miércoles, 24 de noviembre de 2010

La verdad del otoño


Yo no sabría vivir en un lugar en el que no hubiera otoño: la luz no miente ni ciega. El paseante se echa al camino, las manos a la espalda, la cabeza llena de sus cosas y del ruido de una nueva guerra lejana ya conocida y el constante bullicio de un mundo en el que ya ni siquiera se guarda el espejismo de la confianza. Mientras tanto, el sendero huele a tierra y hojas mojadas y nada distrae el pensamiento de su tristeza. En el horizonte, el invierno.

44 comentarios:

Señor De la Vega dijo...

Mi Querido Señor Don Pedro, yo sí sabría.
Hoy llené un cubo bien grande, de iguales hojas que las retratadas.
El bidón de la basura olía a otoño.

Y su prosa huele a poética, aunque me sugiere escalofríos.

Suyo, Z+-----

Cervantes a Ana María Matute dijo...

Cuando Ana María Matute tenía cuatro años cae gravemente enferma. Por dicha razón, su familia la lleva a vivir con sus abuelos en Mansilla de la Sierra, un pueblo pequeño en las montañas riojanas. Matute dice que la gente de aquel pueblo la influenció profundamente. Dicha influencia puede ser vista en la obra antología Historias de la Artámila 1961, la cual trata de gente que Matute conoció en Mansilla

María dijo...

No me gusta el otoño, ni el invierno, si pudiera pasar páginas hasta la primavera, las pasaría.

El otoño para mí es melancolía, soledad, tristeza, oscuridad, mejor no sigo, Pedro.

Un beso.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

A veces la tierra y la naturaleza se conjugan para que sintamos la realidad más intensamente, con más conciencia...quizás tu otoño te brinde eso.
Un abrazo.

el Lio de Abi dijo...

EL lunes 18 de octubre de 2010 ya se dijo en el Blog que mando que este año seria en CERVANTES para Ana María Matute

Mansilla de la Sierra 1

Jesús Garrido dijo...

prefiero que sea así, lo que viene es bienvenido, estaremos todos más recogidos también

Martine dijo...

El Otoño sí me gusta, y mucho, cada vez más.. invita a dar paseos, en mi caso por la Girona Antigua, ver como los árboles se maquillan con colores cálidos..

sí, me han enseñado a amar el Otoño.

Preciosa foto, y me sabe mal que para el Señor de la Vega sea sinónimo de trajín, mi simpatía para él.

Un beso, Pedro, para tí, para tod@s.

Rubén dijo...

El otoño es una estación repleta de ricos matices, paraíso de poetas y pintores. Saludos.

Asun dijo...

No todos los días de otoño son oscuros y húmedos, hay días que amanecen soleados, con una luz que invita a conectarse con la naturaleza y disfrutar de su exuberante colorido. Disfrutemos de ellos que el invierno está ya llamando a la puerta.

Besos

Premio Cervantes 2010 dijo...

Este año toca escritor español, y en algún momento de la charla se deslizó que probablemente también tocase mujer. No se pronunció en ningún momento su nombre, pero aquí dejo escrita mi apuesta: el Premio Cervantes 2010 será Ana María Matute. Ya veremos

MIMOSA dijo...

Adoro el otoño, tan lleno de sus cosas, en él me siento cómoda, la pena es que aquí está cercana la llegada del invierno y aún andamos de tiros finos. Gracias al atardecer en el que se respira ese leve frescor que nos posiciona en la estación momentánea, así que me pierdo entre pinos y respiro aire fresco para sentir su presencia.
El mundo anda revuelto, ¿llegará alguna vez la calma? Sigamos pues paseando entre hojas mojadas.
Besos siempre Pedro.

Lola Fontecha dijo...

Hermosa estación me hace sentir de forma distinta... me gusta. Un besito

El Gaucho Santillán dijo...

El otoño es dorado.

