martes, 31 de agosto de 2010

De nuevo sobre periodismo e Internet


Este verano se ha reavivado el ya viejo debate sobre la posición del periodismo en la red.

Alguno de los grandes empresarios de la comunicación ha insistido en que el periodismo no es viable en Internet sin cobrar por acceder a los contenidos. Por una parte, planteando un serio conflicto con los buscadores y otras grandes plataformas para que no puedan redifundir lo publicado por sus medios de comunciación sin pagar por ello; por otra, reafirmándose en que los usuarios deben pagar por acceder a ellos tanto puntualmente como por medio de subscripciones. En contra de los datos, siguen pensando en que hay un suficiente sector de la población que prefiere pagar por recibir contenidos elaborados por esos medios de comunicación que se autodenominan de calidad.

Este segundo camino ya se intentó hace unos años, cuando casi todos los grandes medios de comunicación, recién llegados a Internet, cerraron sus contenidos al acceso gratuito y fracasaron: no sólo no rentabilizaron sus páginas sino que favorecieron las de los competidores que ofrecieron contenidos en abierto.

Este aspecto del problema es permanente: si no todos los medios de comunicación blindan los contenidos, siempre saldrá ganando aquel que ofrezca los suyos gratis. Incluso se crearán nuevos medios de comunicación electrónicos gratuitos que ocuparán los huecos dejados por los de pago. De hecho, los grandes empresarios del sector de la comunicación -especialmente los de ideología conservadora, pero también algunos progresistas- están detrás de las presiones que reciben los gobiernos para que promuevan leyes y normas que restrinjan la libertad en Internet.

En cuanto al primer aspecto, parece que sí se están logrando acuerdos con los grandes buscadores: ambas partes están interesadas y, a diferencia con lo que suecede con las pequeñas páginas con contenidos tomados de otras que surgen a cientos a diario en Internet, son fácilmente denunciables ante los tribunales.

Pero también, a raíz de la publicación de documentos sobre la guerra de Afganistán por Wikileaks se ha abierto un interesante debate sobre qué es o no periodismo, sobre el mismo concepto de periodista, y los límites éticos de la profesión.

El tema ha sido abordado desde diferentes ángulos, porque tiene en sí mismo una forma poliédrica. Pero lo que es innegable es que el acceso a las grandes fuentes de información y su divulgación ya no es un derecho corporativo de los medios de comunicación tradicionales -en papel, radio, televisión o Intenet-, si es que alguna vez lo fue tal y como lo manifiestan ahora los empresarios que suscitan un debate ético como si bajo las alfombras de cualquier empresario del sector no se encuentran tantos cadáveres profesionales asesinados en aras del interés empresarial o político -casi siempre es redundante lo emrpesarial y lo político- o como si los medios de comunicación no llevarán décadas jugando con el amarillismo, el sensacionalismo, la ruptura de todas las normas de la autorregulación o la defensa interesada de decisiones tomadas en los ámbitos del poder.

Por otra parte, lo que evidencia el debate es que una buena parte de ese periodismo tradicional ha dejado de hacer su trabajo y que, como ocurre con los huecos dejados en Internet por los medios que cierran el acceso gratuito a sus contenidos, la demanda de información que hay en la sociedad es alimentada por otros informadores sin que por ello se les pueda acusar de intrusismo ni de faltar a la ética de una profesión que hace mucho que la perdió, por mucho que algunos periodistas aun la mantengan y se enseñe en las Facultades de Ciencias de la Información. Los empresarios del sector deberían pensar que hoy hay mucha gente preparada para difundir información -algunos formados en las escuelas de periodismo pero otros fuera de ellas- y más gente todavía con ganas de ser informada de una forma inteligente y que no se conforma ni con el tipo ni con el modo de la información que se suministra a través de los canales tradicionales, cuya implicación en las guerras políticas locales o internacionales les está haciendo perder prestigio ante un sector de la opinión pública cada vez más amplio con la suficiente formación como para sacar sus propias conclusiones.

Un tema para seguir en sus múltiples facetas. Huid de las formulaciones fáciles para resolverlo.

24 comentarios:

lichazul dijo...

que buen apunte Pedro!!
hoy por hoy enterarse de lo que ocurre ya no es privativo ni monopolio de los grandes medios periodísticos
en muchos lados incluso se alienta a que el ciudadano común envíe sus propios reporteos o fotos in situ de algo que ocurre sin filtros
estamos a un clik de distancia y de opinión

besitos de luz

Myriam dijo...

Tú lo has dicho: "un tema de forma poliédrica" que en parte creo, se zanjaría si el periodismo volviera a recuperar su raíz ética, en lugar de velar por sus propios beneficios económicos en detrimento de cumplir con la función social de difundir responsablemente información fidedigna y transparente que nos concierne a todos nosotros, mal que le pese a algunos gobiernos.

El periodismo además, en la era de internet, no puede seguir siendo un dinosaurio, sino que debe adecuar sus medios, formas y fines a los tiempos actuales.

Myriam dijo...

