jueves, 30 de diciembre de 2010

La Guerra civil y otros tiempos en Inquietud en el Paraíso de Óscar Esquivias y noticias de nuestras lecturas.



En la Adenda final a Inquietud en el Paraíso, el autor define la obra como lo que es: novela histórica. Por lo tanto, le ampara la vieja máxima aristotélica según la cual cuando en la literatura se da un conflicto entre la veracidad histórica y la verosimilitud artística, debe predominar ésta sobre la primera. A esta máxima le añade una pizca de ironía cervantina en la última novela de la trilogía, como veremos, al construir un personaje que discute la veracidad del argumento de las dos anteriores. Guarda este primer volumen de la trilogía las mejores formas de la literatura histórica de verdad -que no es la que está tan al uso hoy en día, puesto que en las estanterías de novedades de cualquier librería predomina la novela histórica fácil, para ser leída de un tirón-. Entre ellas, la apreciación de un gran suceso histórico desde un rincón del mismo; la implicación de la historia en el argumento de tal forma que resulten inseparables; la lectura decididamente actual de los acontecimientos del pasado, etc. La fábula, una vez ajustada a la historia de Burgos en 1936 (el autor ha contado que estuvo tentado de situarla en las guerras carlistas pero desechó la idea porque Burgos no tuvo un gran protagonismo en ellas, lo que nos lleva a pensar en la entrada del otro día y en que para él era más importante el simbolismo del espacio que el tiempo histórico), ya no puede explicarse de ninguna otra manera.

La reconstrucción de Burgos en los primeros tiempos de la Guerra civil española está muy documentada tanto en la vida cotidiana como en los personajes y ambientes (véase la bibliografía que acompaña a la novela y, sobre todo, la consulta cuidadosa de las publicaciones periódicas de la ciudad castellana en aquellos tiempos), pero no ahoga precisamente porque todo se subordina a la idea central, la del viaje dantesco que es, a la vez, un viaje individual del protagonista y colectivo de toda una sociedad. Se ponen en juego, por lo tanto, tres tiempos sabiamente conjugados (una novela histórica sobre la Guerra civil, una novela de aprendizaje, una novela sobre la sociedad española quintaesenciada en Burgos y Madrid). No es necesario conocer la historia burgalesa, ni la historia de la crueldad de la sublevación de los militares en 1936 contra el Gobierno republicano, para comprender y disfrutar de la novela, precisamente porque hay un pulso universalizador que explica el propósito de seguir la guía de Dante.

El tiempo histórico es tratado en Inquietud en el Paraíso como un mundo ficcional verosímil: precisamente este será uno de los juegos narrativos de la trilogía. De ahí el estilo, diferente sustancialmente al segundo volumen de la trilogía pero también al tercero: un realismo con toques costumbristas que parece proceder de la novela que predomina a principios del siglo XX. También esto cambiará sustancialmente en las dos siguientes novelas.

En el fondo, la trilogía dantesca de Esquivias es un recorrido por la historia española del siglo XX y su tratamiento literario, no sólo por la Guerra civil, pero a la vez es un viaje moral por la biografía de cualquier individuo y de toda una sociedad. Si leemos la trilogía sólo como una historia más de la Guerra civil española no la disfrutaremos del todo y acabaremos por desorientarnos en el segundo volumen y no comprender el tercero. No perdamos la inocencia del lector que busca que el autor le sorprenda. No todo es argumento. Es más, en una buena novela, el argumento es lo de menos: tan sólo el recubrimiento azucarado de la almendra. Dulce, pero provoca caries en exceso.

Consulta aquí las recomendaciones para incorporarte al proyecto y aquí un índice de las entradas correspondientes.

Hace tiempo creé en Facebook un grupo de lectores de Óscar Esquivias (no confundir con su perfil pesonal) que se convierte también en una herramienta para seguir esta lectura. Aquellos que tengáis perfil en Facebook, podéis solicitar uniros.

