viernes, 11 de junio de 2010

Siempre falta un zapato


En las fotografías de las tragedias siempre hay un zapato suelto, los cadáveres conservan calzado uno de sus pies mientras el otro está descalzo, hay montañas de zapatos desparejados en los lugares en los que se combatió con saña o en aquellos en los que se asesinó miserablemente.

A veces un zapato suelto nos invita a pensar en la magnitud de la tragedia individual de su propietario: quizá sufrió un brutal accidente, quizá perdió uno de sus pies y ese zapato jamás pudo volver a usarlo. Quizá, tan solo, una mano amorosa lo guardó como recuerdo de aquel que se fue para siempre.

42 comentarios:

Asun dijo...

Bueno, no siempre un zapato suelto va asociado a un hecho dramático.

En una ocasión, el día de mi 18 cumpleaños más exactamente, llegué a perder un zapato, o mejor dicho, algún amigo (si se le puede llamar así a quien te deja medio descalza) bajo los efluvios del alcohol se deshizo de mi zapato. La cuestión es que fuimos a fiestas de un pueblo de aquí al lado y cuando estuve cansada (juro que no estaba bebida) me fui al coche a dormir (con mis dos zapatos puestos) hasta que los demás decidieran volver a casa y me descalcé para no manchar el asiento al tumbarme.

Cuando llegamos a Pamplona y me fui a bajar del coche sólo encontré un zapato.

Aunque eran la 4 de la mañana Les hice bajar a todos del coche para buscar el que faltaba, y a pesar de que registramos el coche de arriba a abajo no apareció.

Lo peor fue explicarle a mi madre a la mañana siguiente que había perdido un zapato que además eran bastante nuevos.

Ah, y aunque esperé a ver si como en el cuento, llegaba el príncipe con él, no se dignó a aparecer.

Unknown dijo...

La fuerza de la tragedia nos arranca en su devenir la vida y todo lo que llevamos en ella. Los Zapatos hacen su trabajo y en la medida que truncamos el camino se pierden queramos o no. Descalzando nuestro andar, nuestro destino, iremos “rengos” de entusiasmos y firmeza, bailaremos compases silenciosos que solo nos llevaran hasta el descanso eterno.

¿Qué esperar de un Zapato? Que nos lleve a buen término. Un Zapato no se abandona a mitad de camino, por más que duela, por más que lastime, por más que retrase. Siempre es preferible andar calzado a que descalzo, sobre todo si se pisan suelos difíciles.

Que al final la foto de España no muestre un Pueblo sin “Zapatero”, como tan bien decís, será muestra que hubo una tragedia.

Sobre la entrada en sí, al margen de mi asociación libre, será que el alma, a diferencia del cuerpo y de lo que es presente y real, no sabe andar con trajes y zapatos, y en el momento de ser “libre” (morir) se quita lo primero que uno se nos quita para desvestirnos (o por lo menos lo hago yo), que son los zapatos. Y es uno, por el simple hecho que la muerte no te da tiempo a quitarte los dos, todo pasa en una fracción de segundo.

Un abrazo fuerte y buen fin de semana.

HologramaBlanco

María dijo...

Y también puede suceder la pérdida de un zapato por otras circunstancias, mismamente, el otro día mi hija no encontraba su zapato, y es que es tan desordenada jajaja.

Un beso.

Teresa dijo...

También puede que fuera de un pirata con pata de palo, tan traído y llevado en este blog, unos días nos enseñas la "escultural" pata y otros el zapato, como tiene que ser.

las salidas -a no sé qué, que está pisoteado y no se aprecia- están por los suelos.

blogochentaburgos dijo...

caminante no hay camino...

Myriam dijo...

Bien hablaremos de zapatos:

1- Enlace: El zapato, en realidad mocasín armenio de 5.500 años de antiguedad, es mucho mejor qu cualquier zapato moderno. Los Zapateros de hoy, deberían de aprender de él. Hace 5.500 años, ¡si sabían confeccionar zapatos!

