martes, 26 de octubre de 2010

Capacidad para ver


El gallo jugaba a las cuatro esquinas con el niño, que todavía podía verlo.

-Abuelo, hay un gallo.
-Hijo, siempre hay un gallo en cada esquina, pero dejarás de verlo algún día.

Acarició su pelo y le ofreció la mano cuando los ojos del niño le dijeron que no le comprendía.

30 comentarios:

Martine dijo...

La Esfinge de Tebas lo ponia más fácil.. :(
A estas horas no se me ocurre nada, a no ser que el muro se vaya deteriorando tanto que se coma a este hermoso gallo...

Besos, Pedro.

Teresa dijo...

La capacidad para ver y la teoría de la Buena Suerte...

Son dos ideas que hoy han cambiado mi forma de pensar y deseo que para siempre.

Yo veo un gallifante. Todavía no le ha salido el "fante", pero espera y "verás"
:P

Amalia Lateano dijo...

"-Hijo, siempre hay un gallo en cada esquina, pero dejarás de verlo algún día."
Sugerente...Y es verdad. CUÁNTAS VECES SOMOS CADA UNO DE NOSOTROS LOS
gallitos de lata!!!
TE FELICITO
Amalia

Asun dijo...

Tendremos que (re)aprender a mirar con ojos de niño.

María dijo...

Las ilusiones e imaginación de un niño muere cuando se hace adulto, nosotros las matamos, es una pena, de verdad que sí.

Un beso.

El Gaucho Santillán dijo...

Saint Exupery tocò el tema con su "Caja con cordero adentro".

A Peter Pan, solo lo veìan los niños.

Pero el abuelo es muy especial: Se acuerda.

Un abrazo.

Merche Pallarés dijo...

Yo veo un pájaro loco... Besotes soñadores, M.

XuanRata dijo...

Cada edad tiene sus propios gallos, solo que a veces se nos olvida cómo se doblan las esquinas.

Preciosa foto, Pedro.

LA ZARZAMORA dijo...

No deberíamos de crecer nunca.
Besos, Pedro.

Hernando dijo...

Es el conflicto generacional, en tiempos del abuelo en cada esquina había un gallo, y un poco más adelante podíamos ver la gallina con sus polluelos, ahora como mucho los veremos dibujados en cada esquina o en la capacidad imaginativa del niño, para poder jugar con ellos cosa muy difícil pues primero debería saber lo que es un gallo.

Lola Fontecha dijo...

No debemos dejar que la imaginación de niño que llevamos dentro desaparezca con los años, saber entender a un niño es muy dificil si la abandonamos con el pasar del tiempo. Me gustó

Ele Bergón dijo...

Aunque crezamos y dejemos de ver al gallo, siempre podremos mirar para abajo y verlo, eso si, con mas distancia.

Un abrazo

Luz

Pocomancha dijo...

¡¡¡Me ha recordado a los famosos gallifantes del programa que presentaba el de Saber y Ganar!!!

jg riobò dijo...

Magnífica foto.
Lo importante es saber mirar que no ver

matrioska_verde dijo...

la fantasía de los niños y la realidad de los adultos ¿por qué se llevarán tan mal algunas veces?

biquiños,

Myriam dijo...

¡Qué entrada más tierna, Pedro! Me has alegrado el dia, besos.

Myriam dijo...

¡La foto es genial!

Myriam dijo...

Ah, por cierto veo, al menos, un gallo.

São dijo...

Esperemos que , pelo menos, algumas crianças o continuem a ver quando crescerem...

Besos, Pedro mio.

Gabiprog dijo...

La edad marca la extinción de muchas especies en cada esquina.

Anónimo dijo...

Buenos días, profesor Ojeda:

Al jugar al escondite, el abuelo no debería perder de vista al pequeño.
Como vea la fotografía su familia se ganará una reprimenda.
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Los gallos son menos en las esquinas. Quizás, los que hubo, fueron sustituídos por oficinas bancarias, en las épocas del apogeo de "la burbuja".
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Por cierto qué sucias y deterioradas aparecen todas. El zotal acabará comiéndose el revocado de la pared, que debería haber sido restaurado antes de colocar las losas de la apariencia.

Saludos. Gelu

lichazul dijo...

así es...acá las esquinas son verdaderos gallineros

besitos Profe

Rubén dijo...

La vida hará que el niño comprenda, aunque sea a puros golpes.
Abrazos.

Montserrat Sala dijo...

Yo veo la caricatura de un gallo en una esquina. Hay más?.....
Saludos

Mariluz GH dijo...

Sabio abuelo; al crecer dejamos de creer en fantasías... miramos siempre al frente, siempre a lo alto -por encima de los hombros- y olvidamos que 'nuestro yo niño' sigue estando a la altura de los sueños, casi a ras de suelo; olvidamos que para no tropezar hay que bajar la vista, de vez en cuando...

uy... se me fue la olla jeje

bonita foto que abre nuestra creatividad

abrazo Maese Pedro

Isabel dijo...

Que maravilloso mundo el de los niños, con sus mentes tan limpias, abiertas y receptivas. Un abrazo.

pancho dijo...

El niño se entretiene con el gallo amarillo de la vuelta. Se retrasa. Sigue al guía a distancia, como si entre ellos hubiera un hueco de aire, libre de raíles que acotan el espacio de tiempos diferentes.

Paco Cuesta dijo...

Gallear por las esquinas.

Eric Lavergne dijo...

¿Que verán los ojos del niño interior que dejamos morir?

virgi dijo...

Las esquinas guardan sopresas que sólo los niños pueden ver.
Besos