lunes, 20 de septiembre de 2010

Teatros cervantinos y noticias de nuestro Quijote.


Miguel de Cervantes intentó ganarse la vida con el teatro y lo consiguió durante un tiempo. El teatro no contaba con prestigio literario: en realidad no comenzó a tenerlo hasta bien entrado el siglo XVIII, quien quería ser considerado como verdadero escritor cultivaba la poesía. Lo que daba el teatro era dinero y popularidad si se tenía éxito. A Cervantes, como a tantos dramaturgos de finales del siglo XVI, les barrió de la escena Lope, que consiguió formular definitivamente un modelo de comedia que gustaba a la mayor parte del público del momento a partir de lo que muchos de ellos habían ensayando previamente pero sin conseguir el perfecto engranaje lopesco y que dominaría la programación de los corrales españoles, con ligeros cambios, hasta finales del siglo XVIII.

De hecho, las obras más populares hoy de Cervantes, sus famosos entremeses, no pudieron ser estrenados y se publicaron, junto a otras tantas comedias inéditas, en un único volumen en 1615: Ocho comedias y ocho entremeses nuevos, nunca representados.

Sin embargo, el teatro no ha pagado mal a Cervantes con posterioridad y, como ya hemos visto en esta lectura con aportaciones de muchos de vosotros, hay muchos teatros por el mundo que llevan su nombre. Algunos son grandes locales que suponen una referencia cultural en la ciudad en la que se levantaron. Otros son pequeñas salas, modestos espacios teatrales muchas veces ocupados por el cine pero que cuando se logran recuperar para el teatro y ofrecer una programación digna hacen honor a su nombre. Traigo aquí, como ejemplo, la Sala Cervantes de Valladolid

Os animo a mandarme imágenes que reflejen la iconografía cervantino-quijotesca o a que las publiquéis en vuestros blogs, para acumular toda la información posible sobre Cervantes y el Quijote. Sobre todo me gustaría publicar imágenes no usuales, aquellas de pequeños lugares.

También os pido que me remitáis autorretratos quijotescos. Recordad que debéis estar con un ejemplar del libro o en actitud quijotesca.

Noticias de nuestro Quijote

Lola publicó, a finales de junio, la quinta entrega de su Diario quijotesco, que se me pasó comentar aquí al encontrarme de vacaciones. La traigo ahora para corregir esa omisión y porque merece la pena comprobar cómo en los clásicos hallamos situaciones que nos sirven para afrontar o recordar cosas que vivimos.

Natalia, que hasta ahora ha seguido en silencio nuestra lectura del Quijote, me envía un enlace a un relato suyo inspirado en la creatividad cervantina con las palabras al que debéis echar un vistazo detenido.

Merche Pallarés, en su comentario del capítulo, resume los principales aspectos: no se le escapa, para sufrimiento suyo, ni los tocadores...

Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, en su primera entrada sobre el capítulo, resume todos los aspectos esenciales del sueño pastoril de don Quijote. Después, publica la nota entusiástica del Sanchico -gracias a Ele Bergón/Luz del Olmo-, que se ha quedado prendado de la vida pastoril y se propone echarse al monte...

Kety, en su comentario habitual en verso, ve a don Quijote asaltado de pensamientos y sueños... y en sueño deja a Sancho.

Asun ve, en el propósito pastoril, una ensoñación propia del que quiere escapar de un revés recibido, como otro acierto cervantino para acercar el texto al lector.

Pancho analiza el sueño pastoril desde el predominio del diálogo entre don Quijote y Sancho. No se le escapa el significado del mundo pastoril, en el que se incluyen a todos los personajes. No os perdáis las ilustraciones.

Cornelivs se lanza al mundo pastoril desde el título de su entrada para ir comprobando cómo Cervantes va cerrando asuntos pendientes. No se le escapa comentar el sueño pastoril ni el diálogo sobre los refranes.

Paco Cuesta, al que tampoco se le escapan los tocadores, enfoca su comentario desde la contraposición entre el texto cervantino y el de Avellaneda.

Manuel de la Rosa, Tuccitano, al comentar el sueño pastoril del capítulo que él ve de transición, alaba la introducción de los diferentes géneros en la novela a partir del realismo y de su perviviencia hoy.

Antonio Aguilera analiza el capítulo en su comentario desde dos claves certeras: la dama inalterable y la parodia del locus amoenus. Don Quijote se resiste a abandonar el mundo ideal.

Jan Puerta oscila entre interpretar el diálogo entre don Quijote y Sancho como el coloquio reposado entre dos amigos y el desagradable tono de superioridad que a veces tiene el primero. No os perdáis el magnífico autorretrato quijotesco que nos regala ni su referencia a la casa de Cervantes en Valladolid ni el grabado decimonónico. Una gran entrada la suya.

Enlace con el índice de nuestra lectura, elaborado por Raúl Urbina : Primera parte y Segunda parte.
Enlace con el blog construido por Manuel Tuccitano expresamente para esta lectura y que puede considerarse un agregador con los enlaces de todos los blogs participantes de forma regular, aquí.
Enlace con el grupo en Facebook, aquí. (Este grupo no sustituye a la lectura en este blog y no estáis obligados a uniros: lo usamos sólo como complemento, para informarnos, preguntar y debatir.)
Enlace con la entrada en la que encontraréis sugerencias si os incorporáis con la lectura ya iniciada, aquí.
Si me he olvidado de alguien, hacédmelo saber y lo subsanaré. Recordad enlazar vuestras entradas con La Acequia, para poder encontrarlas.
Vale.

