martes, 9 de marzo de 2010

Centenario de la incorporación plena de la mujer a los estudios oficiales en España (Real orden del 8 de marzo de 1910).

La Gaceta del miércoles 9 de marzo de 1910 publicaba la Real orden del 8 de marzo según la cual se anulaba de hecho toda limitación para que las mujeres pudieran acceder a los estudios universitarios regulados por el Ministerio de Instrucción pública y Bellas artes sin limitación alguna y sin el previo permiso de la autoridad que era preceptivo desde la Real orden de 8 de junio de 1888.

Aunque en los años anteriores a 1910 el cumplimiento del permiso previo era un trámite formal, y reconociendo que la regulación de 1888 era un paso positivo con respecto a lo que sucedía antes, la eliminación de la necesaria consulta que establecía la Real orden de 8 de marzo (y las sucesivas normas que la ampliaron) suponía una reforma social de gran calado puesto que dejaba de considerar a la mujer como un ser no comparable al varón y bajo la tutela de la familia, del cónyuge o del Estado, al menos en los asuntos relativos a la educación. Aunque había podido acceder a otros niveles, no es hasta este momento cuando puede hacerlo de forma libre y oficial a una carrera completa. Pocas habían sido las mujeres en España que accedieron antes a la Universidad y muchas de ellas tuvieron que pasar por situaciones grotescas para acudir a clase o examinarse de sus conocimientos.

A partir de ese momento, fue posible en España la plena incorporación de la mujer a la educación en todos los niveles y especialmente en el universitario. Durante los años siguientes y sobre todo en la época de la II República (1931-1939) la presencia de la mujer en las aulas creció, aunque no sea hasta medio siglo después cuando se pueda hablar de normalización.

Ha de reconocerse que, a pesar de que la normativa cambió, la actitud en las aulas tardó en aceptar a la mujer en condiciones de plena igualdad. Incluso cuando yo accedí a la Universidad, en los años ochenta, todavía había carreras consideradas de mujeres o de hombres. Hoy nadie discute lo que costó mucho esfuerzo conseguir: rindamos homenaje y reconocimiento a quienes lo hiceron posible pero sigamos vigilantes.

Por su relevancia y por el uso en aquel tiempo de ciertos guiños lingüísticos que sorprenden por su modernidad (alumnos y alumnas, en vez de alumnos solo), usados con certero instinto sin ningún oportunismo político, debe conocerse el texto de la orden, impulsada por el ministro Álvaro de Figueroa y Torres, primer conde de Romanones (que ya se había distinguido por otras reformas fundamentales en la educación, como la incorporación del sueldo de los maestros a los presupuestos estatales en 1901, durante su anterior estancia al frente del Ministerio de Instrucción Pública). Dice así:

Ilmo. Sr.: La Real orden de 11 de Junio de 1858 dispone que las mujeres sean admitidas a los estudios dependientes de este Ministerio como alumnas de enseñanza privada, y que cuando alguna solicite matrícula oficial se consulte a la Superioridas para que ésta resuelva según elc aso y las circinsutancias de la interesada.
Considerando que estas consultas, si no implican limitación de derecho, por lo menos producen dificultades y retrasos de tramitación, cuando el sentido general de la legislaciónd e Instrucción Pública es no hacer distinción por razón de sexo, autorizando por igual la matrícula de alumnos y alumnas.
S.M. el Rey (q.D.g.) se ha servido disponer que se considere derogada la citada Real orden de 1858, y que por los Jefes de los Establecimietnos docentes se concedan, sin necesidad de consultar a la Superioridad, las inscripciones de matrícula en enseñanza oficial o no oficial solicitadas por las mujeres, siempre que se ajusten a las condiciones y reglas establecidas para cada clase y grupo de estudios.
De Real orden lo digo a V.I. para su conocimiento y demás efectos. Dios guarde a V.I. muchos años. Madrid, 8 de marzo de 1910.
ROMANONES.
Señor Subsecretario de este Ministerio

22 comentarios:

María dijo...

Hay que seguir luchando por la igualdad en todos los aspectos de la vida, porque no existen carreras sólo para hombres o sólo para mujeres, sino que todas las carreras pueden ser para todos por igual, y porque nadie es superior.

Todavía queda mucho por recorrer.

Estos días estuve de viaje, y ya me voy poniendo al día.

Un beso.

Montserrat Sala dijo...

Un estudio completo, y documentado, de los avances de la mujer en el ámbito universitario. 2000 años de historia para llegar a ser admitidas para seguir estudios en igualdad a los hombres. Aunque Vd mismo reconoce que en los años ochenta aún se miraba con escepticismo, a la que se atrevia con una carrera de "hombres". Afortunadamente ha costado, sangre sudor y lágrimas, pero algo se ha avanzado. Gracias Profesor.

Myriam dijo...

Interesante personalidad la del Conde de Romanones, un Grande de España muy distinto a "nuestros queridos duques" y bien liberal: edu univ. para mujeres, matri civil, ley del candado y con guardería para niños cojos. Definitivamente, Un Grande.

Supongo que, después de la caida de la 2nda República, hubo un retroceso, al menos en lo que atañe a las costumbres, ya que en la época de Franco, según tengo entendido, la Iglesia mantenia " cortitas a las mujeres con sus talleres de costura e idas a misa"

Isabel Huete dijo...