Tenía paja adentro para preservar la forma, pudo haberse usado como un elemento votivo o sea, de ofrenda, junto con los cereales.

2- Foto: ¿puede un zapato, aplastar la educación? Toda una incógnita. Esperemos que no, porque si seguimos así, no tendremos ni educación, ni zapatos.

3- Tragedias: eso es lo que me molesta de los aviones. En caso de accidente y evacuación de una nave, los pasajeros debemos quitarnos los zapatos, pero conservar los pies.

4- El zapato y la creatividad: En tiempo de crisis un buen zapato puede usarse com martillo, también como copa (se de casos en los que han bebido champagne en uno, por lo menos en cine), otros simplemente los lamen, pero a la larga, por más lustre que le saquen con la lengua, siempre terminan perdiendo. Y al inclinarse, se exponen además, a que venga otra persona y les clave como flecha la punta de un zapato, en la parte posterior del cuerpo, que queda redondamente levantada.

Y, ahora recuerdo que amorosamente guardé el primer escarpín de mi hija y su primer zapatilla de ballet.

Buenas noches, quizás sueñe con zp

Rubén dijo...

En los accidentes o hechos trágicos impresiona ver los objetos vinculados a las víctimas que suelen quedar abandonados en el suelo: zapatos, carteras, chaquetas, la bolsa de la compra, quizá un libro...
Saludos.

Teresa dijo...

Asun ¿no pretenderías que tu madre se creyera lo que acabas de contar?

Casi como que cuela más que te habían invitado a un Palacete venido rehabilitado como disco donde había un joven que se comportaba como un príncipe y entonces te invitó a bailar y te pisó el callo y te rompió el zapato y como él era muy encantador te dijo que lo llevaba al zapatero y que te lo haría llegar cuando estuviera recosido.
¿no?

Antonio Aguilera dijo...

El poder de algunas personas se mide por su colección de zapatos (la conyuge del dictador filipino Marcos, v.gr.).

La vista de zapatos desparejados suele ser representativo de tragedia.
En lugares donde apenas se usan zapatos la tragedia se mide por su carencia.

ASUN: estoy con BIPO. Dime con quien andas....y te diré quien te pisa.

Ele Bergón dijo...

Me encantan los zapatos, son tan iguales, son tan gemelos, van siempre juntos, que esa imagen que comentas de verlo solo, me llama la atencion y un poco me sobrecoge por lo que puede significar como muy bien dices tu.

Asun, yo tambien perdi un zapato. Cuando tenia dieciseis años, monte en el metro de Madrid en la hora punta. El zapato se desprendio de mi y se cayo al anden. Sali en la siguiente estacion y con un zapato que ademas era rojo y otro no, tuve que dar la vuelta al anden y consegui que los empleados del metro de Madrid me recogieran el zapato que estaba cerca de las vias. Cuando cuento mis anecdotas de cuando era joven, esta se me olvida. Ahora me lo habeis hecho recordar.

Un abrazo

Luz

Luis Antonio dijo...

Una vez se me desprendió violentamente "una zapatilla deportiva" por culpa de un morlaco en las fiestas de mi pueblo.
Lo de menos fue esa pérdida...Desde entonces veo a los toros con otros ojos.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

simboliza la pérdida de la pareja lo que siempre trae tristeza. un abrazo.

pancho dijo...

Los desenparejamientos esconden una historia detrás, sobre todo afecta a los que se visten por los pies. Algunas no tan divertidas ni tampoco tan sórdidas como las aquí narradas. La ausencia suele ser traumática para el perdedor, al faltar lo que nos liga a la tierra.

Anónimo dijo...