15 comentarios:

Marina dijo...

Nosotros en Béjar tb tenemos un Teatro Cervantes en Béjar, supongo que lo viste.
Un abrazo.

Hernando dijo...

Creo que en esos corrales, donde se representaba las obras de teatro eran a partir del mediodía, nunca por la noche, y funcionaba muy bien el boca a boca, por ésta razón el público acudía a las comedias de Lope ya recomendados por otras personas. Lope durante muchos años ocupó siempre en nº1 de la lista los cuarenta principales.

Abejita de la Vega dijo...

El teatro de Cervantes es muy poco conocido y, sin embargo, hay muchos teatros y teatrillos on ese nombre. También era un nombre para colegios. Digo era porque en Burgos el colegio Miguel de Cervantes desapareció. Bueno, cerca está un enorme Fernando de Rojas que no es mal nombre.
En mi apellido se ha colado una d, Meridno.
Un abrazo

Paco Cuesta dijo...

Lope supo captar las apetencias del público y eclipsó al resto de autores.

pancho dijo...

En este país la calidad literaria rara vez ha ido de la mano de la popularidad. Es un valor añadido que un literato pueda vivir de lo que le gusta hacer, de su producción literaria.

Cosa distinta es el ansia de pervivencia que alimenta la creación de muchos autores. Ésa no se consigue con bestsellers. En diez años nadie se acuerda de aquella obra que inundó los escaparates, tienen fecha de caducidad.

lichazul dijo...

que bueno que se haga rescate de obras hehcas hace tanto tiempo , para darles aires nuevos

besitos de luz profe

Pedro Ojeda Escudero dijo...

MARINA: Lo conozco. La última vez que estuve en Béjar pude ver un concierto en ese maravilloso teatro.
Además, por aquí hemos hablado de él: http://laacequia.blogspot.com/2009/03/psicologia-y-quijote-otro-teatro.html
Manolo me envió una fotografía, por encargo de Pancho, del Quijote que hay en el vestíbulo, que publiqué también hace semanas. Contando con tu maravilloso regalo quijotesco y algunas aportaciones más de Pancho y otros lectores, es casi seguro que la deliciosa Béjar es la localidad más veces mencionada en estas noticias del Quijote.
Besos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

HERNANDO: en efecto. Estaba prohibida la representación nocturna de obras teatrales. Según la normativa, el espectáculo debía terminar siempre un par de horas antes de la puesta de sol (por eso, dicho sea de paso, uno de los varios anacronismos de la película Lope de la que hablé el sábado). La razón básica era la inseguridad nocturna de las calles, la poca o nula iluminación en ellas y el intento de evitar altercados a esas horas a la salida de un lugar de diversión como los corrales.
De ahí muchos códigos de representación y verbales de las obras de teatro, que simulaban lo nocturno o lo oscuro aunque fueran las cinco de la tarde (se representaba con luz solar: los corrales no tenían techo).
Las primeras representaciones nocturnas se hicieron en locales cerrados pertenecientes a los reyes o a la aristocracia.
Y, como bien dices, Lope supo conectar en ese mundo con los espectadores para permacer como el autor más representado durante muchos años.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ABEJITA: Es curioso este reconocimiento. En efecto, desde aquí pido que alguien me mande fotografías de algún colegio o instituto con el nombre del escritor.
Corrijo el error.

PACO: hay pocos escritores que lo hayan logrado.

PANCHO: en efecto. Los autores que escriben así sólo escriben para el presente. Eso sí, ganan dinero.

ELISA: en efecto, debería darse más.

Gracias a todos por vuestros comentarios.

Natàlia Tàrraco dijo...

¿Y un cine Cervantes en Sevilla?
Imagenes cervantinas en cine, muuuchas.

São dijo...

Desconhecia que Cervantes escrevera teatro .

Uma feliz semana,amigo mio.

Lola Fontecha dijo...

Gracias Pedro. Un besito desde Jaén

Teresa dijo...

No le ha pagado mal por eso de pesca un poco fama y échate a dormir, porque si lo suyo no era el Teatro...

oliva dijo...

No sabía que también escribió teatro. "compuse en este tiempo hasta veinte comedias o treinta, que todas ellas se recitaron sin que se les ofreciese ofrenda de pepinos ni de otra cosa arrojadiza; corrieron su carrera sin silbos, gritas ni barahúndas" dice en el Prólogo a Ocho comedias.

"De ellas se conservan hoy El trato de Argel, La Numancia y, si admitimos su paternidad, la recién atribuida Conquista de Jerusalén. También conocemos un contrato firmado en 1585 con Gaspar de Porres, referente a dos piezas perdidas: El trato de Constantinopla y La Confusa."

Interesante acercarse por su blog y aprender más.

saludos.

oliva dijo...

No sabía que también escribió teatro. "compuse en este tiempo hasta veinte comedias o treinta, que todas ellas se recitaron sin que se les ofreciese ofrenda de pepinos ni de otra cosa arrojadiza; corrieron su carrera sin silbos, gritas ni barahúndas" dice en el Prólogo a Ocho comedias.

"De ellas se conservan hoy El trato de Argel, La Numancia y, si admitimos su paternidad, la recién atribuida Conquista de Jerusalén. También conocemos un contrato firmado en 1585 con Gaspar de Porres, referente a dos piezas perdidas: El trato de Constantinopla y La Confusa."

Interesante acercarse por su blog y aprender más.

saludos.