Es muy buena època.

un abrazo.

Teresa dijo...

Hoy nos seguimos los pasos.
No quiero, me niego, me niego, me niego y al final, no puedo dejar de mirar al Mundo.
:(

lichazul dijo...

adoro el otoño!!
caminar de la mano con alguien pisando esas hojas, y sentir la brisa y esas gotas de humedad siempre cómplices

un ideal siempre pendiente:)

besos Pedro
buen jueves profe

Anónimo dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

Así está toda mi calle, como su fotografía. Pero, las ramas de los plátanos, cada día con menos hojas, me dejarán ver -al fondo- el Tibidabo, que desde la primavera lo tenía casi oculto.

Hay días preciosos en otoño. Son los días dulces, aquellos en los que la luz, el color y el calor, quieren dar lo mejor de sí y de su experiencia antes de la despedida, para dejar paso al invierno.

En estos días, las hojas caídas aroman el aire, y aunque desordenan, embellecen e inspiran, hasta al cemento y al asfalto.

Saludos. Gelu

P.D.: Ana María Matute, cuánta poesía en su prosa. Y sus palabras de auténtica gran escritora: .."uno no escribe para ganar premios".
¡Qué excelente retrato el que le hizo Colita!.

Mariluz GH dijo...

Yo soy de verano, y primavera si me apuras, pero los colores del otoño en el mar son indescriptibles.
Me gusta sentir el crujir de las hojas, al andar... y comer castañas jajajaja

abrazos, amigo Pedro

Merche Pallarés dijo...

¡Enhorabuena a Ana María Matute!
A mi el otoño ¡me encanta! Reminiscencias de mis años canadienses donde esta estación del año es una explosión de colores, "Indian Summer days" maravillosos, una luz limpia y nítida... Besotes otoñales casi invernales (nunca mejor dicho...), M.

Gabiprog dijo...

Esta vez poco comentario voy hacer.
Digamos que mi musa y yo estamos contigo. Que buenas citas nos da el otoño.

Hernando dijo...

El otoño invita a pasear, al estilo Antonio Machado, Miguel Delibes, tal como lo describes las manos a la esplada, la cabeza llena de pensamientos, el viento otoñal golpeándonos el rostro, a pasear entre viñas sin frutos pero con hojas color siena bermellonas, pasear entre caminos de castaños pisando sus hojas secas marrones, pasear entre encinas, robles y pinos, apoderándonos de su aroma, pasear por la orilla del mar mientras su agua marina todavía cálida golpea nuestros pies, a pasear y compartir con tu cómplice, los colores y olores otoñales.

tequila dijo...

Muy ciertas sus palabras Pedro; ciertas y descriptivas.
La pena es que en esta ciudad pareciera que el otoño apenas dura una semanas y sufrimos de invierno prematuro y extralargo.
Me gustan esos paseos de los que habla... aunque la cabeza vuele entre incertidumbres.

Besos

XuanRata dijo...

En otoño la mirada va cayendo al suelo y fermenta.

Me gusta esta imagen que se va llenando.

Teresa dijo...

Cómo me duele tu otoño

pancho dijo...

Colores ocres, amontonados como el cobre y amarillos ajados por el tiempo que desnudó los árboles; en silencio despojados como el ruido que violenta de otros amarillos
de raza, más humanos, pero tan lejanos que parecen ecos de voces extrañas.

rubén lapuente dijo...

Si nos quitaran la incertidumbre el otoño no pasaría de largo.
Saludos

Txema dijo...

No me gusta el otoño, no me gusta su falta de luz, me entristece.

saludos

jg riobò dijo...

Yo siento lo mismo.
Excelsa la imagen.

Myriam dijo...

La verdad del otoño está en el sendero que huele a tierra y hojas mojadas. Tampoco yo sabria vivir en un lugar en el que no hubiera Otoño.

Silvi (reikijai) dijo...