Buenos días, profesor Ojeda:

Hoy el zapato de su entrada me ha hecho recordar.
No sé, cómo se me ocurriría, pero en mi juventud era uno de los nombres que aplicaba a alguien cuando quería picar.
- ¿Quién no ha tenido aventuras de zapatos?. Podría contar varias.
Una tarde-noche en Barcelona, regresando a casa, a la salida del metro, se me despegó completo uno de los lados del empeine en las sandalias de tacón alto. Subí las escaleras como pude, y justo a la salida había un quiosco. Compré un rollo de cello, y lo empleé entero dando vueltas y vueltas sobre las tiras libertarias. Me bailaba todo el pie, pero llegué a casa, caminando muy despacio.
Otra: Por la mañana en la oficina. Me miro un pie, y me veo el zapato azul. Digo: ¡anda, me he puesto los zapatos de mi hermana!. Me miro el otro, y me veo el zapato negro.
Solíamos comprarnos las cosas al mismo tiempo. Seguro que fue una mañana de risas, y luego comentándolo, como típico de mis despistes.

No quiero pensar en cosas tristes.
Si ocurren, hay que conseguir darles la vuelta.

Saludos. Gelu

Txema dijo...

Calígula debe su fama a un tipo de bota o zapato que usaban las legiones romanas. Caliga, creo que era y calígula sería un especie de diminutivo afectuoso.

Y lugo están los zapateros, unos mejores que otros. Los hay en alemán Schumacher o en inglés Shoremaker.

Hay zapatos de lujo y caros y otros del Carrefour. En fin dejo ya de decir más bobadas.

saludos

Anónimo dijo...

mmm bueno yo siempre cuando me mando alguna de mis sauvinadas o en alguna circunstancia rara siempre digo que soy un zapato ortopedico....
viste lo que es un zapato ortopedico? es muy comico....a veces soy muy zapato..


besines pedro.
:) SAUVI

Adu dijo...

PÍTER: HOLA Y ADIÓS.

XuanRata dijo...

Más de una vez he encontrado zapatos desparejados en la playa después de un temporal y nunca me atrevo a tocarlos. Hay algo muy íntimo en el zapato usado, y no es solo su calidad de segunda piel, de molde irrepetible. Son más bien todos los pasos que lleva encima para acabar finalmente solo en una playa desconocida.

Merche Pallarés dijo...

¡Jesús! Cuántos comentarios sobre los zapatos... Yo nunca, que recuerde, he perdido ninguno pero me ha alucinado ese zapato de 5.500 años tan bien conservado, con sus cordones y todo...
Ah, TXEMA, en inglés es "shoemaker" no "shoremaker" ésto último, que yo sepa aún no existe... Besotes zapateriles, M.

Camino a Gaia dijo...

Duermen los caminos
emboscados el la piel gastada.
Un zapato se ha quedado solo,
esperando el regreso de su amado.
Yo no me detengo, solo expiro
los besos de una maleta muerta.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Es cierto...la imagen de un zapato solitario olvidado en algún rincón polvoriento es muestra clara de la desolación post tragedia.
Muy gráfico!

un abrazo.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Feliz fin de semana, querido amigo.

Asun dijo...

BIPO, ANTONIO: jajajajaja ya sabía que era difícil de creer, pero es que era la verdad. Por supuesto mi madre no me creyó, pero si le llego a contar la versión del príncipe habría pensado que todavía estaba bajo los efectos de alguna sustancia alucinógena. Para ella la única versión creíble era que yo llevaba una buena melopea y no me acordaba de cómo había perdido el zapato.

Besos

Txema dijo...

Grcias Merche, tengo que leer los comentarios con más cuidado. Jaja.

Saludos

virgi dijo...

Un zapato solo, en medio de la calle, no veas la tristeza que me puede dar...

Montserrat Sala dijo...

Con su entrada de hoy se podrian tejer unas cuantas versiones de historia de intriga, algún cuento de Perrault o de los hermanos Grimm. Pero en lo que yo me he fijado, es en que tambien se ha empeñado en enseñarnos los pies que hasta hoy no habíamos visto.
Saluudos desde la montaña.

Natàlia Tàrraco dijo...