PD- Desde ya espero que continués profundizando en este tema de múltiples aristas y tan dificiles formulaciones para resolverlo.
Besos

Gabiprog dijo...

La verdad es que he dejado de leer un importante periódico en su edición digital por la peligrosa deriva en el tratamiento de sus titulares y selección de noticias. Y eso que soy de los que gustan de leer una misma noticia desde distintas ideologías. Todo un ejercicio…
También me has hecho recordar a unas cuantas amistades que han hecho la carrera de periodismo pero no ejercen como tales…

Grafeno dijo...

Es que acabarán con el libro, con el periódico y con todo lo que te puedas imaginar".

En Wikipedia.
El grafeno es una estructura laminar plana, de un átomo de grosor, compuesta por átomos de carbono densamente empaquetados en una red cristalina en forma de panal de abeja mediante enlaces covalentes que se formarían a partir de la superposición de los híbridos sp² de los carbonos enlazados.

Merche Pallarés dijo...

Muy interesante. Desde hace mucho tiempo los periódicos han perdido su "independencia". Están sometidos a muchos oscuros intereses pero yo los sigo leyendo en papel. Lo que pase en internet no me quita el sueño. Besotes de "scoop", M.

Abejita de la Vega dijo...

Ética es la palabra clave.

Paco Cuesta dijo...

Efectivamente la información ya no es propiedad de los grandes medios de difusión que, nos guste o no, siempre están influenciados por unas u otras tendencias.

Anónimo dijo...

hola pedro...
te dejo saludos y besines
que estes bien...

:)sauvignona

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Yo creo que una cosa es el ACCESO a la información (que, considero, debe ser abierta y gratuita y a la que cada quien puede sumarse)y otra la PRODUCCIÓN de las noticias, para lo que se requiere INVESTIGACIÓN y profesionales formados (esta actividad es la que debe incentivarse en lugar del simple corta y pega tan común -no sólo en la red- que muchas veces nos hace caer en fácil manipulación de la información: se termina repitiendo siempre la misma "campana" siendo una o dos las fuentes confiables originales a las que todos recurren.


Un tema muy interesante que bien merece seguir siendo debatido.

Un abrazo.

São dijo...

Quando determinado tipo de gente começa falando de ética...só dá ganas de rir, sinceramente.

Besos, querido amigo mio.

Anónimo dijo...

Solo espero que al final,no ganen los intereses de siempre. Deseo que hayas tenido un buen comienzo de curso. Besos Isabel.

Montserrat Sala dijo...

Estimado profesor. Hoy nos trae el quid de la cuestión par debatir en profundidad, el que esté capacitado para ello. NO es mi caso, prescisamente, pero con toda humildad opino que la verdad de la información, todo lo que escribe y lo que conviene, o nó que se sepa, está dirigido por muy pocas personas, y que éstas dejan sólo entreveer, una pequeña parte de lo que realmente se cuece en los
ministerios de todos los estados,
y centros del poder económico, de todo el mundo.Por supuesto los Estados Unidos a la cabeza de todos ellos.
Esto ha sido siempre así, con o sin INTERNET.
Saluods cordiales.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Estupendo, amigo Pedro.

¿Debate etico?

Bienvenido sea siempre, pero con la intención de que sea la ética la que inspire el trabajo de una "profesión que hace mucho que la perdió", como tu muy bien y acertadamente dices.

Un abrazo.

matrioska_verde dijo...

yo sigo apostando por el papel aunque también entiendo que se tiene que ir integrando la información periodísta en la red...

bicos,

Unknown dijo...

Es la misma discusión de siempre, sin negocio existe el arte, el periodismo, la investigación, etc., etc., etc.

Soy más escritor por qué publico o por qué escribo (al margen de la plataforma), lo que hago vale más por lo que gano o por lo que representa. No debería importar si mi libro es un best seller o no lo es, debería importar lo que ese libro genera en el público que lo lee. Si no sos profesional en tu vocación, no podes ser tomado en cuenta, esa es la regla impuesta por el mercado que promulga la mayoría de las personas.

Acá en Argentina se enseño que todo aquello que viene fuera del país es mejor… una falacia grande como una casa, pero que la sociedad todavía cree. De la misma manera, se dice que todo lo que está en la red no vale demasiado, las razones que esgrimen para justificar esta afirmación categórica son muchas, que no tienen control de calidad, que no tienen veracidad, que no tienen respaldo, etc., etc., etc., pero ninguna dice demasiado. Que una nota salga en El País o El Mundo, o en Clarín o en La Nación, o en el Washington Post no lo hacen más verdad que si sale en un Blog personal o en Facebook. Como siempre, lo importante es el contenido, es lo que hacemos con ese contenido. La nota periodística no debería terminar en la simple lectura, todo lo contrario, debería recién empezar allí.

Me parece más que interesante seguir analizando esta cuestión.

De por si el hombre es un informante en potencia y acto, de grandes o pequeñas cosas, según factores y contextos. La diferencia la plantea la profesión, ¿Qué profesión? ¿Qué moral? ¿Qué parámetros establecen esa profesión?