Imposible vivir sin otoño,donde todo se tiñe de ocres,dorados,amarillos, naranjas y rojos;preludio del mágico invierno.El otoño no es sólo una estación es parte del ciclo de vida.
hermosa foto.Besitos.Silvi.

Anónimo dijo...

hola pedro:
a mi el otoño me encanta...y como dices ya se acerca el invierno alli
habra que prepararse para ese momento....

besines y que estes bien
:)sauvignona

Juan Luis G. dijo...

Bella entrada; solo posible en otoño.

Montserrat Sala dijo...

el otoño es una época ocre, dorada caqui y marròn. Tambien trae canela, y sus sabores son excelentes.
Las setas, imprescindibles. Los palosantos, una delicia para los mas exigentes gourmets. Las castañas asadas comidas en mitad de la calle y de van tan bien para calentarse las manos. Y en al horizonte: La Navidad!!
quien da mas?
Abrazos profe.

Natalia dijo...

Aparentemente todo muere pero solo aparentemente. Solo dormita, como debe ser después del frenesí estival.
Me quedo con el crish- crash de las hojas secas...
Bsos
B

LA ZARZAMORA dijo...

Y yo que suelo sueño en un lugar donde el otoño no exista... ;)

Besos, Pedro.

Natàlia Tàrraco dijo...

No me disgusta el otoño, me gusta. Ese andar sobre húmedo y cadaveres amarillos, ocres, rojos, un cierto olor a musco, y andar con esa nube en la cabeza, esa niebla llorosa, me gusta. No me disgusta, a mis años, estación ninguna, las acepto y ellas a mi, nos toleramos, la vivo.
!Salve Pedro!

Nieves LM dijo...

Todo viene siendo necesario, incluso el otoño.

matrioska_verde dijo...

"Yo no sabría vivir en un lugar en el que no hubiera mar: el mar no desencanta ni abruma. El paseante se echa al mar, las manos en brazada, la cabeza llena de sus cosas y del ruido de una nueva guerra lejana ya conocida y el constante bullicio de un mundo en el que ya ni siquiera se guarda el espejismo de la confianza. Mientras tanto, el mar huele con su olor característico: algas, rocas y arena. Nada distrae el pensamiento de su tristeza. En el horizonte, un barco navega de regreso a casa".

Me he permitido hacer tu texto, un poco mío, cambiándole algunas palabras.

biquiños.

un texto exquisito.

Paco Cuesta dijo...

Olor y color, cada rincón, cada hoja, cada árbol. Espectáculo vivo e irrepetible.

Isabel dijo...

En este mundo agresivo y frio, espero que siempre haya cosas bellas, como las que nos brinda la naturaleza que nos haga encontrarnos bien con nosotros mismos. Un abrazo Isabel.

virgi dijo...

A mí me encanta el otoño, a pesar de que por aquí es muy leve. Pero la luz es diferente y el alba y el atardecer también, hay otros aromas y las nubes tampoco son las mismas.
Besos

blogochentaburgos dijo...

Qué tendra el otoño? que siempre ha sido tan literario y evocador

Myriam dijo...

La verdad del otoño es que envidiaba tanto a las gélidas nieves de tu horizonte invernal, que decidió cubrirse con un manto polar.

oliva dijo...

Pues sabe, escuché el viernes a un periodista que trabaja en Corea del Norte y exponía con toda claridad, siempre bajo su óptica y punto de vista, que EEUU era el causante de este desafío, puesto que la base de Corea del Sur que bombardeó primero sobre Corea del Norte es norteamericana... bueno esto es, como intentar descubrir qué fue el primero si la gallina o el huevo.

Es cierto que el otoño prepara para lo que viene a continuación, pero deberíamos aprender a no olvidar y traer a la mente, todos los conocimientos pasados para intentar conseguir que la historia no se repita...

Un saludo.

philadelphia dijo...

Jo Pedro! qué bonito...