Pues acuerdate del zapatazo al presidente USA, los musulmanes lo consideran el máximo insulto, conque. Cierto que los muertos y asesinados desde el aire o a balazos, ametrallados, suelen quedarse con uno o sin zapatos. Indica una inmensa desolación, un detalle del absurdo.
En medio de la calle es un mensaje por descifrar, inquietante.
Los hay que son fetichistas de zapatos, ellos de tacón, los hay de los pies desnudos, los y las hay...amantes de sandalias, chanclas o de botas altas, o...Los hay que salen con un zapato así y otro asá, cosa rara pero no inverosímil.
Los hay que se ahorcan con los cordones de un zapato.
Chaplin guisó una bota y se relamió con los clavos cual huesecillos de pollo.
Da de sí el zapato ¿un zapateado?
¿Y los que mueren descalzos porque nunca tuvieron zapatos?
Bsitos, me descalzo, no hace frío.

Aniquiladora dijo...

Tienes razón. La visión de un zapato abandonado en una carretera, entre los raíles... es un detalle trágico. Lo he visto por mí misma y resulta espeluznante. Por otro lado, Cenicienta también olvidó un zapato en la escalinata de un palacio, y tal descuido la libró de su madrastra y de una vida trágica.

Besossss, profe.

Grandolina dijo...

Me ha gustado la manera de enforcar la visión de un zapato solitario, yo solamente me había detenido en el ingenio de aquellos habitantes de Siberia que ya se las ingeniaban para cubrir sus pies, y que su modo de hacerlo era muy similiar al que se utiliza hoy en día.
Dónde estará el otro zapato, por que no se ha conservado? Profe me ha hecho cuestionarme estas consideranciones, así pues me voy a meditarlo.

Un beso.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

mejor que lo perdiese y no lo pudiera usar...a que no fuese consciente de su perdida...salud

Grandolina dijo...

Perdón, se me fue la pinza, en zapato de 5.500 años lo encontraron en Armenia, no en Siberia.

Lola Fontecha dijo...

Solo puedo decir que me ha gustado el desarrollo de la entrada, el resto lo has dicho tu. Un saludo

Jesús Garrido dijo...

en efecto, siempre ha impresionado verlo, sobretodo en el asfalto, una visión que mide la catástrofe

jg riobò dijo...

En los sucesos violentos, el shock hace que encojas y se pierden los zapatoa o se bajan los pantalones.
Los sucesos trágicos roban materia.

jg riobò dijo...

En los sucesos violentos, el shock hace que encojas y se pierden los zapatoa o se bajan los pantalones.
Los sucesos trágicos roban materia.

Roberto Pato dijo...

comparto el análisis...

lichazul dijo...

así es...y sabes que siempre me he preguntado que mensaje hay detras de ello
un zapato huacho en el camino...será que solos venimos y solos nos vamos

besos Pedro
buena semana profe

matrioska_verde dijo...

¡cuanta razón! no puedo leer tu texto sin pensar en Quela, la amiga de Senia que se murió de accidente de moto... en una de las fotos que salía en un diario, enfocaban en un primer plano una de sus zapatillas... ¡cuanto odié a ese fotógrafo cuando la ví!

los zapatos solos son muy tristes, Pedro.

biquiños,

Gabiprog dijo...

Genial.
Lo cierto es que he pensado mucho sobre el hallazgo de ese zapato sin compañero ni dueño...

:)

Anónimo dijo...

Buenos días, de nuevo, profesor Ojeda:

Las palabras de todos los comentaristas, en el fondo, querían ser un poco bálsamo.
Como Gabiprog, me preocupó la visión de ese zapato tan solo, y no me lo he sacado de la cabeza.
He pensado en él, he recordado este otro y se me ha ocurrido emparejarlo.

http://www.youtube.com/watch?v=r_KFO-qwXo4
¿Quién sabe?.

Saludos. Gelu

Paco Cuesta dijo...

Los zapatos son la cárcel de los pies.

CarmenS dijo...

Cuentan de un fabricante de zapatos que mandaba miles de zapatos de un solo pie a no sé qué país y se ahorraba los aranceles por ser para inválidos. Lo que no se daban cuenta los de la frontera es que unas veces eran del pie derecho y otros del izquierdo y que, tal vez, esos zapatos se juntarían algún día en el mismo estante de una zapatería lejana.