Noticias de la lectura de la trilogía dantesca

Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, investiga, en su entrada, las imágenes en las que sucede gran parte de Inquietud en el Paraíso. Muy útil, no podéis dejar de leerla. Después, se da a conocer a Óscar Esquivias y consigue autorización para descuartizarlo. Para despedir la semana, publica un enlace sugerido por Martine (nuestra añorada Selma) que logra ambientar la lectura del primer capítulo de la novela.

Aldabra sigue con las oportunas explicaciones de palabras y conceptos aludidos en Inquietud en el paraíso. En esta entrada aborda alusiones clásicas: es cierto, en Esquivias hay ingeniosos cruces entre lo clásico y lo moderno, pasando por Cervantes. Me explicaré más adelante.

Paco Cuesta escribe una magnífica entrada en la que habla de las dos lecturas que ha hecho de la novela y lo ilustra con fotografías que vienen muy al caso.

Ele Bergón, al abrir Inquietud en el Paraíso ha destapado la caja de los recuerdos y así nos lo cuenta.

J.G. enhebra un excelente monólogo en tranvía que se adentra en Inquietud en el Paraíso, en su paisaje y en el tiempo actual. Un entramado que aclara precisamente porque hace madeja. Tras ello, lo aparca una semana para convivir con suicidas.

Os invito a participar en esta lectura colectiva y virtual de la trilogía dantesca de Óscar Esquivias, continuando la variedad de estilos, propósitos y miradas que nos han enriquecido la lectura del texto cervantino en los dos últimos años.

Si me olvido de alguien, hacédmelo saber para corregir la omisión.




Noticias de la lectura del Quijote

 Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, decide viajar al origen y comentar el capítulo primero de la primera parte. No os perdáis cómo rescata un secundario al que nadie antes había presetado atención.

Aunque su entrada no tenga nada que ver con el Quijote (¿o sí?), podéis ver aquí a Antonio Aguilera, en pose bien cervantina.

La lectura del Quijote se convierte en proyecto permanente de La Acequia (en este enlace) al que se puede incorporar todo aquel que lo desee y, por lo tanto, seguiré  publicando, periódicamente, las noticias correspondientes.

Si me olvido de alguien, hacédmelo saber para corregir la omisión.


En la columna de la derecha tenéis la propuesta de obras clásicas para leer después de la trilogía de Esquivias: participa en la votación.
Por ahora, gana la propuesta de Rimas y leyendas de Bécquer.

20 comentarios:

Martine dijo...

"...el autor define la obra como lo que es: novela histórica. Por lo tanto, le ampara la vieja máxima aristotélica según la cual cuando en la literatura se da un conflicto entre la veracidad histórica y la verosimilitud artística, debe predominar ésta sobre la primera".

Recuerdo que tu excelente análisi-Critica de Ágora, usaste el mismo argumento, lo comparto absolutamente.. la veracidad mejor dejarlo para los documentales..

Estoy atrapada por esta novela,me la regalaron, me gusta como escribe este Autor, es lo reconozco, un descubrimiento.. aprendo muchísimo sobre una parte de la Historia de este mi Pais adoptivo.. y leo , me atrevo a comentar en muy buena compañia, que más se puede pedir!

Sólo agradecerte, agradeceros esta oportunidad.. Y si no sirvo para comentar, siempre puedo hacer de Dj, como me pasó con nuestra querida Arañita..;)

Besos Burgaleses, de corazón.Para tí, para tod@s

Merche Pallarés dijo...

Ya me voy enterando de la novela por tus análisis y los comentarios de los colegas pero sigo sin tener los libros... Besotes literarios, M.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

me ocurre igual que a Merche, encargué los libros pero nada de nada...por ahora...espero tenerlos antes de que se finalice la saga..un abrazo y venturosos año 2011

São dijo...

Aprecio imenso romances históricos.

De coração, mais uma vez, os meus desejos de um 2011 cheio de amore, paz e saúde para ti e para os teus, querido amigo.

Besos.

Gemma dijo...

Me gusta mucho el equilibrio que creo ver entre lo estrictramente cierto y la ficción añadida, la realidad del lugar y lo que por desgracia ocurrió esos días de julio contrastando con esos toques de fantasía tan bien traídos: el inicio en el Salón Rojo que recuerda a una novela de Verne o esas contraseñas demenciales que ridiculizan a los conspiradores, para poner dos ejemplos.