Uno debería leer a Roberto Arlt a Rodolfo Walsh para ver que el periodismo pasa por otro lado y no por lo que quede impreso en un periódico.

Bajo el golpe de Estado encabezado por Jorge Videla, Rodolfo Walsh creó la Agencia Clandestina de Noticias (ANCLA) y dijo sobre las notas que allí se editaban: "Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información."

Un abrazo fuerte.

HologramaBlanco

Unknown dijo...

Es la misma discusión de siempre, sin negocio existe el arte, el periodismo, la investigación, etc., etc., etc.

Soy más escritor por qué publico o por qué escribo (al margen de la plataforma), lo que hago vale más por lo que gano o por lo que representa. No debería importar si mi libro es un best seller o no lo es, debería importar lo que ese libro genera en el público que lo lee. Si no sos profesional en tu vocación, no podes ser tomado en cuenta, esa es la regla impuesta por el mercado que promulga la mayoría de las personas.

Acá en Argentina se enseño que todo aquello que viene fuera del país es mejor… una falacia grande como una casa, pero que la sociedad todavía cree. De la misma manera, se dice que todo lo que está en la red no vale demasiado, las razones que esgrimen para justificar esta afirmación categórica son muchas, que no tienen control de calidad, que no tienen veracidad, que no tienen respaldo, etc., etc., etc., pero ninguna dice demasiado. Que una nota salga en El País o El Mundo, o en Clarín o en La Nación, o en el Washington Post no lo hacen más verdad que si sale en un Blog personal o en Facebook. Como siempre, lo importante es el contenido, es lo que hacemos con ese contenido. La nota periodística no debería terminar en la simple lectura, todo lo contrario, debería recién empezar allí.

Me parece más que interesante seguir analizando esta cuestión.

De por si el hombre es un informante en potencia y acto, de grandes o pequeñas cosas, según factores y contextos. La diferencia la plantea la profesión, ¿Qué profesión? ¿Qué moral? ¿Qué parámetros establecen esa profesión?

Uno debería leer a Roberto Arlt a Rodolfo Walsh para ver que el periodismo pasa por otro lado y no por lo que quede impreso en un periódico.

Bajo el golpe de Estado encabezado por Jorge Videla, Rodolfo Walsh creó la Agencia Clandestina de Noticias (ANCLA) y dijo sobre las notas que allí se editaban: "Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información."

Un abrazo fuerte.

HologramaBlanco

ebge dijo...

Los locutores de las grandes cadenas nacionales, hasta los que trasmiten desde la más humilde emisora de una ciudad pequeña, procuran dar un sesgo determinado a cada noticia. Y es cansado, desde la percepción de oyente, notarlo. Y ese sesgo determinado se tiene que notar, por que si no, no habría alcendiente sobre la opinión pública.
Por ello es el oyente o lector o espectador el que tiene que procurarse dilucidar la verdad rebuscando en otros medios. Pero, entonces, el esfuerzo informativo descansa en el lado del silencioso escuchante no en el del suministrador. Lo que resulta paradójico.
No creo que resulte en beneficios económicos para las empresas tanto insertar plumeros -que se les termina viendo- en la redacción de la noticias, por las que uno acaba sintiendo desconfianza. A no ser que no haya desconfianza sino fe.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

NI el papel va a desaparecer ni se va cobrar por internet al menos en los próximos 50 años. un abrazo.

Álvaro dijo...

Se olvida que el precio que paga el lector por el periódico no sufraga su producción: la principal fuente de ingresos es la publicidad (lo que explica la existencia de la prensa gratuita, por ejemplo). Que un medio se ofrezca gratis al público no implica pues que el empresario no obtenga una contraprestación económica por su difusión, y esto funciona tanto en la prensa escrita como en la digital.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En efecto, Álvaro: te invito a leer todas las entradas que he publicado bajo la etiqueta de PRENSA para ver cómo he abordado estos aspectos.

oliva dijo...

Al igual que Álvaro, no he leido las entradas anteriores que ha tratado sobre la prensa, por tanto, no puedo escribir con total propiedad.

Solo añadir que internet es el medio óptimo y deseable para que una información variada, multidisciplinar, con diferentes ángulos y vértices se difunda gratuitamente a todo la población. Si uno de los objetivos es la formación y la transmisión cultural dirigida al usuario de internet, este medio informático contribuye a esa labor, por lo que internet debe colaborar y participar en la comunicación y difusión de información.

Interesante lectura.

saludos.

El Deme dijo...

Interesante debate. La información tiene que ser libre y gratuita. Y con la llegada doméstica de internet, se va viendo. No me extraña que los empresarios de prensa tradicional tiemblen porque el negocio se les escapa. En cualquier caso, tiene que seguir habiendo opciones. Y el derecho de pagar 1,20 porque te informen, tiene que seguir existiendo. (También que te informen neutralmente, sin manipular tus criterios).
Yo creo que lo has explicado muy bien.

fernando dijo...

y se nos olvida algo importante: la precariedad laboral del 90% de los periodistas.