos más cosas que contar a nuestra vuelta. Buen fin de semana. Un beso Pedro

lichazul dijo...

nunca he perdido una valija
me dieron ganas de que me pase, a ver si conozco a alguien

besos Pedro y buen fin de semana

Unknown dijo...

Es mucho mejor ir ligero de equipaje por la vida.
Un abrazo Pedro.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Dejarse llevar por la improvisación...buena estrategia!

Un abrazo.

Pilar dijo...

el cepillo y la muda serán irrecuperables, pero pienso que lo que uno escribe, aunque sea en una lista, queda en la memoria, alguna cosa se olvidará seguramente, pero otras quedarán ahí en lo recóndito...acabo el día con nostalgia...

Silvi (reikijai) dijo...

Excelente ejercicio.Lastima,no siempre se puede.Somos demasiados orquestados...cuesta mucho soltar. Besos.

Merche Pallarés dijo...

La maleta de la foto es mejor perderla...
A través de los años y los viajes he aprendido a ir muy ligera de equipaje. Besotes viajeros, M.

El cuaderno de la mesa camilla dijo...

A mi, alguien me la arrebató pensando, tal vez, que se llevaba algo valioso. Algunas cosas personales sin importancia, un tomo de Machado irrecuperable y unos textos imposibles de rehacer. De este tesoro ausente, papeles, sí queda una cicatriz en el costado, aunque al ladrón no le sirviera ni para hacer fuego.

El cuaderno de la mesa camilla dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Euphorbia dijo...

Yo que soy una obsesa de las listas, no soporto perderlas u olvidarlas...
Un abrazo

Casía dijo...

Viajo poco, pero cuando viajo lo hago ¡a mí maneraaaaa! coche, gasolina y "pa lante" sin nada concretado ni guias

Luis Antonio dijo...

Todo tiene su pro y su contra. Perder ese equipaje es olvidar el pasado y comenzar de cero... ¿Por qué no?

Hernando dijo...

Nada de listas todo improvisación, mi viaje iniciático, acabado el bachiller, poco dinero en los bolsillos, no existían las VISAS para sacarte de un apurillo, se hacía de noche, y teníamos que bajar de unas cuevas, teníamos 10 Km de camino, unos mineros de excursión con sus arrugas de la mina, sus mujeres con la bondad y humildad en el rostro, nos ofrecieron todo, sobretodo humanidad, no hacen falta listas de personas, quedan grabadas para siempre en la memoria y equipaje el justo, tal vez la complicidad de una compañía.

Natàlia Tàrraco dijo...

conviene ligero el equipaje, bastan ojos y oídos, ganas.

Montserrat Sala dijo...

El comentario sobre la foto, es como simepre, bueno. Pero lo que me llama poderosanmente al atención en sí, el la misma foto. yo que ando por la calle y siempro voy con mi cámara, nunca podria sacar una foto de semejante despedicio. ¡Donde te debes de meter. . .!

LA ZARZAMORA dijo...

Suelo viajar siempre con lo mínimo...me gusta cuando viajo que me sorprendan y sorprenderme.
Besos, Pedro.

matrioska_verde dijo...

enfrentar la vida ligeros, de manera espontánea, sin un pasado pesado.

y acariciar el futuro con la certeza de que todo [lo que todavía nos queda por soñar] puede sucedernos.

biquiños,

Myriam dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Myriam dijo...

Sobre el arte de tu foto: Helen - que es fotógrafa y licenciada en Historia de Arte - tiene una teoría que creo tú compartes: la existencia de los desperdicios que forman parte de nuestra cultura, monumentos que construimos y que ni siquiera vemos o somos conscientes de que montamos, que ella - cómo tú - en sus producciones trae a la luz.

Besos

Myriam dijo...

PD. Helen, mi hija adorada.

MIMOSA dijo...

¡Ay Pedro, muchas de estas ventanas eché de menos!!
Una imagen, un detalle, unas pocas líneas que abren un mundo mágico de respuestas.
Siempre viajar ligero de equipaje y abierto a saborear emociones nuevas.
Besos mi querido Pedro!

impersonem dijo...

No sé no sé... no me convence esto que dices, a mí no me gusta perder nada ni olvidar nada... en mi equipaje hay cosas que me son útiles, en mi memoria otras que me son imprescindibles (no suelo hacer listas de nada para ayudar a mi humilde memoria, pero si las hago alguna vez es porque tienen una utilidad, por lo tanto, mejor no perderlas)... prefiero pues conservar el equipaje y las listas y decidir lo que crea con respecto a lo que tengo y a lo que surja... supongo que el no perder y el encontrar pueden ser compatibles sin que entrar en excesos ni en contradicciones.

En cuanto a la foto... bueno, el tiempo pasa para todos y para todo, la vida es un tránsito que envejece...

Abrazo.

María dijo...

Ir con un equipaje muy completo equivale a ir muy cargado, yo creo que lo mejor, es ir con lo justo y necesario, así cuando más vacíos menos problemas.

Un beso.

Marie dijo...

Es precioso, y puesto que ahora que voy a viajar me ha calado muy hondo.

Pilar dijo...

Cómo me gustan estos temas, el amor, el odio, las relaciones amorosas,son un mundo...Si además pasa el tiempo...Porque a veces alguien que creías olvidado, nuevamente vuelve a tu memoria, por ejemplo...En fin...No he visto esta película aunque he oido hablar de ella, tal vez la vea...
Besos, Pedro

Abejita de la Vega dijo...

¿La de Cardenio?

Paco Cuesta dijo...

Uno cumple con la obligación de recordar y la satisfacción de no acordarse de ello. SÍ, es una idea.

jg riobò dijo...

Contenedor del lago del pasado.

omar enletrasarte dijo...

La última maleta que dejé olvidada en un andén contenía una muda, un cepillo de dientes, un libro inacabado, los recuerdos de aquel viaje y una lista de personas de las que ya no me acuerdo
(sic)
Es que el rumbo tomado y su destino incierto me condujeron despojado de civilizadas costumbres y de lazos humanos muy frágiles. Cuando llegue todo parecerá nuevo, virgen, sorpresivo y maravilloso, seré el hombre nuevo llegado al jardín del planeta más ansiado por las almas que por los razonados pensamientos. Y tu, serás el remanso, la paz y el regocijo…incluso si allí no existe el amor.