Me ha parecido genial la entrada de la Abejita de la Vega, muy útil para los que lamentablemente no conocemos la ciudad... todavía.

Tengo que encargar el segundo y el tercero, espero que no haya problemas de suministro, por lo que leo más arriba.

Un abrazo, Pedro.

Asun dijo...

Poco a poco voy avanzando en la lectura. La verdad es que estos días de vacaciones pensaba haberle dado un buen empujón, pero entre imprevistos y que me lío sola, voy más despacito, pero voy.

Un beso y FELIZ AÑO para ti PEDRO, y para todos los Acequianos.

Abejita de la Vega dijo...

Me parece muy acertadas las tres dimensiones que señalas:"un recorrido por la historia española del siglo XX y su tratamiento literario, no sólo por la Guerra civil,... un viaje moral por la biografía de cualquier individuo y de toda una sociedad".

Es decir: una visión irónica de unos acontecimientos históricos, junto con el paso a la edad adulta de cualquiera de nosotros representados por Rodrigo y Román, más la división de la sociedad española en dos bandos irreconciliables.

Es una novela histórica muy diferente de las que nuestro amigo Antonio Aguilera diría "de Carrefour", aunque llenen los estantes de las librerías.

Aunque se puede leer sin conocer Burgos, comprendo que se despisten un poco los que no viven o no han vivido aquí. A mí misma, que ya había leído la novela, me dio mucha luz el ver la abigarrada tumba del arcediano Villegas. Aunque es una espléndida obra de arte, pasa desapercibida por estar en un lugar de paso y , además, los guías no se detienen apenas en él. Lo confieso, no lo conocía, a pesar de haber estado innumerables veces en la catedral y de haber paseado de niña, por ella, como perro por su casa.

El tratamiento del tiempo despista también un poco y no digamos la cantidad de personajes reales y ficticios que pululan por esta novela colmena.

Así que comprendo las dificultades pero os digo que el esfuerzo merece la pena, lo pasaréis muy bien con ella.

La presentación de "Pampanitos verdes", como veis por mi blog, me permitió ver en su salsa al escritor. Pasamos un rato muy agradable todos los que estábamos allí, estoy segura. Y dijo algo muy importante: su lectores son sus amigos.

En cuanto a lo del Quijote, sigo resucitando secundarios y, tras el mozo de campo y plaza, pensaba llamar a a las "mozas del partido" del 1,2. Pero me hablas de un secundario en el prólogo. Cielos, no se me había ocurido tamaña cosa

En lugar de eso, voy a esperar que ése secundario del prólogo se cuele en los canalículos que desembocan en mi portátil de la ce machacada.

Decías algo de que los lectores se saltan los prólogos...¡qué raro! ¿no?

Bueno, que hoy es 31...

Feliz Año Nuevo 2011 para Pedro y para todos los que pasáis por aquí.

MIMOSA dijo...

Deseando estoy que me lleguen los libros, mientras me voy poniendo al día con vuestras entradas.
Feliz Año Pedro, para ti, todos los que hasta aquí llegan y para todas aquellas personas a las que quieres y amas.
Un gran abrazo.

Paco Cuesta dijo...

El nombre del personaje histórico genera unas expectativas en el lector diferentes a las que pueda generar un personaje imaginario, cuya existencia comienza con la novela.
Ahora bien, el personaje sólo funciona como histórico en tanto que es reconocido como tal por los lectores, es decir, siempre que exista un código común al escritor y a su público. La existencia de ese código no es obligatoria para el lector.

pancho dijo...

Releídos los dos primeros capítulos, lo primero que llama la atención es la facilidad con la que el autor inserta la lectura erudita de Dante en el ambiente prebélico del 36. Se percibe que el autor pone especial cuidado en no abrumar con datos locales, a pesar de que deja bien claro que estamos en Burgos.

