lunes, 3 de enero de 2011

Proyecto agua: La profundidad de un río



La profundidad de un río se mide por la forma en la que atrae nuestras miradas el fondo turbio. En el verde oscuro de las aguas se guardan secretos tan intensos que el lodo atesora como un avaro para esconderlos de las miradas. Por eso, una persona acodada en el petril de un puente se interroga siempre sobre qué debe arrojar al cauce de todo lo que más le pesa.

Entrada del Proyecto agua
(videoinvestigación sobre la relación del agua
con los espacios autobiográficos)
y presentación del Canal de YouTube de La Acequia

31 comentarios:

Luis Antonio dijo...

Me encanta el verde oscuro y todo lo que entraña. Arrojaría los problemas insolubles a condición de que nadie los pescase para sí

Myriam dijo...

Mi respuesta anda por aquí

Myriam dijo...

aunque, pensándolo bien, no sé si es lo que más me pesa, quizás sólo quiera que estén allí...cerca mio.

Martine dijo...

Con el mejor de los lastres "Les idées noires", sin dudarlo.

un beso...

María dijo...

En la profundidad del río arrojaría todos mis errores cometidos para que se los llevara la corriente del río, y volver a renacer desde la claridad cristalina del agua.

Un beso.

Lola Fontecha dijo...

Yo si volviera a mi, arrojaría el miedo a vivir... por temor a que me hagan daño. Besitos

Asun dijo...

Si nos interrogamos y dudamos sobre qué tirar es que tenemos demasiadas cosas para arrojar. Tal vez sería mejor tirarlas todas y empezar de cero.

Besos

Mariluz GH dijo...

Yo tiraría una red -de arrastre- para arrancar de su fondo todo lo malo que está envenenando su cauce...

abrazos, Maese Pedro :)

Merche Pallarés dijo...

Veo que ahora te ha dado por los videos... Bonito río bordeado de árboles ¿es el Arlazón? Besotes curiosos, M.

matrioska_verde dijo...

más que el peso, yo mediría el sufrimiento, el dolor... eso es lo que yo tiraría primero.
biquiños.

XuanRata dijo...

El río en sí no existe, es solo un resultado de afluencias. Su profundidad viene de lejos y tal vez hay que buscarla fuera de él, en sus vertientes.

Hernando dijo...

Yo arrojaba piedras llanas y lisas, contaba las veces que la piedra bailaba, saltaba sobre la superficie con reflejos del agua del río, al principio eran saltos más largos, conforme pasaba el tiempo disminuían el tamaño de los saltos, hasta ya sin fuerza la piedra se hundía en las profundidades del río. (Las piedras negras y con ideas negras son las mejores para este juego, siempre se quedan en el fango de las profundidades del río.)

Txema dijo...

Arrojemos las malas ideas, las nuestras y las que nos hacen peores.

saludos

Isabel Barceló Chico dijo...

Lo que me pesa me da solidez y me sujeta al suelo. Está tan hondo como el lodo del río. Me miro entonces en ese fondo y sus miserias, y me reconozco.

Es un proyecto bellísimo, Pedro, que espero disfrutar en los próximos meses.

Que el nuevo año te traiga, pues, mucha agua y muchas ideas, además de bienestar. Un abrazo muy fuerte.

São dijo...

Aui tens , no teu precios texto, uma belíssima metáfora para a lama de certas pessoas que nos atraem como se nos puxassem para um abismo dada a sua tenebrosa complexidade.

Um forte abraço, meu Pedro.

São dijo...

ERRATA:

ALMA, não "lama"

AQUI, não "Aui"
PRECIOSO, não "precios"

Mais um abraço e o meu pedido de desculpas pelas gralhas

pancho dijo...

El fondo de este río tiene el síndrome de Diógenes, almacena los
peces de ciudad que no merecen nadar.

Juan Luis G. dijo...

Suele ser un carro de supermercado; todo un clásico. ;-)

Saludos.

Paco Cuesta dijo...

Los rios de poco caudal, me parecen más cercanos, más íntimos, más yo.

Abejita de la Vega dijo...

Como Paco, me gustan más los ríos "medianos e más chicos" que los "caudales".

¡Se pueden arrojar muchas cosas malas! Pero...¿y si rebotan?

Un beso

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

la contemplación solitaria de un río lleva a la reflexión de forma inmediata e irremediable. un abrazo.

El Gaucho Santillán dijo...

Los rìos nos atraen, porque son una analogìa de nuestra vida.

Al principio, en las montañas, el rìo es caudaloso, vertiginoso y arriesgado.

En la llanura, el rìo se calma, pero su caudal se vuelve productivo.

En el final, pierde su energìa, se vuelve tranquilo y meandroso, y trasciende al mar.

El rìo nos hace patente la certeza de nuestra propia nuerte. Y la respuesta a eso, es arte.

Un abrazo.

Isabel. dijo...

Así andan los rios de contaminados. Besos Isabel.

virgi dijo...

La acequia ha crecido, ahora es un hermoso río, con chopos en los bordes y paseantes que se mecen con su rumor.
Me alegra esta nueva variante, seguro vendrá cargada de vida, mismamente como el agua que nos recorre.
Un abrazo

Anónimo dijo...

"la profundidad de un rio" me parece muy poetico el titulo y lo que dices de el tb...
me parecio muy bonito...no se digo...
:) besines pedro
que estes bien...
:) SAUVIGNONA

MIMOSA dijo...

Hay lastres que aún sabiendo que son los que más pesan, son los que más cuesta soltar.
Un abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

A mí me dan ganas en días como este de soltar la prosaica realidad que nos rodea.
Besos, Pedro.

Unknown dijo...

Todo nuestro saber se revela por ello como “ignorancia”. Soy de la Cuenca del Plata, la ciudad del puerto de Buenos Aires, de los horrores más aberrantes. El agua da vida y también trae muerte, oculta pruebas, ahoga sueños, vomita sobre las cosas pesadillas. La “ignorancia” no implica una actitud escéptica; significa únicamente que nuestras afirmaciones sobre la verdad se quedan por debajo de la verdad misma
como meras conjeturas de lo verdadero8. Por debajo del Río corre la verdad del Río. El saber que se reconoce como este su esencial quedarse por debajo de la verdad es lo que sucede en nuestra vida. Dicho reconocimiento es el horizonte dentro del cual se puede llegar a conocer algo. Hay que bucear en el Río, moverse en el agua para ver desde cerca, desde lejos, el infecto mundo en el que vivimos.

TE DEJO UN FUERTE ABRAZO, que tengas un muy ¡FELIZ AÑO!
Te considero un amigo, sos un escritor que admiro mucho y una persona que enseña todo el tiempo.
Gracias por estar, entretenernos, hacernos pensar, enseñarnos.


HologramaBlanco
(Edgardo)

Alimontero dijo...

Me has hecho recordar una situación personal de hace un tiempo atrás... experimentada a raíz de Seminario en Tarragona...al fondo llegan las duras experiencias, las mas dolorosas que el cuerpo, en su autocuidado, res-guarda como protección de nosotros mismos...
Es bueno vaciar la bañera, que fue lo que escribí, y echar un ojo al fondo....para poder "ver" y soltar de una vez....,-)

Un abrazo mi querido Maestro...
con mucho cariño,

Ali

Gabiprog dijo...

Pensamos en lastres, siempre, una veces para liberarnos, otras para coleccionarlos, y eso último sale solo.

jg riobò dijo...

Me encanta la baja calidad de la imágen.
Todo un acierto.