Si echamos la vista hacia tras en la Historia, nos daremos cuenta de que la incorporación de pleno derecho de la mujer a todos los ámbitos de la vida civil (y hace cuatro días también a la militar) empezó casi ayer. Pero todavía la mentalidad ciudadana tiene muchas carencias educativas y culturales como para aceptar esa igualdad plena. Queda mucho por delante y no hay que cejar en la lucha.
Las religiones son el peor obstáculo (unas más y otras menos) y su poder de influencia todavía es inmenso.
Es muy ilustrativo tu post pero algún día me gustaría que en estos temas te mojases un poco más de manera menos académica. :)
Besitos, profe.

Teresa dijo...

Ay Pedro, que te pedimos un salto a la piscina, con o sin bañador

(imagina a todas tirándose de las greñas, ¡Pedro!, ¡Pedro!)

esta Huete is too much (que diría la Pallarés)

El caso es que hoy he leído primero los comentarios... disculpas

lichazul dijo...

que tontera tener que legislar para que la otra mitad de seres humanos tengan sus derechos naturales y sociales...aún hoy en día hay quienes piensan que somos fábricas de hijos y artículos desechables

Teresa dijo...

¡qué verdad tan obvia la que expone Elisa Lichazul!

lo que es increíble que esto haya sucedido hace tan pocos años...

¡qué triste!

(Hay que tomárselo a risa y perdona mi tono de hoy. Es que realmente y como te pide Isabel: más calado; tenemos una igualdad de superficie y he pensado en el apartheid y situaciones similares y lo que tuvieron que soportar o tienen)

En Enfermería hay muy pocos hombres, considero una necesidad social que se amplíe la demanda.

Y que el cuerpo de Bomberos sea de Bomberas, que la barra tiene unas connotaciones... me callo que estoy desbarrando.

Anabel Rodríguez dijo...

Cuando mi madre estudió magisterio lo hizo a distancia, pero al menos tuvo la oportunidad de hacerlo, lo que ni en los sesenta era habitual. Ella ha trabajado como maestra desde el año sesenta y ocho, hasta que cumplió los sesenta años (ahora hace cinco). Me siento muy orgullosa de ella y de las mujeres que gracias a su empeño (y a veces el de sus familiares) dedicieron llevar su vida un poco más allá y abrirnos el camino a los demás.
Besos

Merche Pallarés dijo...

Tu post de hoy me ha recordado a la madre de Paquita y Charo (las dueñas de la pensión donde viví en Madrid cuando llegué de Canada; donde probé las chirimoyas...). Era farmaceútica y en la foto de su graduación era ¡la única mujer! Ya no me acuerdo de la fecha pero supongo que serían los años 1910/20. Besotes universitarios, M.

Juan Luis G. dijo...

Qué satisfacción comprobar los progresos, pero cuanto cuesta lograrlos.

Concepción Rozalén dijo...

La verdad es que podríamos estar casi a la altura del resto de países europeos hace mucho tiempo, pero los políticos se lo termiaron cargando. Menos mal que ahora estamos mejor y que no vuelva. Saludos.

El Ente dijo...

Hay que seguir avanzando hasta que la igualdad en todos los aspectos sea un hecho.

un abrazo

Marina dijo...

Soy mujer y todavía no he fracasado en el intento...¡Bien! Nos merecemos un aplauso y los demás unas collejas. Falta tanto y tanto comino por andar.
Besos

Abejita de la Vega dijo...

¡Bien por Romanones!

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Buen aniversario. Enhorbuena a la igualdad.

Un abrazo.

Paco Cuesta dijo...

En el número de comentarios a ésta entrada las mujeres ganan por mayoría, me alegro de que así sea pero no estaría mal un mayor equilibrio.
No quiero que falte mi adhesión inquebrantable a su causa.
Enhorabuena, feliz aniversario y gracias a Pedro por manifestarlo.
Un abrazo

Asun dijo...

En el tema de la igualdad de oportunidades por supuesto que se ha avanzado,pero creo que estamos todavía en pañales.
No habrá trabas burocráticas para acceder a cualquier carrera, pero trabas mentales las hay a montones. No hay más que mirar en según qué carreras el porcentaje de estudiantes de un sexo y de otro. Todavía nos queda mucho camino por recorrer.

Besos

José Núñez de Cela dijo...

la incorporación de la mujer a la sociedad es un esfuerzo hecho por ellas y "aceptado" por ellos, cuando podamos cambiar o quitar directamente el verbo aceptar, se logrará la verdadera igualdad,... creo

saldos y saludas a todos y todas

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Creo que en educación se ha conseguido mucho más que el resto de los ámbitos de la sociedad...pero aún queda mucho...pero los avances son notables. Salud

matrioska_verde dijo...

¡QUE GRAN AVANCE para la historia de todos, hombres y mujeres!

en cada época siempre hay menes preclaras que miran al futuro, menos mal.

biquiños,

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

ahora hay que seguir en la lucha y no sólo en España sino en muchos países donde las mujeres están muy muy muy mal. un abrazo.

Unknown dijo...

Hasta los 21 años no éramos mayores de edad,cuando yo me casé en 1977 aún dependía de la voluntad de mi marido para todo,si no teníamos hecho el Servicio Social no nos daban el título de Magisterio,ni sacar el carnet de conducir,¡qué horror de tiempos!,yo,prácticamente,esperé a cumplir los 21 años para irme de casa porque mi padre,a pesar de que yo quería ejercer mi carrera,ya tenía sus planes inmediatos para mí.Debemos recordar que todo esto no pasó hace tanto,es más fácil perder derechos adquiridos que ganarlos.
Abrazos