No hay duda de la inspiración cervantina en este comienzo, incluso cita las burlas de los duques en el episodio de Clavileño. El planteamiento de la novela es quijotesco en muchos aspectos, algo de esto se me ha ocurrido en lo que he escrito para el domingo.

Un abrazo y feliz año.

Merche Pallarés dijo...

¡¡RECIBÍ LOS LIBROS HOY!! Voy a empezar el año muy feliz en compañía de Rodrigo Gorostiza, (no es por nada pero el apellido es MUY vasco...) don Cosme, Dante y los oscuros sacristanes... ¡Ah! y espero que el órgano no rompa el rosetón central. Voy leyendo. Besotes Esquivianos, M.

Isabel dijo...

Felíz Año 2011 para todos vosotros; salud, trabajo y amor. Com mis mejores deseos, un abrazo Isabel.

Luis Antonio dijo...

Me interesan mucho todas recomendaciones de lecturas hechas con criterio fiable, como es tu caso. Muchas gracias

Myriam dijo...

Estoy terminando el tercer capítulo y me demoré porque estoy leyendo paralelamente sobre los personajes históricos que nombra el autor (algunos ya concocía) asi como sobre la Historia Española de la Primera mitad del siglo XX aunque no sea necesario para endender la obra.

Me gusta lo que dices de los tres tiempos sabiamente conjugados.

Un abrazo y ¡Feliz 2011 para todos!.

Myriam dijo...

PD: y esas novelas de "facil digestión" que mencionas, a mí se me hacen totalmente indigestas. nunca pude con ellas... ¡puajjjj!

impersonem dijo...

Volveré en otro momento a leer la información que nos das en esta entrada... ahora sólo pasaba a desearte un año 2011 cargado de lo mejor de lo mejor para ti y los tuyos...

Un fuerte abrazo.

Antonio Aguilera dijo...

Voy por la página 110 y voy tomando notas. A ver cuando puedo decir algo (si ese algo que yo diga es más importante que el silencio, si no, callaré).

Leo tu explicación Pedro, y el comentario ec¡xcelente de muchos tertulianos. GRACIAS A TODOS POR COMPARTIR Y ENSEÑAR.

matrioska_verde dijo...

Yo creo que cualquier libro se debe de leer de forma inocente, sin esperar nada en concreto, sin dejar que una etiqueta nos lleve hacia determinada lectura. Esta novela se lee de un tirón, y aún teniendo total desconocimiento de la ciudad de Burgos o de la historia de España, uno se puede hacer una idea de lo que eran los “dos bandos”, de la diferencia de clases que había tan grande: “los de buen vivir”, “los pobres” y la Iglesia. También creo que la novela en sí, es quijotesca, no sólo por la fantasía de viajar al Purgatorio, es que los mandos militares también son quijotescos, o más bien dantescos, la verdad. Y la realidad de la novela está tratada de tal forma que no abruma pero sin dejarnos indiferentes. La he disfrutado mucho.
Biquiños,

Pedro Carcedo dijo...

Como con los años, son ya 80, me he hecho un poco vago. No terminé la primera lectura colectiva de El Quijote y ahora me apunto a esta nueva oportunidad que nos ofreces.

Ahora estoy matriculado en el curso LITERATURA ESPAÑOLA DE LOS SIGLOS DE ORO en ésa Universidad, con la profesora Nuria Carrillo.

Supongo que tu no andarás muy lejos, en el mismo edificio a dónde yo voy a las clases. Preguntaré.

Muchas gracias por todo lo que he aprendido de ti, tanto personalmente, en tus clases, como a través de La Acequia.

Te deseo todo lo mejor para el año que acaba de comenzar.

Un fuerte abrazo

Teresa dijo...

Agggg si la Conchita Plaza levantara la cabeza tal día como hoy, ser iría con Chita, fijo.
(Pero me he reído un rato con la aportación de Abejita de la Vega)
¡qué bueno!
en el fondo es cochina envidia no poder dejar huella de la misma forma en el Archivo Histórico Provincial.
:D :D taruguillos... que enseñaba el menisco... ains qué lloro (sí ya sé, que hay que situarse en el momento...)